Según una encuesta del Ayuntamiento
Robos, peleas, saqueos: la inseguridad callejera ya es el primer problema de los barceloneses
Sindicatos de Policía y oposición municipal dicen que faltan medios humanos y materiales y que el modelo de seguridad de Colau ha propiciado una «pérdida de autoridad de los agentes»
La inseguridad es el primer problema para los barceloneses, según desprende la última encuesta de Seguridad Ciudadana que ha presentado el ayuntamiento de Barcelona esta misma semana.
Concretamente un 19,1 % de los encuestados considera que es su primera preocupación, uno de cada cinco barceloneses, lo que supone 4,6 puntos más que hace un año. Pero no se trata sólo de esta encuesta. La inseguridad también aparecía como primer problema en el último barómetro municipal.
Un 22 % así lo señalaba. Y aún hay que añadir la Encuesta de Victimización de Barcelona: uno de cada cuatro barceloneses dice haber sufrido el año pasado uno o más delitos en la capital catalana. Y hay un distrito donde esta cifra aún es más elocuente. En Ciutat Vella, una de cada tres personas asegura haber sido víctima.
La visión de Interior
Y más datos: según el Ministerio del Interior, en el primer semestre del año crecieron los hurtos en Barcelona casi un 70 % respecto al año anterior y los robos con violencia e intimidación algo más de un 40 %. También ha experimentado una subida importante los delitos menos graves, como los delitos de lesiones y riñas tumularias, o lo que es lo mismo, las peleas callejeras, que se han incrementado un 69 %. Además, han subido los homicidios dolosos y asesinatos consumados de 2 a 5. En definitiva, el aumento de la criminalidad en Barcelona se sitúa alrededor del 40 %.
Un debate sobre la inseguridad en la capital catalana que ha vuelto a primera plana tras los incidentes ocurridos durante las fiestas de la Mercè. Un joven murió por herida de arma blanca en una zona próxima a la que se celebraban los conciertos, en Plaza España. Otro joven también resultó apuñalado. Y a todo eso hay que añadir los graves incidentes que se produjeron la madrugada del domingo, cuando un grupo llegó a saquear comercios de la zona próxima a la Avenida María Cristina y quemó también algunas motos que estaban aparcadas. Aquella noche se detuvieron a doce personas.
Durante las fiestas de la Mercè, un joven murió por herida de arma blanca en una zona próxima a la que se celebraban los conciertos, en Plaza España
Pero no han sido sólo esos incidentes. En las últimas semanas o meses han aparecido en los medios de comunicación titulares del tipo: «Asesinan a tiros a un hombre en el barrio de Sant Martí»; «Los Mossos investigan un crimen por arma blanca y un intento de homicidio a una indigente en Barcelona»; «Misterioso asesinato en el Puerto de Barcelona»; «Un ladrón roba el reloj al futbolista del Barça Robert Lewandowski» o «Robo en directo durante una entrevista en la playa».
La alcaldesa de Barcelona
La alcaldesa de Barcelona se ha quejado amargamente porque, tras los incidentes de la Mercé, se estaba «difamando» a la ciudad. En un mensaje en las redes sociales lamentó que «una muerte y actos vandálicos de una noche en Barcelona generen horas y horas de televisión repitiendo e instalando la idea de 'violencia en Barcelona', obviando que la misma semana se han producido (…) siete asesinatos en siete días en Cataluña, todos horribles y condenables».
Se tendrá que revisar lo que no haya funcionadoPrimer teniente de alcalde del PSC de Barcelona
Pero lo cierto es que su socio de gobierno, el primer teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, reconoció que «se tendrá que revisar lo que no haya funcionado» durante la Mercè. E insistía: «Alguna cosa deberá mejorar de cara al futuro. Pueden ser los protocolos, los controles de aforo, pero, sobre todo, tiene que haber más presencia policial». También aprovechaba Collboni para meter el dedo en el ojo a la Generalitat, a la consejería de Interior, a quien instaba a que explicara «cuántos» agentes ha destinado más a la ciudad de Barcelona y «cómo despliega» los Mossos.
El Govern pide «una reflexión a fondo»
Y desde la Policía autonómica, su director general, Pere Ferrer, decía que los incidentes durante la Mercè requerían «una reflexión a fondo más allá de la seguridad» para evitar que se repitan. Lo decía en una entrevista a Catalunya Ràdio, en la que también reconocía que había que tomar medidas para próximas ediciones, como, por ejemplo, estudiar la distribución de los diferentes espacios de la fiesta, el límite de aforos o el control de la venta de alcohol.
¿Pero qué es lo que falla en la ciudad de Barcelona? Sindicatos y oposición municipal coinciden en que faltan medios humanos y materiales; que ha fracasado el modelo policial impulsado por el Gobierno municipal, que, a su vez, lo que ha propiciado es una pérdida de autoridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Sindicatos y oposición municipal coinciden en que faltan medios humanos y materiales
Para el sindicato CSIF en la Guardia Urbana faltan, en primer lugar, más efectivos policiales y también medios materiales. Y a todo ello hay que añadir, dicen, la «falta de apoyo institucional» por parte del gobierno municipal y en especial de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lo que «nos ha hecho perder el principio de autoridad a la policía», añaden desde este sindicato. Creen que el modelo policial que hay en la ciudad ha «fracasado» completamente y lamentan que a menudo los dispositivos policiales, como en el caso de la Mercè, «no están enfocados» para evitar situaciones como la ocurrida hace unos días. Y no es sólo eso, desde el CSIF hablan de fobia «contra la policía» por parte del gobierno de Colau que no «soporta una Guardia Urbana restableciendo la seguridad o haciendo frente a desórdenes públicos».
Larga lista de situaciones caóticas
Otro sindicato, en este caso de Mossos, el sindicato USPAC, recordaba que «desgraciadamente Barcelona tiene una larga lista de acontecimientos que han acabado en situaciones caóticas». Y lo peor de todo, dicen, «es la normalización» y la «deshumanización» de estos actos. Desde USPAC consideran que esta deshumanización está «representada en su máximo expresión por la alcaldesa de Barcelona porque mientras estaba todavía el suelo manchado de sangre en el lugar en el que murió un chico de 25 años, se dedicaba a destacar que podíamos estar contentos, porque los daños en la ciudad habían sido menores en relación al año pasado».
Desde USPAC también coinciden con el CSIF en que uno de los problemas «son los políticos que degradan a la policía» y «la desprestigian»
Desde USPAC también coinciden con el CSIF en que uno de los problemas «son los políticos que degradan a la policía» y «la desprestigian». Consideran que «se ha creado un marco mental alimentado por medios de comunicación y partidos políticos con sus correspondientes asociaciones satélite, la mayoría subvencionadas y patrocinadas por los gobiernos, que sólo asocia la policía con represión y abusos y nunca se menciona la tarea que diariamente llevan a cabo los Mossos».
De aquellas decisiones populistas
Desde el ámbito político, la líder de Valents, Eva Parera, considera que se están pagando ahora algunas «decisiones populistas» que tomó Ada Colau nada más llegar a la alcaldía en 2015. Ha recordado que en su primer mandato no designó a un concejal de seguridad, y en su lugar creó la figura del comisionado de seguridad, cargo que ocupó Amadeu Recasens. En su segundo mandato sí nombró como concejal de seguridad ciudadana a Albert Batlle, con una dilatada experiencia en este ámbito, pero según Parera, «tiene muy limitado el campo de acción».
La líder de Valents, Eva Parera, considera que se están pagando ahora algunas «decisiones populistas» que tomó Ada Colau nada más llegar a la alcaldía en 2015
Y a todo ello hay que añadir otras decisiones que no han ayudado, como retirar la mayoría de acusaciones particulares del Ayuntamiento contra vandalismo e incívicos, eliminar los antidisturbios de la Guardia Urbana, o no ampliar la plantilla de la policía local. Parera también considera que «es necesaria una actuación constante contra los narcopisos, se ha dejado demasiado tiempo», y también denuncia que «el gobierno Colau ha tenido siempre complejos para actuar contra las okupaciones, alimentando un efecto llamada, en el sentido de que en Barcelona es fácil okupar y encontrar droga».
Otra cuestión en la que pone énfasis Parera es en la necesidad de controlar mejor a los menores extranjeros no acompañados, teniendo en cuenta que «en las últimas fiestas de la Mercè la mayoría de los saqueos a tiendas y robos producidos en los conciertos de Plaza España tiene como perfil de delincuente a Menas de origen magrebí. Así lo señaló la propia Guardia Urbana, que un 80% de los robos fue realizado por este perfil». En definitiva, según la líder de Valents la Urbana «necesita apoyo y la actual alcaldesa, como su máxima responsable, no lo está haciendo». «Sin seguridad no hay libertad», concluye Parera.
Manifiesto problema de orden público
Desde Ciudadanos, Luz Guilarte considera que «hay un manifiesto problema de orden público gracias al desgobierno municipal de Colau y los socialistas, que lo que han hecho es convertir Barcelona en una ciudad sin ley, donde aquellos que delinquen se ven reforzados por la ausencia de políticas de seguridad». Para Guilarte dos son las causas que han propiciado esta situación: un mensaje de tolerancia hacia aquel que delinque, además de la retirada de medios humanos y materiales y de autoridad a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Guilarte lamenta que la alcaldesa trate de «minimizar» la situación, mientras que el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, no reconoce que hay un problema de orden público. Considera que es de un gran «cinismo decir que Barcelona es una ciudad segura, pero que tiene un problema de inseguridad. No puede haber mayor incongruencia, descontrol, y los ciudadanos no puede ser que paguen la fiesta de los delincuentes». Guilarte considera urgente que la ciudad tenga un plan de seguridad local, y que el gobierno municipal «deje de esconder datos y afronte con responsabilidad esta situación».
Una gestión «buenista»
Por parte del PP, su portavoz, Óscar Ramírez, considera que se está gestionando de forma «buenista» determinados actos incívicos, como los propios botellones. Pide al equipo de gobierno municipal que abandone esta actitud, porque la ciudad, guste o no, «es insegura porque así lo manifiestan los datos objetivos, pero también la realidad y las imágenes que vemos todos los días». Para Ramírez hay que pedir responsabilidades al gobierno de la ciudad porque «han creado un modelo policial que ha fracasado».
También incide en la falta de apoyo a la policía, «lo que se traduce en pérdida de autoridad». Y también pone el acento en la falta de decisión política para poner en marcha protocolos: «no hay directrices desde los mandos para que digan a los policías qué tienen que hace», y también destaca la falta de recursos humanos y materiales, como pistolas táser, porras o chalecos. «Lo que se ha conseguido desde 2015 es debilitar el sistema policial en la ciudad de Barcelona», sentencia Ramírez.