Mario de las Heras
Mario de las Heras

Page, la estrella de izquierdas a la que votan también los de derechas y a quien Podemos llamó «nazi»

En la región muchas veces no parece haber bandos políticos. Su presidente es de izquierdas, del PSOE, pero sin embargo le vota la misma derecha que luego gana en la Comunidad cuando se trata de comicios generales

Toledo Actualizada 04:30

(Foto de ARCHIVO)
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, interviene durante el photocall del Premio Nacional de Tauromaquia 2024, a 11 de febrero de 2025, en Toledo, Castilla-La Mancha (España). El fallo del Premio Nacional de Tauromaquia 2024 convocado por el Senado y varias comunidades autónomas, entre ellas Cantabria, después de que el Ministerio de Cultura decidiera suprimir este galardón, se dará a conocer hoy en la sede de presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha, en el Palacio de Fuensalida (Toledo). El Premio Nacional de Tauromaquia, según las entidades convocantes, está destinado a reconocer la labor meritoria de una persona, entidad o institución desarrollada durante la última temporada.

Juanma Jiménez / Europa Press
11/2/2025

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante la entrega del Premio Nacional de Tauromaquia 2024JUANMA JIMENEZ

Emiliano García-Page pone nerviosos a sus rivales por igual, a un lado y a otro. La Comunidad de Castilla-La Mancha parece suya casi sin remisión. Cuántas veces da la impresión de que la necesaria acción de la valerosa oposición es como aquellos golpes inofensivos de Paul Newman a George Kennedy en La Leyenda del indomable, quien a pesar de ser derrotado con contundencia no se rendía y siguió en pie hasta provocar la retirada por aburrimiento del vencedor.

Sí al PSOE de Page; no al de Sánchez

No parece que García-Page se vaya a retirar por aburrimiento. La peculiaridad política castellanomanchega da la impresión de tenerla agarrada por el mango, mientras los demás luchan con otras armas inocuas, mayormente, porque la única que sirve es la que empuña el presidente, pero como si no blandiera ninguna espada, ya que estamos en Toledo. En muchos escaparates de recuerdo de la ciudad imperial se muestran todas esas tizonas que no mucha gente parece comprar, casi como una metáfora de quién es en realidad su propietario.

La estrella es Page en una región donde no hay bandos políticos al uso. Page es de izquierdas, del PSOE, pero sin embargo le votan los mismos que votan a la derecha que luego gana en la Comunidad cuando se trata de comicios generales. El votante castellanomanchego parece tenerlo claro: sí al PSOE de Page para las cosas de casa y no al PSOE de Sánchez para las cosas del país. La especialidad de Castilla-La Mancha y la de la preponderancia «pagista» es que casi hay que buscar los desencuentros entre los grupos políticos.

«Si Page quiere, Sánchez cae»

Una buena parte de las leyes aprobadas por el Gobierno regional son aprobadas sin votos en contra en las Cortes y algunas de estas aprobaciones, muchas, son unánimes. Esto quiere decir que los grupos políticos están de acuerdo en el tronco de sus posturas. Algo insólito, aunque no privativo, en el resto de España. Esto hace muy difícil el abordaje de la Junta porque nadie quiere cortar el tronco del árbol (cuya parte más endeble es, como dice el PP: «Si Page quiere, Sánchez cae», pero no parece querer), mientras los aspirantes se limitan, sin más remedio en la mayoría de los casos, a atacar las ramas.

Hace unos años, el candidato a la Junta de Unidas Podemos, José Luis García Gascón, antiguo socio de Gobierno en la anterior legislatura, comparó a Page con Friedrich Ebert, el presidente de la alemana primera República de Weimar que se alió con conservadores y militares de derecha, a quien García Gascón definió como «prenazis», para reprimir a socialistas y comunistas. Hasta Izquierda Unida en Castilla-La Mancha se desmarcó de estas palabras de las que no se hubiera desmarcado probablemente en cualquier otra Comunidad.

El sostenimiento de Sánchez

Page es la estrella «solo» de la Comunidad (los ayuntamientos, menos el de Cuenca, son todos del PP) porque contiene la derecha y la izquierda. Las contiene y las contiene, en sus dos significados, y es lo más parecido a un sentimiento identitario que tienen los castellanomanchegos, que no votan mayoritariamente a la izquierda en la Comunidad, sino a Page, quien camina reduciendo el paro, por ejemplo (aunque sigue por encima de la media), entre otros avances y también retrocesos, acompañado de sus rivales políticos.

Como si estos intentaran sin mucho éxito escenificar un desencuentro que no existe en las cosas muy importantes, para gusto y disgusto electoral de Page y sus opositores, respectivamente. Una circunstancia que los castellanomanchegos perciben mientras caminan, cómodos, sin ganas de cambios pese al sostenimiento de Sánchez (retratado de astuta boquilla por el protagonista), también acompañando, como sin querer, a su presidente.

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