Laberinto catalán
Irlanda podría reconocer la República catalana
Si esto ocurriese, la política exterior española tendría un grave problema
Pere Aragonés, presidente de la Generalitat, viajó la semana pasado a Dublín, 24 horas más tarde de reunirse con el ministro de la presidencia, Félix Bolaños, para tratar cuales deben ser los próximos pasos de la mesa de negociación entre la Generalitat y el gobierno central y, en concreto, sobre la situación procesal de los altos cargos de ERC, Josep Maria Jové y Lluís Salvadó, para los que la fiscalía solicita siete años de prisión por malversación, desobediencia y prevaricación en relación a su actuación previa al referéndum ilegal del 1 de octubre.
La visita de Aragonés a Irlanda es el mayor éxito en materia de política exterior de la Generalitat junto a la visita al Palau de la Generalitat de Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión europea, el pasado mes de julio.
En su visita a la capital celta, Aragonés mantuvo, entre otros, un encuentro con las colíderes del Sinn Féin, Mary Lou Mc Donald y Michelle O’Neill, ganadoras de las últimas elecciones generales celebradas en Irlanda en febrero de 2020. En dicha reunión, las líderes del Sinn Féin, partido favorable a la reunificación de Irlanda y en su día apoyo del grupo terrorista IRA, anunciaron que en caso de que accedan al gobierno de Irlanda reconocerían la independencia de Cataluña. En la rueda de prensa conjunta entre Aragonés y Mc Donald, el presidente autonómico catalán afirmó ante la prensa irlandesa que «se ha iniciado una negociación para un referéndum de independencia».
El Sinn Féin, que también ganó por primera vez en la historia las elecciones en Irlanda del Norte en 2022 frente a los partidos unionistas británicos, no gobierna en Irlanda a pesar de haber obtenido la victoria en las últimas elecciones porque los dos partidos tradicionales y adversarios, surgidos de la independencia de Irlanda en 1921, el conservador Fianna Fáil y el liberal Fine Gael, tuvieron que abandonar el turnismo y aliarse para evitar el acceso al gobierno del Sinn Féin, englobado en la familia de la izquierda europea.
La victoria y acceso al gobierno del Sinn Féin en 2024 no es una quimera, la última encuesta publicada por el Sunday Times de Dublín, otorga al partido que fuera liderado por Gerry Adams, un 31 % de intención de voto, seis puntos más de los obtenidos en 2020. La misma encuesta otorga al Fianna Fáil y al Fine Gael un 24 % y un 23 % respectivamente. El tercer partido de la coalición gubernamental, Los Verdes, cae al 5 %.
En el caso de que el Sinn Féin pudiera formar gobierno, el próximo año se podría dar la circunstancia de que hubiera un gobierno dentro de la Unión Europea dispuesto a reconocer a Cataluña como república independiente. Mc Donald declaró al comparecer junto a Aragonés que «el referéndum es la forma más democrática, justa y sensata de mantener la cohesión». La colíder del Sinn Féin entró en la polémica de si una Cataluña separada de España formaría parte o no de la UE afirmando tajante que: «Cataluña debería formar parte de la UE» y remachó: «Si el Sinn Féin gobierna Irlanda reconocerá una Cataluña independiente si así lo deciden los catalanes».
La pujanza económica de los irlandeses, que en 2022 alcanzaron un riqueza media un 20 % superior a antes de la Covid no parece ser suficiente para atajar la crisis de los dos grandes partidos tradicionales en Irlanda que se han turnado en ocupar el despacho de Taoiseach (primer ministro). La primera parte de la legislatura el cargo fue ocupado por Micheal Martin del Fianna Fáil y desde diciembre ostenta la máxima magistratura del país Leo Varadkar del Fine Gael.
Estos partidos fían su continuidad en el gobierno a los buenos datos económicos, pero el desgaste del partido verde pone en riesgo el futuro de la coalición a pesar de que el PIB per capita irlandés alcanza la astronómica cifra de 100.172 dólares (el de España es de poco más de 30.000 dolares).
Si Irlanda abriera la puerta al reconocimiento de Cataluña la política exterior española tendría un grave problema y la posición de Irlanda daría alas al independentismo catalán que ha invertido millones de euros en crear un red exterior de pseudoembajadas mientras España no ha mantenido con González-Laya ni Albares ninguna posición exterior en relación a Cataluña.