El laberinto catalán
La Generalitat abre 'embajadas' en Senegal y Corea del sur y alcanza las 20 oficinas exteriores
La labor de las delegaciones se centra básicamente en crear un relato internacional favorable a la independencia de Cataluña
El diputado de Junts per Cataluña, Josep Rius, realizó el pasado miércoles una pregunta parlamentaria a la consejera de exteriores de la Generalitat, la republicana Meritxell Serret, quien afirmó que además de las nuevas aperturas se van a realizar nombramientos en las oficinas de la Generalitat de Japón, Brasil y Andorra para reforzar su presencia en estos países.
Cataluña, sin competencias en política exterior, materia exclusiva del Estado, cuenta con 20 delegaciones en el exterior, de las que 13 están totalmente operativas y siete en fase de activación. Cataluña ha creado una red de delegaciones en cuatro continentes y que incluye oficinas de intereses, ajenas y descoordinadas del ministerio de exteriores, ante la Unión Europea, África Meridional, Estados Unidos, Canadá, Francia, Corea del sur, Europa central, Italia, México, Norte de África, Países Bálticos, Portugal, Reino Unido e Irlanda, Sudeste de Europa y Suiza.
El presupuesto del departamento de exteriores de la Generalitat es de casi 100 millones de euros, diez veces superior, por ejemplo, al de la Casa de S.M El Rey. La delegación de la Generalitat en Bruselas es la que supone un mayor coste para las arcas públicas catalanas con un presupuesto anual de 1,5 millones de euros. Los pseudoembajadores catalanes, que son nombrados por confianza política a dedo, reciben un salario de algo más de 90.000 euros anuales y la plantilla total en estas oficinas se acerca a las 80 personas.
En su intervención parlamentaria el diputado de Junts afeó a la consejera republicana que se hubiera paralizado la apertura de la oficina de la Generalitat en Israel a la que se había comprometido la anterior consejera, la 'puigdemonista' y próxima candidata en la lista de Xavier Trías al Ayuntamiento de Barcelona, Victoria Alsina.
La labor de las delegaciones de la Generalitat se centra básicamente en crear un relato internacional favorable a la independencia de Cataluña lo que incluye, por lo tanto, le descredito de España. Lejos de ser meras oficinas folklóricas obtienen resultados importantes, en especial por la inacción exterior de España que no hace nada para combatir el relato independentista.
Por ejemplo, aprovechando la cumbre hispano-francesa en Barcelona, Pere Aragonès escribió artículos y dio entrevistas en los principales medios franceses hablando de la supuesta «opresión española» hacia los catalanes. La corresponsal de Le Monde en España, Sandrine Morel, describió en su libro El huracán catalán como desde la Generalitat se ofrecían páginas de publicidad en su periódica a cambio de que este hablará a favor del procés.
El último de los éxitos de la Generalitat en el campo internacional ha sido que el próximo mes de marzo una delegación del parlamento europeo visitará España para investigar el uso del programa Pegasus. El propio parlamento europeo ha informado de que envía la delegación ante la falta de colaboración del gobierno de España para esclarecer como se uso el programa Pegasus, el grupo socialista en el parlamento europeo no opuso resistencia alguna a que esta delegación visitará España.