Pedro Sánchez abandona a Lambán y apoya la candidatura olímpica de Cataluña para satisfacer a ERC

Aragón ha intentado por dos veces, sin suerte, ser sede de unos Juegos Olímpicos de invierno. La nueva aventura son los JJ.OO de 2030 a los que Cataluña no ha llegado a sumarse oficialmente y ha ido a regañadientes. El primer jarro de agua fría vino de la Barcelona de Ada Colau que se desmarcó del proyecto, y luego el gobierno catalán, presionado por la CUP, que se opone a los JJ.OO, y por los Comunes –la marca catalana de Podemos–, prometió antes de presentar formalmente la candidatura un referéndum entre los habitantes del Pirineo ilerdense y la Cerdanya gerundense para que votarán sobre si querían ser sede de los JJ.OO o no.

Con el fin de atraer a Cataluña hacia la candidatura, el Comité Olímpico Español sedujo a Cataluña con una propuesta de reparto de pruebas que concentraba el grueso de las competiciones reinas, el esquí alpino, en las estaciones de esquí de la Cerdanya catalana. Aragón puso el grito en el cielo. El Gobierno de Aragón afirmó públicamente que considera que Alejandro Blanco, Presidente del Comité Olímpico Español, es un «comisario político de Cataluña» y que está sometiendo a Aragón a «un chantaje insoportable».

Por su parte, Javier Lambán, presidente del gobierno de Aragón, ha sido claro: «A nadie se le escapa que el desprecio de Cataluña a Aragón es el desprecio hacia el conjunto de España».

El hecho es que Cataluña ha pasado de ponerse de perfil en la candidatura olímpica a ser entusiasta del proyecto, suspender el referéndum y presentarse como candidata única si Aragón tira la toalla. Para el Gobierno catalán ir a cualquier proyecto en pie de igualdad con cualquier otra comunidad autónoma es inimaginable.

El papel del COE, avalado por el Consejo superior de deportes, defendiendo unos JJ.OO centrados en Cataluña con un papel subsidiario de Aragón, ha sido visto por el independentismo catalán como una nueva oportunidad de sembrar cizaña. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones, tanto a la Secretaría de Estado para el deporte como al CEO, de avalar y apoyar la propuesta catalana con el objetivo de complacer a sus socios de ERC.

Sánchez no tiene inconveniente alguno en arrojar a Javier Lambán, de su mismo partido, a los pies de los caballos si así consigue congraciarse con sus socios de ERC. Las relaciones entre Lambán y Sánchez han quedado absolutamente rotas y desde fuentes monclovitas se apuntaba a Pilar Alegría, ministra de Educación, como posible sustituta de Lambán como candidata socialista a las próximas elecciones autonómicas de mayo de 2023. Pero en Moncloa no contaban con que la posición de Lambán de enfrentamiento a la Generalitat de Cataluña está dando un importante crecimiento en las encuestas al presidente socialista frente a una situación de caída de la intención de voto del PSOE en toda España. Desde el entorno de Lambán apuntan a que la manifiesta enemistad de Sánchez con el presidente de Aragón sería en estos momentos uno de los principales activos de Javier Lambán para conseguir su reelección.

Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE) abrió la puerta a que el COE tuviera que elegir entre una de las dos candidaturas, pero esta elección es falsa, dado que Cataluña, si consigue que Aragón se retire, no sería una candidatura firme, debido a que estaría pendiente del referéndum entre los habitantes de ciertas comarcas del Pirineo catalán sobre si desean o no albergar los JJ.OO con un resultado del mismo incierto.

Javier Lambán compareció el pasado día 30 en las Cortes de Aragón para presentar diversas posibilidades de acuerdo con el COE y la Generalitat de Cataluña para la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, pero la Generalitat catalana es inflexible en sus exigencias de liderar el proyecto y ser sede de las principales pruebas.

Técnicos expertos en infraestructuras deportivas del Pirineo afirman que es inviable que Cataluña o Aragón organicen en solitario unos Juegos, dado que ninguna de las dos comunidades cuenta con suficientes instalaciones para afrontar el reto en solitario, y recuerdan que el proyecto de candidatura conjunta ya cuenta con que 960 deportistas deberían celebrar sus pruebas fuera de España debido a la falta de instalaciones en algunos deportes, como por ejemplo, los saltos de esquí. Si cualquiera de ambas comunidades fuera por separado, el número de atletas que competirían fuera de España se multiplicaría por dos.

En este ambiente enrarecido, Thomas Bach, presidente del COI, viajó a España esta semana y se reunió con el COE, así como saludó, el jueves pasado, a Laura Vilagrá, consejera de la Generalitat, en un acto en Madrid en el que no había ningún representante del gobierno aragonés. La ausencia de Aragón en el acto oficial de visita del presidente del COI pone de manifiesto el mal estado de las relaciones del ejecutivo aragonés tanto con el COE como con Moncloa.

La elección de la sede de los JJ.OO de invierno se realizará en una sesión plenaria del Comité Olímpico Internacional, donde Juan Antonio Samaranch Jr. es vicepresidente, en mayo del '23 en Bombay (India). En el caso de que la candidatura de los Pirineos se llegara a presentar, competiría con Sapporo (Japón), Salt Lake City (USA) y Vancouver (Canadá). Estas candidaturas ya han pasado dos inspecciones del COI mientras la precandidatura pirenaica ha anulado dos veces dicha inspección.