La hora de la verdad
Ocho claves de las elecciones catalanas que pueden cambiarlo todo para que nada cambie
La magnitud de la victoria de Salvador Illa, que se da por descontada, y las dudas sobre la capacidad del independentismo de sumar mayoría absoluta son los dos grandes enigmas, pero hay más
Una vez bajado el telón de la campaña electoral catalana, ahora toca esperar el veredicto de los más de 5,75 millones de ciudadanos que están llamados a las urnas este domingo primaveral. A diferencia de los comicios vascos de hace apenas un mes, en los que había más certezas que incógnitas, esta vez solo hay una cosa más o menos clara: Salvador Illa será el ganador en votos, a decir de todas las encuestas. Los diez principales enigmas de este tercer domingo electoral del año (y aún quedan las europeas) son:
La magnitud de la victoria de Illa
Los socialistas catalanes aspiran a una cifra no menor a 40 escaños en ningún caso. Sin embargo, su éxito habrá que medirlo también en función del resultado de Carles Puigdemont, cuyas expectativas se dispararon en los últimos días de la campaña. No sería lo mismo una distancia de 10 escaños entre el PSC y Junts que una de cinco o menos, porque los socialistas catalanes necesitan que sedimente el relato de que Cataluña ha pasado página.
Mayoría absoluta independentista o no
Ésta es, sin duda, la clave de bóveda de este 12-M, si Junts, ERC y la CUP consiguen o no sumar 68 escaños por sí mismos, algo que no vaticinan los sondeos. Ello pondría a Esquerra en la tesitura de tener que decantarse por Illa o por Puigdemont.
Las tres formaciones secesionistas firmaron esta semana un documento en el que se comprometen a no aceptar los votos de Aliança Catatana «ni por acción ni por omisión» para formar una mayoría de investidura, lo que limita aún más las opciones del independentismo de llegar a la mayoría absoluta. No en vano, lo previsible es que el partido de Silvia Orriols entre en el Parlament con al menos dos escaños. En cualquier caso, el papel lo aguanta todo y en campaña, más aún.
La suma de la izquierda
Esta clave está bastante más clara que la anterior. En principio, y salvo hecatombe de Esquerra o de los Comunes, el PSC alcanzará la mayoría absoluta de 68 escaños con ambos. Durante la campaña, Illa no quiso descartar algún tipo de acuerdo con Puigdemont. «No me gustan los vetos», señaló en la SER, en una entrevista en la que recordó que el PSC y Junts han colaborado en otras instituciones. No obstante, que Illa sea investido presidente de la Generalitat con los votos de Junts suena a política ficción.
La brusquedad de la caída de ERC
Todos los sondeos pronostican que Esquerra quedará por detrás de Junts, víctima de la polarización de estas elecciones entre Illa y Puigdemont. Las encuestas le han venido dando una pérdida de, al menos, ocho diputados, hasta quedarse con 25. De su resultado dependerá también su estrategia a partir de la noche del domingo, porque todo apunta a que tendrá la llave del Govern.
Si Pere Aragonés se hunde, es probable que ERC sea el menos interesado en una repetición electoral en octubre que le haría caer aún más. Pintan bastos para los de Oriol Junqueras, porque de tener que elegir entre Illa y Puigdemont se atisba cisma entre las dos almas de Esquerra: la más pragmática –modelo Gabriel Rufián– y la más independentista –modelo Marta Rovira–.
La reñida pugna en la derecha
El PP empezó la campaña por delante de Vox en las encuestas y haciéndose con la cuarta posición de forma más o menos clara. Sin embargo, a medida que transcurrieron los días la distancia se fue aminorando, hasta el punto de que algunos de los últimos trackings sitúan a Vox por delante. El partido de Santiago Abascal no cede terreno, y ello ha provocado no solo el nerviosismo en las filas populares, sino también varios bandazos en su estrategia.
La fuerza de Aliança Catalana
El partido de Silvia Orriols se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para Puigdemont, puesto que es a él a quien le está quitando votos. Que va a entrar en el Parlament ya no es ningún misterio. La duda es saber con qué fuerza y, sobre todo, si con la suficiente como para ser determinante para que el independentismo alcance la mayoría absoluta o no.
La desaparición de Ciutadans
El partido que ganó las elecciones catalanas de diciembre de 2017 con una candidatura encabezada por Inés Arrimadas lucha por su supervivencia en el lugar donde empezó todo con Albert Rivera. Y parece que va perdiendo el combate, porque los sondeos han sido tozudos y no le dan representación.
En marzo, Carlos Carrizosa –sobre todo, aunque no solo– frustró un acuerdo entre Cs y el PP para concurrir a estos comicios de la mano. Ello provocó la dimisión de su secretario general, Adrián Vázquez, que después pasó a integrar la lista de los populares a las europeas.
Participación e indecisos
Los anteriores comicios catalanes se celebraron en febrero de 2021, en plena pandemia, lo que redujo la participación al 53,6 % del censo, el más bajo. Ello favoreció la victoria del PSC en votos (en escaños empató con ERC) por la modesta movilización del independentismo. Esta vez se espera mayor participación.
En todas las elecciones, los que llegan al día señalado sin tener su voto decidido son importantes. En esta ocasión son vitales, puesto que se estima que un tercio de los electores no sabe aún por quién decantarse y duda entre tres opciones: el PSC, ERC y Junts.
Este domingo los catalanes tienen la palabra. Pero no la última palabra, que eso quedará para los pactos de despacho a partir del lunes.