Cataluña
Lío interno en Junts: expulsan a una diputada afín a la presidenta, Laura Borràs
Cristina Casol había denunciado al grupo parlamentario por «acoso por razón de sexo»
Borràs va perdiendo peso dentro del partido y en el Parlament
Las aguas bajan revueltas en Junts per Catalunya. La ejecutiva del partido ha dado luz verde a la expulsión de la diputada Cristina Casol, que había presentado una denuncia por acoso por razón de sexo. El problema es que la Oficina de Igualdad del Parlament ha archivado esta denuncia por no poder acreditar estos hechos, si bien es cierto que en su informe se habla de «machismo». Tras esta decisión, la ejecutiva ha decidido echar a Casol con 29 votos a favor y ocho en contra.
Casol no tiene intención de renunciar a su acta y se mantendrá como diputada no adscrita durante el año que queda de legislatura. Hay que tener en cuenta que es afín a la presidenta de Junts, Laura Borràs, que cada vez va perdiendo más apoyos dentro del grupo parlamentario y del partido, teniendo en cuenta el claro resultado de la votación en la ejecutiva de Junts, y que ha permitido expulsar a Casol.
Pero aún hay otro tema pendiente, el de la también diputada (es secretaria de la Mesa) y vicepresidenta de Junts, Aurora Madaula, que es una reconocida borrasista. Ella también presentó hace unos días una denuncia por acoso y «violencias silenciosas» en contra de miembros de su grupo parlamentario. De hecho, también estaba previsto que se tratara la situación de Madaula en la ejecutiva, pero el debate se ha pospuesto. Y es que se encuentra de baja médica después de que la presidenta del Parlament, Anna Erra, que también es de Junts, la invitara a que dejara su cargo en la Mesa, la invitó a que diera «un paso al lado».
Y Madaula, a través de las redes sociales, no ha desaprovechado la ocasión para echar un poco más de leña al fuego al mostrar su apoyo a Casol y dejar claro que «tenemos un problema si quien tiene que hacer las leyes no las conoce ni las aplica en sus entornos. La violencia machista dentro del ámbito político está bien descrita y se adecúa muy bien con esta situación».
Laura Borràs pierde peso
¿Cómo están las cosas en Junts? Tras conocerse el archivo de la denuncia, 26 de los 32 diputados de Junts trasladaron la petición de renuncia como diputada de Casol. Una veintena lo hicieron a través de una carta a Jordi Turull, que es el secretario general de la formación; a Albert Batet, que es el presidente del grupo parlamentario, y a Mònica Sales, la portavoz parlamentaria.
Esto demuestra que a Borràs solo le quedan unos pocos afines en la cámara catalana, como Jaume Alonso Cuevillas, Francesc de Dalmases o Aurora Madaula, cuya continuidad pende de un hilo. Una pérdida de poder de la presidenta de Junts que también tiene su reflejo en la ejecutiva del partido, que ha decidido por una mayoría muy amplia la expulsión de Casol. De hecho, solo los borresistas se han opuesto a esta medida, además de Borràs o de Madaula, David Torrents, Jaume Alonso-Cuevillas, Ester Vallès o Montserrat Caupena. Después de que fuera condenada por corrupción, la pérdida de poder de Laura Borràs dentro de Junts es más que evidente.
Pero la situación tampoco es nueva. Cuando la líder de Junts intentó aferrarse a su cargo como presidenta del Parlament tras la condena, Magda Oranich, abogada y presidenta de la Comisión de Garantías de Junts, ya dejaba entrabar que Borràs estaba sola, al menos en este caso, y que solo los suyos la seguían apoyando. «La mayoría de Junts piensa como yo», llegó a asegurar en una entrevista en el diario Ara.
Lo cierto es que Oranich tampoco ve ahora acoso a las dos diputadas, que, en cualquier caso, no presentaron la denuncia ante su partido, sino ante el Parlament. Y es que, recordemos, fue Oranich la que concluyó en octubre de 2022, que otro diputado borrassista, Francesc de Dalmases, había intimidado a la subdirectora de un programa de Tv3, porque en este espacio se le había preguntado a su jefa, a Borràs, por el caso de corrupción por el que ha sido condenada, por trocear contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes. Oranich denunció presiones de Laura Borràs por la elaboración del informe.
Está por ver si ese enfrentamiento de Borràs con Jordi Turull y Albert Batet va más allá y tiene consecuencias más graves, hasta el punto de que pueda haber una escisión en Junts per Catalunya. No hay que perder de vista que la expresidenta del Parlament cuenta con la simpatía de las bases por su apuesta, siempre decidida, por la confrontación abierta con el Estado, tal y como ella lo define. Y recordemos también que la ANC, que también apuesta por la línea dura, quiere impulsar una lista cívica a la que podría incorporarse Borràs.