Paula Andrade

Cataluña

Plataforma per la Llengua lo vuelve a hacer: ahora espía a niños en los entornos de ocio

Ha elaborado un estudio, junto con el Consejo Nacional de la Juventud de Cataluña, en el que se recogen 3.954 conversaciones entre los niños, o entre los niños y monitores

La llamada ONG del catalán ha presentado un informe en el que analiza la lengua que utilizan niños y monitores en esta ocasión en entornos más de ocio, en casales y esplais. Para ello ha utilizado el método de «la observación no participante» durante las actividades que se llevaban a cabo, lo que les ha permitido recoger casi 4.000 conversaciones entre los menores, o entre los niños y sus monitores. Desde la entidad dejan claro que ni los esplais ni los casales «sabían cuál era el tema concreto de estudio, para evitar que el comportamiento lingüístico fuera diferente del habitual».

Lo cierto es que la intención era recoger información de tipo cuantitativo, como el número de conversaciones, la lengua utilizada y «más información sobre los interlocutores»; pero también cualitativo, como, por ejemplo, en qué contexto se daban los cambios de lengua, los motivos, y el perfil de estas personas. Pero la labor no se queda ahí. Y es que además de escuchar las conversaciones ajenas, grababan, mediante una nota de voz, aquellas que cumplían los criterios marcados por Plataforma: subordinación lingüística y cambio de lengua; distribución funcional de los usos lingüísticos y el papel de referentes lingüísticos de los monitores y los responsables.

Y todo ello, según denuncia la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), sin la autorización de las familias y sin que los monitores lo conocieran. Desde la entidad se han preguntado si los centros dieron su consentimiento para que estas personas ajenas a la actividad pudieran estar presentes y elaborar el estudio. De ahí que la AEB esté haciendo las gestiones oportunas para denunciar «ante las autoridades competentes: Defensor del Pueblo, Agencia Protección de Datos y la Fiscalía, este ‘estudio’ a menores entre 5 y 18 años que son incluso grabados en sus actividades, sin autorización de las familias».

«Inquisidores lingüísticos»

Lo ha avanzado la presidente de la AEB, Ana Losada, quien ha destacado que «el propio estudio reconoce que han participado sin saberlo 1.400 personas, de las que 1.200 son menores de edad». Y ha lamentado que, una vez más, se utilice «a los menores sin autorización de los padres para hacer de inquisición lingüística en los ratos de ocio de los niños. Es increíble que pueda ocurrir por segunda vez en Cataluña».

Y, efectivamente, esta es la segunda vez. En la primera, en 2021, llegó a espiar a los alumnos en diferentes colegios mientras disfrutan de la hora del patio para así conocer quién habla en catalán, quién en castellano y en qué porcentaje lo hacen en cada idioma. Así lo hizo en una escuela de Valls (Tarragona). Después de numerosas horas de seguimiento a los menores, concluyeron que el 59 % de los alumnos se comunicaba entre ellos en español, por un 39,4 % que lo hacía en catalán, algo «aterrador», en palabras de Plataforma.

Las subvenciones públicas de Plataforma

Y recordemos que la llamada ONG del catalán ha recibido desde 2018 más de tres millones de euros en subvenciones públicas. Concretamente, 29 subvenciones que ascienden a los 3.321.191,53 euros. Más de la mitad se trata de subvenciones directas, «a dedo». Así lo denuncia el grupo parlamentario de Vox, que ha exigido que se ponga fin al reguero de dinero público que recibe Plataforma. También el Ayuntamiento de Barcelona les ha concedido subvenciones que ascienden a 60 mil euros en los últimos cuatro años.

El estudio

Y en cuanto a este último estudio, que se ha elaborado junto al Consejo de la Juventud de Cataluña, recoge que «1 de cada 2 conversaciones entre niños en esplais de Cataluña son en catalán, lo que representa el 54 % de las conversaciones». El resto, la mayoría, se hacen en castellano.

Se ha observado que cuando los niños se dirigen a los monitores lo hacen en catalán en un 73 % de las conversaciones, y que los menores cambian del catalán al castellano como un «patrón de comportamiento bastante repetido durante las conversaciones».

Cerca de un 70 % de las conversaciones en esplais se producen en catalán y un 30 % en castellano, y en el caso de los niños el porcentaje de uso del catalán es del 64 % en el total de conversaciones en las que intervienen y sube al 35 % en castellano.

En este sentido, la comisaria general de Minyons Escoltes i Guies de Catalunya, Maria Vilàs, ha reivindicado el asociacionismo educativo como un espacio de «resistencia» en el que monitores y responsables juegan un papel esencial para ayudar al catalán: «es la relación entre niños y jóvenes donde se tiene que poner el foco».