Una placa y 18 tornillos en el brazo: las heridas que sufrió un policía local agredido por dos okupas

Javier es policía local en Piera. Y se puede decir que ha vuelto a nacer. Hace unos días fue apaleado por dos okupas que lo dejaron en estado crítico. Pretendía impedir que estas personas ocuparan de forma ilegal un bar, que es propiedad de su familia, pero que está cerrado desde hace un tiempo. Los agresores lo atacaron con un machete y un martillo. Le abrieron la cabeza e incluso le seccionaron la arteria de un brazo. En el derecho, ha necesitado una placa y 18 tornillos; pero también podría perder la movilidad del izquierdo por las heridas sufridas.

El bar se encuentra en la calle Cotonat de Hospitalet. Fueron los vecinos los que alertaron a la familia, porque escucharon ruido en el interior del local. Y hasta allí fue Javier, que se presentó como agente de policía. El nivel de violencia fue tal, que no tuvo demasiado margen para defenderse, y eso que es cinturón negro en Taekwondo y Jiu-Jitsu. Sus habilidades con las artes marciales impidieron que recibiera más golpes, del mismo modo que también le salvó la vida un torniquete que le practicó un agente de los Mossos que se acercó poco después.

Los presuntos agresores, en libertad

A pesar de la violencia con la que actuaron los atacantes, estos han quedado en libertad. El juez sólo les imputa un posible delito de lesiones y no uno de homicidio doloso o de atentado contra un agente de la autoridad. El portavoz de Administración Pública del CSIF, Eugenio Zambrano, ha explicado que los policías, pero también la familia, está sorprendida por la decisión del juez. Y es que, según Zambrano, «Los golpes fueron a partes del cuerpo vitales» y «no entendemos cómo un policía que se acredita como tal, ante un hecho delictivo que estaba ocurriendo, un presunto robo o usurpación de un inmueble lo intenten matar porque una de las personas que fue detenida, decía vamos a matarlo. Y así lo acreditan las lesiones que estas lesiones tienen, como las de la cabeza».

Violencia en Barcelona

Pero Zambrano dice que «no salimos del asombro, estamos escandalizados, preocupados por la seguridad de todos los ciudadanos, porque la violencia que se ejerce en Barcelona y área metropolitana». Pero lamenta que los políticos, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hagan lo contrario: «Debilitan principio de autoridad y alientan políticas pro ocupación que en defensa d ellos intereses y de los derechos de los ciudadanos».

El portavoz del CSIF recordaba unas declaraciones del teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, diciendo que «Barcelona no es el Bronx», lo que ha motivado también una campaña del ayuntamiento. Pero como explica Eugenio Zambrano, «no la había acabado de presentar, y a las dos horas hubo un tiroteo entre bandas rivales de origen magrebí, e hirieron a una persona». Desde luego, dice Zambrano, Barcelona no es el Bronx, pero «sí nos parecemos en la delincuencia: eso es innegable». Aunque allí, apunta, la policía sí está protegida, tiene recursos y «los políticos no van en contra de ella».