Santiago Abascal e Ignacio Garriga, en un acto electoral en CataluñaEuropa Press

Elecciones catalanas

Vox llega al cierre de campaña centrado en consolidar su posición en Cataluña y ve al PP «nervioso»

Si algo ha cambiado respecto a la campaña de 2021 y la de ahora es que, según reconocen en el partido, hoy Vox está normalizado en la región, a pesar de que aún se produzcan intentos de boicot en sus mítines

El objetivo de Vox en las elecciones de este 12 de mayo es consolidar la posición que lograron en Cataluña. Hace cuatro años, el partido, con Ignacio Garriga a la cabeza, irrumpía en el Parlamento catalán con nada más y nada menos que 11 escaños, y lo que es más, superando con considerable ventaja a Ciudadanos y al Partido Popular. Ahora, como señalan fuentes de la formación, concurren con la idea de consolidar esa fuerza y no les obsesiona quedar por debajo o por encima de los populares, que, según las encuestas, mejorarían notablemente los 3 escaños que lograron en 2021.

Estas fuentes apuntan también que podría suceder que aunque Vox crezca en porcentaje de votos pierdan un escaño, pero en cualquier caso son conscientes de que su proyecto es a largo plazo. Desde la formación, ven al PP «nervioso», lo que a su juicio le está llevando a «dar bandazos». Ponen como ejemplo su cambio de discurso en la recta final de la campaña respecto al tema de la inmigración.

En los últimos mítines, Santiago Abascal ha venido reprochando a Alberto Núñez Feijóo que ahora muestre preocupación por la inmigración ilegal cuando solo hace unas semanas su grupo parlamentario votó en el Congreso a favor de tramitar una iniciativa que pide regularizar a medio millón de personas en situación irregular.

Para Vox, el único reclamo del PP vendría a ser la llamada al voto útil, algo contra lo que se han manifestado desde Bambú en los diferentes procesos electorales del año pasado y este. En el caso de Cataluña consideran que ese discurso cae: si Vox sacara 11 escaños y el PP otros 11, por ejemplo, sumarían 22, lo que supera el máximo que han alcanzado los populares a lo largo de estas décadas en la región, 19 escaños.

Vox, que ha puesto el foco en la cuestión migratoria y en la inseguridad y la pérdida de identidad de los barrios que trae consigo una inmigración ilegal y descontrolada, sabe que donde tiene fuerza y va a crecer es entre el electorado más joven, y en las generaciones que aún no pueden votar pero lo harán en los próximos años. A su juicio, la juventud está siendo consciente de esa creciente inseguridad en las calles y muestra hartazgo ante el «adoctrinamiento» que reciben en los colegios respecto a cuestiones como la ideología de género.

Precisamente la denuncia de la inmigración ilegal y sus consecuencias han llevado a algunos a pensar que puede rivalizar con Vox un partido que podría entrar tras el 12-M en el Parlamento catalán, Aliança Catalana, de corte muy independentista y con un duro discurso contra la inmigración. Sin embargo, desde el partido de Abascal aseguran que «un partido independentista no le quita votos a Vox» y que de haber trasvase este en todo caso sería mínimo.

Este viernes cerrarán la campaña en la Plaza de Artós, en Barcelona, y lo hacen con buenas expectativas y una sensación de trabajo bien hecho tras haber recorrido toda la región y haber colocado un mensaje claro y rotundo. Si ha cambiado algo entre la campaña de 2021 y la de ahora es, según reconocen en el partido, que hoy Vox «se ha normalizado» en Cataluña. Hace cuatro años se vivieron episodios de violencia llamativos, como fue el caso de un mitin celebrado en Vic, y en esta ocasión, pese a que ha habido intentos de boicot de los actos electorales, la situación es diferente. Ahora son más los asistentes a los mítines o los participantes en mesas informativas que los radicales que les increpan.

Desde Vox subrayan que el partido «está mucho más fuerte» en Cataluña que en otros lugares. Prueba de ello es por ejemplo que en esta región crecieron de forma significativa entre las generales de 2019 y las últimas, las del 23-J. En julio del pasado año sumó casi 30.000 votos más que entonces. Dos meses antes, en las municipales del 28-M, pasó de 36.240 votos (el 1,03 %) que logró en 2019 a 150.653 (el 5, 01 %), lo que se tradujo en pasar de tres concejales, en el municipio de Salt (Gerona) a 124 y representación en los ayuntamientos de las cuatro provincias catalanas.