Salvador Illa (PSC) y Josep Rull (Junts), durante el debate preelectoral organizado por PIMECEFE/ Quique García

Elecciones en Cataluña

Illa busca desmarcarse de Junts y ERC mientras la amnistía encara su recta final

El candidato del PSC insiste en que un pacto de los partidos independentistas sería «la destrucción mutua asegurada para Cataluña»

A una semana de que arranque oficialmente la campaña electoral en Cataluña, los socialistas muestran una división patente en su relación con los independentistas. Por un lado, a nivel nacional, Pedro Sánchez mantiene la mano tendida, con la ley de amnistía salvando escollos: el último, este lunes, con el anuncio del rechazo por parte del Congreso al conflicto planteado por el Senado acerca de la cuestión.

Por otro lado, a nivel autonómico, el líder del PSC y candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, endurece su lenguaje al referirse a Junts y ERC. El mismo lunes, en un coloquio en el Círculo Ecuestre de Barcelona, Illa reprochaba a estos dos partidos que, aunque han «incomodado mucho al Gobierno, no han conseguido nada para Cataluña».

En respuesta a las acusaciones de los partidos independentistas –que le tildan de mero delegado» del Ejecutivo de Sánchez–, Illa insistía: «Los éxitos de Cataluña no se definen en función de si incomodas o no al Gobierno», dijo, cargando contra los malos resultados educativos, la falta de preparación ante la sequía o el poco desarrollo de energías renovables.

«Destrucción mutua asegurada»

En este sentido, ironizó sobre la posibilidad de una nueva alianza entre Junts y ERC –«han estado 10 años juntos, con todas las fórmulas posibles, con la presidencia de Junts, con la de ERC, yendo juntos en coalición, y no ha funcionado nada»–, y reiteró su advertencia de que un nuevo acuerdo entre los dos partidos independentistas sería «la destrucción mutua asegurada para Cataluña».

Más allá de esta aparente contradicción a nivel nacional y autonómico, no obstante, Illa insistía en que su eventual presidencia de la Generalitat estaría marcada por la voluntad de colaborar con Sánchez, con quien –recordó– tiene «muy buena relación», también en lo personal. «Yo defenderé los intereses de Cataluña, pero no mido mi éxito por si incomodo mucho o poco a alguien», concluía en el Círculo Ecuestre.

El expresidente de la Generalitat y candidato de Junts a las elecciones catalanas, Carles PuigdemontEuropa Press

Respuesta a Puigdemont

El tono bronco de Illa encuentra eco en Carles Puigdemont, candidato de Junts, que esta semana amenazaba también con dejar caer a Sánchez en caso de que Illa impidiese un gobierno catalán independentista tras los comicios. «Si hace un Collboni», advertía el expresidente catalán, «ya sabe cuáles son las consecuencias». Frente a esto, el socialista se limitó a desdeñar «el tono de amenaza» usado por Puigdemont.

La respuesta de Illa, también aquí, sí está alineada con el mensaje que quiere transmitir el partido. La portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Esther Peña, restaba importancia a las palabras de Puigdemont, diciendo que no eran más que una «exageración» con «toque de chulería» en periodo preelectoral. Una «hipérbole» que «convierte el ambiente en ciertamente irrespirable», quiso zanjar en rueda de prensa.