El pueblo de Guadalajara al que llaman la Florencia manchega y que celebra una fiesta «feminista» del XVI

Desde el XVI se celebra en Cogolludo, en Guadalajara, la Festividad de Santa Águeda. Una fiesta de mujeres cuya misa la Iglesia pagaba a finales de dicho siglo. En este día, el 5 de febrero, las mujeres se convierten en gobernantes, alcaldesa incluida, por supuesto, a la que eligen entre ellas.

Las mujeres cogolludenses eligen a una alcaldesa mayor (por un día) y a una alcaldesa especial entre mujeres de relieve que alcanzan a toda España. Hay un pregón y un desfile, también un pasacalle y una procesión por todo el pueblo al que llaman la Florencia manchega. Una tradición «feminista» secular, para que luego digan, sobre todo algunas.

Mujeres y Florencia. Ana María Luisa de Médici fue la última de la gran familia y fue quien promulgó en 1737 la ley conocida como Pacto de Familia, por la que cedió todos sus bienes a los nuevos gobernantes con la condición de que todo el patrimonio quedara siempre en la ciudad de Da Vinci.

Pocos días después de Santa Águeda en la Florencia manchega, el 18 de febrero, se celebra la fiesta en honor de la salvadora del arte de Florencia, en la Florencia toscana original. Aquella se parece a la ciudad alrededor del Arno, mayormente, en su Palacio Ducal con el característico almohadillado de la fachada, detalles del quatroccento en una mínima Florencia de poco más de 500 habitantes.

No es solo el palacio de los duques de Medinaceli la riqueza italiana de Cogolludo. También el fresco de José de Ribera en la iglesia de Santa María que iba a decorar el Palacio Ducal, pero acabó sobre la puerta de la sacristía del templo, de donde fue robado en 1986. Fue recuperado un año después y devuelto a la localidad y a su ubicación original, donde permanece como joya manchega, sobre todo, y también florentina.