Unidad, libertad lingüística, seguridad y fin del «despilfarro»: las claves del programa de Vox para Cataluña

Para Vox, el 12 de mayo es una cita decisiva en la que se elegirá el rumbo de Cataluña, y llama a votar a los catalanes «en defensa propia». Con este lema de campaña, el partido de Santiago Abascal con Ignacio Garriga a la cabeza sale a reivindicar la identidad de Cataluña, y por ende de España, frente al «proceso de destrucción» que, según denuncia, viene produciéndose en la región por las políticas de los gobiernos de separatistas y socialistas.

En la cuestión donde Vox más ha puesto el foco en esta campaña ha sido en la inmigración ilegal y masiva y sus consecuencias. Abascal la ha llegado a definir como «la madre de todos los problemas» por sus efectos en la seguridad, en la prosperidad económica, en la convivencia y en la identidad. Ante esto, proponen expulsar a todos los inmigrantes ilegales y a los legales que cometan delitos graves o reincidan en los delitos leves, suprimir las ayudas públicas a inmigrantes en situación ilegal y las subvenciones a ONGs y asociaciones que la promuevan y acabar con las políticas de efecto llamada. Y también defienden dar prioridad nacional en el acceso a ayudas sociales y en ayudas para el acceso a la vivienda, entre otras medidas.

Además de la inmigración, otro problema que afecta especialmente a Cataluña y contribuye a la inseguridad creciente en los barrios es la okupación, El partido recalca que de cada cinco ocupaciones ilegales que se producen en España dos son en la región. Contra esta lacra, en su programa se comprometen a garantizar «la intimidad e inviolabilidad de los hogares españoles», sacando de forma inmediata a los okupas de los domicilios y persiguiendo a las mafias de la okupación.

Por otro lado, y dentro de ese punto de medidas para llevar la seguridad a las calles de Cataluña, ante el incremento de las agresiones sexuales en manada y otros tipos de «violencia importada», Vox aboga por aumentar las penas para los delitos sexuales y por la prisión permanente para agresores y asesinos, así como una bajada de la edad penal, y también pone el foco en la asistencia y apoyo a las mujeres víctimas de violencia y en el sistema de protección de las menores tuteladas.

Punto principal en su oferta política es la defensa de la unidad y la concordia frente al proyecto separatista «basado en el odio, la insolidaridad y la mentira». Su objetivo es combatir el separatismo a todos los niveles, lo que se concreta por ejemplo en propuestas como la derogación de la normativa relativa a la memoria histórica, o de las políticas lingüísticas que imponen el catalán o lo utilizan como «instrumento de adoctrinamiento».

Quieren que los partidos cuyo fin sea la ruptura de España sean ilegalizados, y así lo han propuesto en las Cortes en varias ocasiones. También, que las instituciones vuelvan a estar al servicio de todos los catalanes y no de las «élites separatistas». En un contexto en el que se está tramitando la ley de amnistía, a la que se oponen de manera frontal, Vox defiende que quienes han cometido delitos paguen por ellos.

Sobre la cuestión de la lengua, se comprometen a garantizar el derecho a estudiar en español, así como a eliminar las subvenciones a asociaciones como Plataforma per la Llengua. «Con Vox, en ningún aula se señalará a ningún niño por hablar en español o en catalán», asegura el partido. Aboga por el uso en libertad de las dos lenguas propias de la región y por que el nivel de catalán no pueda ser en ningún caso un requisito esencial para acceder a un empleo público.

Por otro lado, también defiende la libertad de los padres para elegir el centro en el que quieren educar a sus hijos, así como su derecho a conocer y autorizar o no los contenidos de tipo ideológico o en materia afectivo-sexual que sus hijos vayan a recibir en las aulas.

En cuanto a la cuestión económica, Vox es partidario de acometer una drástica rebaja fiscal. El partido critica que Cataluña es la región con más impuestos propios, en total quince, que propone eliminar. Y, como defienden en el resto de regiones y a nivel nacional, aparejada a esa rebaja fiscal va una reducción radical del gasto político superfluo. Así, plantea acabar con las subvenciones a los sindicatos, partidos políticos, patronal y «chiringuitos ideológicos».

Ante la llamativa fuga de empresas de la región en los últimos años, la propuesta de Vox para revertirlo pasa entre otras cosas por acabar con la competencia desleal, la deslocalización, la inseguridad jurídica y el expolio fiscal, e impulsar medidas que «incentiven la confianza y credibilidad de las inversiones». Quieren fomentar el desarrollo económico y empresarial en las zonas que sufren despoblación y contemplan, por ejemplo, un plan de protección a autónomos para entre otras cosas simplificar los trámites que se les ha venido imponiendo.

El problema de la vivienda es otro muy notorio en Cataluña. La formación de Abascal denuncia que esta es la región con mayor déficit de pisos asequibles. A este respecto, entre sus medidas, proponen impulsar la liberación del suelo que no esté protegido, así como facilitar con deducciones fiscales que los jóvenes puedan comprar o alquilar una vivienda.

Otro de los ejes del programa de Vox es la defensa y protección del sector primario frente a la «criminalización» y las políticas verdes inspiradas en el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030. Como medida principal, se comprometen a derogar toda la normativa inspirada en ello, fruto del «ecologismo radical». Quieren fomentar las ayudas al sector primario, y también que se revisen los acuerdos comerciales con terceros países para suspender «inmediatamente» los que permitan la importación de productos que no cumplan con las exigencias fitosanitarias que se han impuesto a los productores españoles.

Y una cuestión acuciante que afecta al sector del campo es la sequía. «En España hay agua suficiente durante todos estos meses, lo que ha faltado es voluntad para llevarla a los territorios secos como, en este caso, Cataluña», subraya Vox, que denuncia una «gestión deplorable del agua» en la región. Considera urgente invertir en mejorar y conservar «la red de tratamiento, almacenamiento, transporte y suministro de aguas», y reitera su propuesta de impulsar un Plan Nacional del Agua para toda España así como la necesidad de invertir en las infraestructuras hidráulicas pertinentes.

También hacen hincapié en su programa en la importancia de recuperar la calidad de la Sanidad. En él contemplan varias medidas, que van desde la mejora de las condiciones laborales y de los salarios de los profesionales sanitarios o el fin de aquellas normas que promueven el «apartheid lingüístico», a la reducción de la burocracia.

Finalmente, el partido dedica otro de sus puntos programáticos a la promoción del turismo, un «turismo de calidad, respetuoso con nuestros barrios y sus vecinos de siempre, y compatible con el respeto al rico patrimonio natural de nuestra tierra», defiende. Propone para ello medidas fiscales, como eliminar la aplicación de la tasa turística, y, por otro lado, incluir la tauromaquia, hoy atacada desde el Gobierno, en la promoción turística de la región.