Pedro Sánchez y Pere Aragonès, durante una reunión en La Moncloa, el 15 de julio de 2022Europa Press

El laberinto catalán

Sánchez y Aragonès hablarán el jueves de un referéndum amparado en la legislación catalana

ERC necesita muestras inmediatas y constantes de la sumisión de Sánchez para demostrar a sus votantes que ellos son tan inmisericordes con él como sus adversarios de Junts

El próximo jueves Pedro Sánchez se trasladará a Barcelona para rendir pleitesía a ERC. La reunión se celebrará con toda solemnidad en el palacio de la Generalitat con la imagen de bilateralidad que tanto gusta al Gobierno catalán. La relación de Sánchez con ERC y Junts es como las carreras de camellos de las ferias en las que tras avanzar un camello lo hace el otro para ponerse a la misma altura y que ninguno quede rezagado.

ERC necesita que la reunión sea para Sánchez, como mínimo, tan humillante como la reprimenda que Puigdemont le infringió esta semana desde la tribuna del Parlamento Europeo afeándole que no hubiera conseguido la oficialidad del catalán en Europa.

Las elecciones catalanas se acercan y ERC, hundida en las encuestas, necesita un golpe de efecto que dé opciones a Aragonès, si es que este no es desplazado como candidato por Junqueras, cosa que probablemente sucedería en el caso de que la amnistía sea aprobada antes de la convocatoria electoral.

En la reunión del jueves, el plato estrella de Aragonès será la solicitud de un referéndum. Para ERC una consulta de autodeterminación, con todos los efectos legales, no es rentable, dado que deberían llevarse a cabo muchas modificaciones legislativas y la misma, si se llegara a llevar a cabo, sería dentro de demasiado tiempo. Los republicanos necesitan muestras inmediatas y constantes de la sumisión de Sánchez para demostrar a sus votantes que ellos son tan inmisericordes con Sánchez como sus adversarios de Junts.

El PSC y ERC han encontrado una solución para convocar un referéndum

El PSC y ERC han estado preparando la reunión los últimos días y las direcciones de ambos partidos parecen compartir la solución de convocar una consulta no vinculante invocando la ley autonómica 10/2014 de consultas populares no refrendarias. Esta ley permite al presidente de la Generalitat o al Parlamento autonómico convocar en un breve plazo de tiempo un referéndum con una pregunta binaria que no tenga consecuencias legales directas.

Este tipo de convocatoria permitiría saciar, temporalmente, a ERC y convocar un referéndum legal con una pregunta del estilo: «¿Cree Vd. que es preciso modificar el encaje de Cataluña en España?». El resultado no sería vinculante y permitiría al PSC, ERC, Junts y los Comunes hacer campaña conjuntamente por el 'sí'. El PSC es un partido que, como se ha visto en las recientes reformas para blindar la inmersión lingüística, está cómodo formando parte del consenso nacionalista.

Por su parte, ERC lo ve con buenos ojos, dado que consideran evidente que, con una consulta de este estilo, con amparo legal, habría participación de los ciudadanos partidarios del 'no' y eso avalaría el referéndum. Además, ERC cree que la victoria del 'sí', apoyada por todos los partidos que sustentan a Sánchez en el Congreso de los Diputados, sería un aval indiscutible para abrir el melón de la convocatoria de un definitivo referéndum de autodeterminación.

Fuentes del entorno de la presidencia de la Generalitat hacen hincapié en que, si bien la ley dispone que el referéndum no es vinculante, el artículo 8 de la misma establece que el Gobierno autonómico, una vez celebrado el referéndum, tiene dos meses para pronunciarse sobre la incidencia del mismo. Dicho de otro modo, tras una consulta en la que haya una mayoría que avale la «reforma» de la relación de Cataluña con el resto de España, desde la Generalitat se verían facultados para reclamar la autodeterminación.

La ley de consultas catalana, siguiendo el modelo de la ley escocesa, permite votar a los mayores de 16 años y otorga derecho al voto a todos los ciudadanos que lleven un mínimo de un año empadronados en Cataluña.

Desde Junts rechazan la fórmula que propone ERC para evitar que estos se apunten ningún éxito en la negociación con Sánchez, y desde otros sectores del separatismo, como la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que ha anunciado la presentación de una candidatura propia a las elecciones autonómicas, también se rechaza la fórmula propuesta por ERC por considerar que el verdadero referéndum ya se celebró el 1 de octubre de 2017, la independencia resultó ganadora y ahora solo queda implementar de forma efectiva la separación.