Ilustración catalánPaula Andrade

Cataluña

Un grupo de padres se une para «blindar» la inmersión en catalán, porque está «desapareciendo»

Algunos de ellos consideran que se está imponiendo la «inmersión en castellano», sobre todo fuera del aula

El Parlamento Europeo ha propinado un varapalo importante al modelo de inmersión lingüística solo en catalán con la aprobación del informe elaborado por los miembros de la misión de eurodiputados que visitaron Cataluña para comprobar los efectos de la inmersión. En el documento, se pide que se garantice un trato equitativo, igualitario, entre castellano y catalán en las escuelas de Cataluña; también censura las dificultades que se encuentran las familias que piden más educación en castellano, que hasta son perseguidas por este motivo; y también se exige que se aplique las sentencias que obligan a que al menos un 25 % de las clases se den en español.

El informe es un cuestionamiento en toda regla al modelo de inmersión que, sin embargo, defiende a ultranza las administraciones en Cataluña, y en especial la Generalitat. Pero no solo. También hay padres que consideran que este modelo está «desapareciendo» de los centros escolares, se está «aflojando» en el uso del catalán. Y ante este panorama, han decidido unir fuerzas para «activar la inmersión».

Este grupo de familias se aglutina en la «xarxa de famílies pel catalá» (red de familias por el catalán). Se presentan como «madres y padres organizados para defender el catalán en escuelas e institutos». Y es que consideran que el uso de esta lengua «está retrocediendo en la mayoría de centros educativos catalanes, ya sean públicos o privados». Y eso, aseguran, está dificultando el aprendizaje del catalán, que «no se aprende correctamente si no se utiliza».

Usos lingüísticos de alumnos

Además, consideran que desde hace unos años se «han relajado» las medidas para garantizar «una correcta docencia» en catalán, en lo que respecta al idioma usado por los profesores, pero también con relación al material que se utiliza en el aula. Y también se ha «descuidado», dicen, el uso del catalán en la comunicación con las familias o en las actividades de los centros. En definitiva, les parece que esta lengua se utiliza poco en las escuelas.

Por este motivo, piden que se «incida» de forma «directa e intencional» en los usos lingüísticos del alumnado «a partir de la interacción alumno-docente y alumno-alumno». También pide un acuerdo «que comprometa al equipo docente y a la inspección educativa a implementar una correcta docencia en catalán y una inmersión lingüística eficaz, que fomente el conocimiento y el hábito de hablar y mantener el catalán entre el alumnado». Piden que se «despliegue» de forma «valiente y decidida» la «metodología inmersiva».

Estos padres, además, dan una serie de consejos que hay que tener en cuenta para conseguir la «implicación» de los centros, si es que no atienden sus demandas, o incluso plantean poner una denuncia a la Inspección Educativa para «obligarla» a intervenir, según el caso.

Qué se habla en el patio o en los pasillos

Así, por ejemplo, piden que se recopile información, que averigüen «en qué idioma se hacen las asignaturas, en qué idioma se dirigen los docentes a los alumnos, en qué idioma atienden en conserjería y secretaría, y también cómo se comunican los monitores de comedor». Pero no solo quieren tener esos datos dentro del aula, sino también quieren saber en qué idioma se imparten las actividades extraescolares que gestiona la AFA o que se lleven a cabo en las instalaciones del centro; «en qué idioma se relaciona el alumnado, ya sea en los espacios informales como el patio, comedor, pasillos, ya sea en el aula haciendo trabajos en grupo, manteniendo debates, o experimentando en los ambientes en infantil».

Y con toda esa información, pide que se compare con lo que recoge el Proyecto Lingüístico del Centro (PLC), que se escriba a la dirección de la escuela si es que hay alguna «discrepancia». Y si no se atienden la quejas de las familias, ya plantean interponer una denuncia ante la Inspección Educativa. Y todo ello, para hacer frente a lo que algunos de estos padres dicen que está sucediendo: la inmersión en castellano.