El Síndic, al rescate de la inmersión: no hace falta aplicar la sentencia del 25% de castellano porque ya se cumple de sobra

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha salido al rescate del modelo de escuela catalana, de la inmersión lingüística que deja claro, «se ajusta a la Constitución y al Estatuto». Según un informe que ha presentado este lunes y que se basa en una encuesta sobre usos lingüísticos que se distribuyó entre alumnos de 5º de primaria y de 3º de ESO, el castellano ya es lengua de uso en un 33% de la jornada escolar (que incluye las horas de aula, de patio y de comedor), tanto en primaria como en secundaria. En el caso del catalán es de un 62% en primaria, y de un 60,6% en secundaria.

Por lo tanto, y teniendo en cuenta estos porcentajes, no sería necesario aplicar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga a la Generalitat a que al menos un 25% de las clases se den en castellano. Es más, según una simulación hecha por los responsables del estudio, en caso de aplicarse la sentencia, el uso del castellano sería de un 35%. Todo ello lleva al Síndic a concluir que «no es cierto que el castellano no sea lengua vehicular hoy en la escuela en Cataluña»,

Volviendo a las cifras, si se toma como referencia sólo las horas de aula, el catalán está presente en primaria, en un 70,2% del horario lectivo, frente a un 22% de castellano. En el caso de secundaria baja el uso del catalán, a un 64,4% y en cambio sube el de castellano a un 28,2%. El problema, según el Síndic, es que más allá del aula, es decir, a la hora del patio, sobre todo, el castellano es la lengua mayoritaria (56,5% en primaria y 66,8% en secundaria). También el español es lengua habitual en el comedor en secundaria, mientras que en primaria lo es el catalán, con casi un 58% de los usos.

Además, de la encuesta se desprende que en el paso a la adolescencia baja el uso del catalán, y el castellano tiende a predominar en otros ámbitos fuera de la escuela, como en el audiovisual o de las redes sociales, por ejemplo. Es por este motivo que el Síndic deja claro que «no se puede pensar que la escuela es la solución para los problemas lingüísticos» y considera que «hace falta añadir, más allá de la escuela, medidas de promoción del uso social del catalán y del aranés».

Según el síndico, el hecho de que el catalán sea vehicular en la enseñanza no implica menos desconocimiento del castellano, incluso lo ayuda, porque los alumnos acaban con un buen conocimiento de las dos lenguas, especialmente de los que tienen el catalán como lengua materna, que tienen más competencias en castellano que a la inversa. Teniendo en cuenta todos estos factores, dice el síndico, es «absurdo» querer introducir porcentajes en la enseñanza, que tampoco tiene «ningún criterio pedagógico».

La encuesta, también refleja que casi un 21% de los adolescentes dice no tener ningún contacto con el catalán fuera de la escuela, frente a un 5% que no tiene contacto con el castellano. De ahí que Rafael Ribó considera que los centros educativos tengan un factor compensatorio.