El líder de ERC, Oriol Junqueras, y el de Junts, Carles Puigdemont, en una imagen de archivoEuropa Press

Elecciones Cataluña 2024

Seis listas independentistas concurrirán a las elecciones catalanas

La extrema derecha secesionista, que se caracteriza por la hispanofobia y sus postulados antiinmigración, se presenta dividida en dos formaciones

El independentismo concurrirá fraccionado en seis candidaturas a las próximas elecciones autonómicas catalanas. La división podría haber alcanzado las siete listas en el caso de que los militantes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) hubieran apoyado la propuesta de su dirección de presentarse a las elecciones del 12 de mayo. Sin embargo, los miembros de la ANC rechazaron concurrir a las elecciones como agrupación electoral por un estrecho margen de 98 votos.

Los tres eurodiputados de Junts concurrirán por separado en dos listas de tinte populista, Puigdemont y Comín liderarán la lista de Junts mientras la tercera eurodiputada, la exconsejera de educación, Clara Ponsatí, se ha aliado con el filósofo Jordi Graupera y han formado un partido, Alhora, que acusa a Puigdemont de autonomista y de no tener verdadera voluntad de llevar a Cataluña a la independencia.

Graupera ya intentó, sin éxito, entrar en el Ayuntamiento de Barcelona en 2019 con el apoyo de la ANC. Si bien Alhora no tiene opciones de obtener ningún escaño, los miles de votos que logre serán a costa de Junts en la provincia de Barcelona. Y a la postre podrían ser decisivos para que Puigdemont alcance la primera posición en las elecciones o quede por detrás del candidato socialista, Salvador Illa.

La extrema derecha secesionista, que se caracteriza por la hispanofobia y sus postulados antiinmigración, se presenta también dividida en dos listas. Por un lado, Aliança Catalana: de la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols, y por el otro el Front Nacional de Catalunya, inspirado en el partido de Marine Le Pen. Orriols ha conseguido una importante notoriedad y es uno de los quebraderos de cabeza de Junts dado que puede restarle votos e incluso algún diputado tanto en Gerona como en Barcelona.

En el otro extremo, la CUP –de extrema izquierda independentista y de inspiración filocastrista y estalinista– cuenta actualmente con nueve escaños que fueron decisivos para investir a Pere Aragonès. Los cupaires llegan a las elecciones sumidos en una crisis de liderazgo y de apoyo tras retroceder en las municipales y perder sus dos diputados al Congreso en las elecciones de julio. Su objetivo no es otro que no quedar fuera del Parlamento catalán y ser clave en una posible investidura de Puigdemont; poniendo sobre la mesa la declaración unilateral de independencia como condición sine qua non.

Finalmente, ERC repite con Pere Aragonès como candidato tras la renuncia de Oriol Junqueras a encabezar la lista republicana. Algunas fuentes señalan que Junqueras, consciente de la derrota que sufrirá ERC, ha preferido que sea Aragonés el que asuma el fracaso. Los republicanos no habían ocupado la presidencia de la Generalitat desde la segunda república, en 1939, con Lluís Companys, y su etapa de Gobierno ha finalizado antes de lo previsto ante la imposibilidad de aprobar los presupuestos de la Generalitat.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés (i) y el presidente de ERC Oriol Junqueras (d)EFE

Entre ERC y Junts solo hay un escaño de diferencia y los de Aragonés han sufrido importantes retrocesos en las dos últimas convocatorias electorales. Ahora su reto es volver a ganar a Junts, pero si Puigdemont es el candidato de su archienemigo el objetivo se antoja difícil.

En las últimas elecciones autonómicas las tres fuerzas independentistas que obtuvieron representación lograron 74 de los 135 escaños del Parlamento catalán, un 48 % del voto y más de 1,3 millones de sufragios. Desde 1980 hasta 2017 las fuerzas nacionalistas –CiU y las marcas creadas a posteriori como Junts per Si– han ganado todas las elecciones autonómicas. En las dos últimas convocatorias, en 2017 y 2021 la victoria fue para C’s y el PSC respectivamente, pero en ninguno de los dos casos lograron formar gobierno dado que las fuerzas independentistas pactaron para lograr la cifra mágica de 68 escaños que da acceso al despacho noble del Palau de la Generalitat en la plaza de Sant Jaume de Barcelona.

Tras el abandono de Junts del Gobierno catalán en otoño de 2022, la reedición de un pacto entre ERC y Junts se antoja difícil, pero en la alambicada y barroca política catalana nada es descartable.