Tv3 refuerza su presencia en los anticonstitucionales 'Países Catalanes'

Los partidos independentistas catalanes y el gobierno de la Generalitat están presionando a Pedro Sánchez, de cara a su investidura, con una cuestión que consideran de primera magnitud: el catalán. Ya han conseguido que se pueda hablar en el Congreso, y están intentado que sea oficial en la UE. Y teniendo en cuenta esta situación, no es de extrañar que con de la lengua como telón de fondo, y los más de 10 millones de hablantes que tiene el catalán, la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCMA), de la que dependen TV3 y Catalunya Ràdio, vaya a recuperar la corresponsalía en Perpiñán y refuerce las de Baleares y Valencia. Territorios que los independentistas llaman como los 'Países Catalanes' y en los que también se habla catalán.

«Queremos conectar para llegar a todo el mundo. Y esto significa llegar a todos los territorios de habla catalana en un contexto de retroceso de la lengua», decía la presidenta de la CCMA, Rosa Romà, que recordaba que la delegación de Perpiñán, en el sur de Francia o en la 'Cataluña Norte', como también la llaman los secesionistas, cerró en 2013. Y ahora, «vamos a iniciar el proceso para abrirla lo antes posible». Hace diez años cerró, teniendo en cuenta los presupuestos más restrictivos que preparaba el gobierno catalán, que no tenía tanto dinero para sus medios públicos, que aún así, acumularon un déficit de 7,5 millones de euros en 2012.

No es de extrañar esta decisión de la CCMA, porque la Generalitat, en paralelo, ha dedicado un gran esfuerzo, en todos los niveles, también el económico, para «catalanizar» esos pueblos fronterizos con Cataluña. Así, por ejemplo, y si sólo tenemos en cuenta los últimos años, el gobierno catalán ha subvencionado con unos tres millones de euros a la asociación de Amics de la Bressola, que cuenta con ocho escuelas en el sur del país vecino, y en las que se aplica el modelo de inmersión lingüística en catalán.

Valencia y Baleares

En el caso de las delegaciones de Valencia y de Baleares, se van a reforzar. De hecho, se va a duplicar el número de trabajadores. Rosa Romà dejaba claro que se va a informar «de toda la actividad en estos territorios más y mejor con todas las ventanas y todos los acentos». De lo que se trata, según los responsables de los medios de comunicación de la Generalitat, es de «conectar mejor con estos territorios con nuestros contenidos y valores», además de mejorar la capacidad de tejer una red de colaboradores, 'partners' e instituciones de estos territorios; informar de la actualidad de estas tres zonas a través de las ventanas digitales y audiovisuales, en cualquiera de los formatos, garantizando el cumplimiento de los acuerdos del consejo de redacción de informativos; y para «crear comunidad» en Valencia, Baleares y la 'Cataluña Norte' en torno a los contenidos de 3Cat, como se llama ahora la unión, la nueva marca de Tv3 y de Catalunya Ràdio.

Un presupuesto que no para de crecer

Una Corporación, que, por cierto, va a cerrar este año con un déficit de casi 32 millones de euros. Pero poco parece preocupar a sus responsables, que apuestan por abrir o reforzar estas delegaciones porque «después de diez años de recortes era más necesario que nunca», en palabras de Romà. La CCMA es un poco sin fondo de dinero público, nunca le han faltado esas inyecciones de recursos públicos, a pesar de que ha perdido dinero año tras año. Este 2023 el ente gestionará un presupuesto de unos 336 millones de euros, mientras que el año pasado fue de 284. Y fueron los socialistas, recordemos, los que apoyaron, junto con comunes, los presupuestos del gobierno de ERC. El presupuesto de este 2023 para Canal Sur Radio y TV es de 142 millones de euros, menos de la mitad que los medios públicos de la Generalitat.

La televisión pública catalana cuesta unos 44 euros por catalán, según datos de este mismo año, cuando en 2020 costó 32,9 euros, en 2021 33,9 o el año pasado 37,9 euros. Una cifra que no ha parado de crecer año tras año. Para financiar RTVE, por ejemplo, cada español paga unos 25,6 euros. En TV3 también trabajan unas 2.300 personas, cinco veces más que las televisiones privadas o el doble que otra televisión autonómica pública, Canal Sur. Por todo ello, se considera que la televisión pública catalana es la más cara de España.