Pedro Sánchez y Pere Aragonès, en la galería gótica del Palau de la Generalitat antes de su reuniónEFE

El laberinto catalán

Semana clave en el juicio de Pegasus para conocer si Sánchez sabía que se estaba espiando a sus socios de ERC

El informe de Citizen Lab, un think tank de la Universidad de Toronto, sobre el que se basa la denuncia de Aragonès, está siendo cuestionado a nivel internacional por la falta de independencia y poca ética de los autores

Paz Esteban, ex directora del CNI, cesada por Pedro Sánchez el 10 de mayo de 2022 por exigencia de ERC, declara como imputada el próximo 26 de enero en el marco de una denuncia presentada por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès. Ante las acusaciones de espionaje mediante el programa Pegasus el Gobierno de Sánchez utilizó a Esteban de fusible para intentar atajar la crisis.

La querella de Aragonès se basa en el informe de Citizen Lab (Universidad de Toronto). Dicho informe está en entredicho por las múltiples sospechas de que fue encargado directamente por los independentistas, pagado mediante organizaciones superpuestas y por su falta de rigor científico.

El tribunal de Barcelona que lleva el caso ha pedido al Supremo que confirme que el juez Pablo Lucas, responsable en el Tribunal Supremo de dar autorización a las peticiones del CNI, dio el visto bueno a la intervención del teléfono del entonces vicepresidente de la Generalitat y ha solicitado la resolución judicial autorizando la injerencia sobre Pere Aragonès.

El Gobierno, cediendo a presiones de ERC, en el Consejo de Ministros celebrado el pasado día 16 ha desclasificado la autorización, lo que puede convertirse en un boomerang para el Ejecutivo, dado que podría ser la certificación de que el Gobierno encabezado por Sánchez estaba al corriente de que se estaba espiando a su socio republicano. Alegando cuestiones de seguridad, el Gobierno se ha negado a facilitar la información de cómo se realizó el pinchazo del teléfono y si se usó Pegasus.

Esteban ya compareció en el Congreso, a puerta cerrada, donde indicó que la investigación era legal y autorizada por el Tribunal Supremo. Asimismo apuntó a que se realizó en el momento en el que Tsunami Democràtic había tomado las calles como reacción a la sentencia del procès que llevó a la cárcel a Junqueras, Turull, los Jordi, etc…

Citizen Lab, un actor de parte a favor del independentismo

El informe de Citizen Lab, un think tank de la Universidad de Toronto, sobre el que se basa la denuncia de Aragonès, está siendo cuestionado a nivel internacional por la falta de independencia y poca ética de los autores. Así, por ejemplo, el 30 de junio de 2023 un representante de Citizen Lab, John Scott Railton, participó en Ginebra en una rueda de prensa junto a Jordi Cuixart, exlíder de Ómnium.

El trabajo de Citizen Lab fue rechazado por un estudio de la Northcentral University de EE.UU. Bajo el título 'Destapando Citizen Lab, una revisión analítica y técnica, desaprobando el catalangate', el informe concluye que es un trabajo poco solvente y con contradicciones éticas.

La Northcentral denuncia como intolerable que Citizen Lab aceptara donaciones de Fundación Sociedad Abierta, una organización que a su vez ha recibido financiación desde Cataluña para realizar documentales como 'Cataluña: España al borde de un ataque de nervios'.

El Gobierno de Ontario investiga las irregularidades de Citizen Lab

La falta de transparencia de Citizen Lab es tal que la comisaria para la información y protección de la vida del estado canadiense de Ontario ha nombrado un mediador para que resuelva la petición de que se haga público que personas y entidades financian el funcionamiento e investigaciones de Citizen Lab.

El 'catalangate', una campaña orquestada

Las sospechas de que el llamado catalangate es una campaña orquestada han crecido cuando se ha sabido que el dominio catalangate fue comprado por la Asamblea Nacional Catalana en enero de 2022 cuatro meses antes de que The New Yorker publicara el reportaje que dio pie al caso catalangate al que Sánchez ha dado credibilidad para satisfacer a sus socios separatistas. Tras la compra del dominio el think tank de la Universidad de Toronto contrató a Elies Campo, quien a la postre sería el director del informe. Militante de Ómnium Cultural y activista independentista es quien ha construido la app de Tsunami Democràtic y no contaba con experiencia alguna como investigador internacional.

Campo se inventó su CV al afirmar que había trabajado para Telegram, extremo que la propia empresa ha desmentido. Las investigaciones del informe de Citizen Lab se realizaron en un tiempo récord y el equipo investigador jamás tuvo un solo terminal presuntamente infectado en sus manos.

Metodología de investigación insolvente no homologable a nivel internacional

El profesor de la UNED y de la LSE, Juan José Olivas, señala que solo 4 de las 65 presuntas infiltraciones han podido ser demostradas y que el informe de Citizen Lab para ser valido debería haber sido ratificado por una autoridad independiente, cosa que no ha sucedido.

El informe de Citizen Lab no superaría las mínimas exigencias de rigor de la Agencia de la Unión Europea para la ciberseguridad (ENISA), dado que no hay información sobre la cadena de custodia de las pruebas. El trabajo de la Universidad de Toronto vulnera el protocolo Berkely de la ONU sobre el código abierto digital de investigaciones que establece que los investigadores deben ser responsables, competentes y objetivos. El trabajo tampoco cumple con los parámetros del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de los EE.UU. debido a que no hay evidencias de cómo se analizaron los teléfonos.

Ninguna de estas irregularidades parece preocupar al presidente del Gobierno. Tras su frase «la verdad es la realidad» no está en situación de negar nada a sus socios porque su realidad es que su supervivencia política depende del ánimo de sus socios independentistas.