Puigdemont exigirá a Sánchez que le invista presidente de la Generalitat o dará por terminada la legislatura

El circo electoral se trasladará la próxima semana del Cantábrico al Mediterráneo, y tras el recuento de esta noche en el País Vasco el próximo viernes empezará la campaña electoral en Cataluña.

Todos los partidos han puesto el pie en el acelerador y ERC y Junts compiten por cuál de los dos es más independentista y más exigente con Pedro Sánchez. Los republicanos han presentado las líneas maestras de su programa electoral, que incluye la celebración de un referéndum. Mientras ERC evita en su programa hablar de la vía unilateral qué sí incluía su propuesta electoral en 2021, Junts ha presentado un manifiesto que califica el referéndum del 1 de octubre como legítimo y considera que Puigdemont fue «destituido ilegalmente por el Gobierno español por haber atendido la voluntad de una ciudadanía movilizada en la calle y haber impulsado un proceso democrático de emancipación nacional democrático y pacífico».

El manifiesto de los seguidores de Puigdemont no solo reúne a los abajo firmantes habituales del entorno post convergente, sino que suma incluso a antiguos dirigentes de ERC como Angel Colom, que fue candidato a la Presidencia de la Generalitat, o el ex director de Política Lingüística Bernat Joan. El prófugo candidato ha reunido alrededor de su manifiesto desde excargos del PSC, como el historiador Jaume Sobrequés, hasta dirigentes vinculados históricamente a Iniciativa, hoy Sumar-Comuns, como Jaume Nualart.

Puigdemont se siente fuerte. Los nervios se han apoderado de ERC. En el sur de Francia, donde Junts ha instalado su cuartel de campaña cual ejército que prepara la invasión de un territorio vecino, hay optimismo y consideran que la política declarativa de subir el tono les está dando un buen resultado.

En el equipo de campaña que dirige Albert Batet no hay especial preocupación por alcanzar a Salvador Illa en las encuestas. Para Junts lo importante es quedar primero entre las fuerzas independentistas para poder exigir que Puigdemont sea nombrado candidato a la presidencia como principal fuerza del bloque independentista.

Puigdemont y su equipo creen que el actual empate a 32 escaños entre ERC y Junts se decantará a favor suyo por una diferencia de entre 6 y 10 diputados y que en esas circunstancias podrán afrontar una investidura en la que estarán en condiciones de pedir el apoyo del resto de fuerzas independentistas, ERC, CUP y quizás Aliança Catalana.

Los de Junts están crecidos y no paran de afirmar que todo aquello que Sánchez ha calificado de imposible, como la amnistía o los indultos, al poco tiempo sucede

El equipo de campaña de Junts no las tiene todas consigo de que las fuerzas independentistas alcancen los 68 escaños que permiten la investidura y tampoco confían en que ERC les preste su apoyo. El líder de Junts entre sus ítems de campaña planteará el riesgo de que ERC forme un nuevo tripartito con el PSC y los Comunes-Sumar presentando a los republicanos como un partido sometido a Pedro Sánchez.

En todo caso Puigdemont, si confirma su condición de principal fuerza independentista, exigirá a Pedro Sánchez que sus diputados en el Parlamento catalán faciliten su investidura. En Junts están decididos a que, en caso contrario, la legislatura toque a su fin y recuerdan que los acuerdos firmados en Bruselas y Suiza con Santos Cerdán solo garantizan la investidura y que por lo demás «como Simeone, vamos partido a partido».

Los independentistas de Junts están crecidos y no paran de afirmar que todo aquello que Sánchez ha calificado de imposible, como la amnistía o los indultos, al poco tiempo sucede, y creen que es indiferente que a lo largo de la campaña Illa les ataque o diga que no pactará con ellos. Tras el 12 de mayo están convencidos de que Sánchez cederá lo que sea necesario a cambio de prolongar la legislatura.