El PSC arrasa en Cataluña, mientras que ERC pierde la mitad de su grupo parlamentario

Cataluña se ha convertido en el principal feudo de Pedro Sánchez. Ya lo demostró en las pasadas elecciones autonómicas y lo ha corroborado en estas generales. El PSC es el claro vencedor. Ha conseguido 19 escaños, siete más que en los últimos comicios. En segunda posición se sitúa Sumar, con 7, que adelanta incluso a la gran perdedora de la noche en esta comunidad autónoma, ERC. Los republicanos siguen cuesta abajo y se dejan prácticamente la mitad de su grupo parlamentario en el Congreso. Han conseguido 7 diputados frente a los 13 que consiguieron en las últimas elecciones generales.

Cataluña ha apuntalado el pacto entre PSOE y Sumar. De hecho, los socialistas han sumado un 14% más de votos. Y a eso hay que añadir el resultado obtenido por Sumar, encabezado por Aina Vidal, que consigue con algo más del 13% de los votos, siete escaños, los mismo que En Comú Podem en 2019.

En cambio, estas elecciones castigan al independentismo y sobre todo a ERC, la gran damnificada, y a quien parece que es la formación que más ha afectado la abstención. En algunos de los municipios más independentistas, como es el caso de Berga u Olot. Los republicanos se dejan por el camino seis escaños, y un 10% de los votos. Empatan con Junts en cuanto a diputados, siete, pero la formación que dirige Laura Borràs consigue menos porcentaje de votos. Aun así, Junts también obtiene un escaño menos. En las anteriores elecciones consiguieron 8. La CUP no ha conseguido representación.

Desde ERC consideran que la abstención es una mala noticia, aunque no es a esta cuestión a la que atribuyen su descalabro, sino que principalmente Cataluña, el electorado catalán, ha votado en «clave española», según han dicho sus dirigentes en las comparecencias de esta noche. Es decir, que, ante la polarización entre PP y PSC, sus posibles votantes han optado mayoritariamente por los socialistas.

El PP queda en quinta posición. Consigue seis escaños, cuatro más en que en las últimas elecciones, pero aspiraba a conseguir un poco más, al menos ocho. Vox, con dos escaños, se quedaría con los mismos diputados que hace cuatro años, aunque eso sí, mejora porcentaje de votos. Y como nota curiosa, ha conseguido ganar en un municipio, en Sant Jaume de Frontanyà (Barcelona), el municipio más pequeño de Cataluña

«Cataluña, o Vox»

Pero, aun así, los independentistas son clave en la formación del futuro Gobierno. Es lo que ha destacado el republicano Gabriel Rufián, que ha avisado que el separatismo es fundamental para «decantar la balanza». Y desde luego lo piensa aprovechar. Ha dicho que el precio tendrá que ser alto, porque habrá que elegir entre «Cataluña o Vox». Ese es el dilema que tendrán Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, ha asegurado Rufián.

Lo que quiere ERC básicamente es más dinero, para mejorar, dicen, la financiación de los servicios públicos catalanes, para infraestructuras, Rodalies, y que «nadie se levante» de la mesa de negociación entre el Gobierno y la Generalitat hasta que no haya un acuerdo. Y en este sentido, tanto Rufián como Oriol Junqueras han tendido la mano a «todos los demócratas e independentistas» para «defender Cataluña conjuntamente».

Los que también piden unidad dentro del independentismo son los de Junts, pero en otra dirección. Su candidata, Míriam Nogueras, ha recordado que ellos nunca se han movido de su posición, a pesar de las fuertes críticas que han recibido y el tiempo les ha dado la razón. No se han movido y no se van a mover.

Teniendo en cuenta lo que han dicho la campaña, el precio a pagar sería la celebración de un referéndum. De hecho, la dirigente independentista ha avisado: «no haremos presidente a Pedro Sánchez a cambio de nada», porque «nuestra prioridad es Cataluña» y no la gobernabilidad de España.