Pere Aragonès, en el acto de final de campaña, en Tarragona.

Pere Aragonès, en el acto de final de campaña, en Tarragona.EFE

Elecciones en Cataluña

Aragonès, destronado por las elecciones que él mismo convocó y que confirman la caída libre de ERC

Los republicanos sufren un nuevo revés electoral, con una caída de 11 escaños respecto a los anteriores comicios

Desde que en 2021 Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se proclamasen como líderes del movimiento independentista, superando a Junts per Catalunya en las elecciones autonómicas, el partido de Oriol Junqueras y Pere Aragonès, actual presidente de la Generalitat, se ha enfrentado a un revés tras otro. Una caída libre electoral que se ha visto confirmada por los resultados de este 12 de mayo, en los que –con un 83% escrutado–, ERC ha obtenido el 13,7% de los votos, que se traduce en solo 20 escaños.

El resultado de los republicanos confirma la trayectoria descendente que preveían todas las encuestas, y que ya se había podido constatar las últimas veces que los catalanes fueron llamados a las urnas. En las elecciones municipales de mayo de 2023, la formación independentista se vio expulsada de su condición de fuerza más votada a nivel local: perdió unos 300.000 votos con respecto a 2019 y cayó a tercera posición, tras el PSC y Junts.

Poco después, como si fuera el «uno-dos» de un ring de boxeo, llegaron las elecciones generales de julio de 2023. Ahí ERC encadenó su segundo batacazo electoral, pasando de ser la primera fuerza catalana en el Congreso de los Diputados a la tercera, por detrás del PSC y de Sumar, aunque en esta ocasión su principal rival en la arena independentista, Junts, no logró superarles.

Puigdemont recupera el mando

No ha sido así este domingo: el partido liderado por Carles Puigdemont ha jugado sus cartas –filas cerradas en torno al retorno de su líder y épica del exilio unido a guiños al retorno de la antigua Convergència– y ha barrido electoralmente a una ERC desgastada por el gobierno en solitario y por una imagen de poca fuerza frente a Madrid. Desde el sur de Francia, el ex presidente ha destronado a Aragonès, recuperando por el camino el liderazgo entre el independentismo.

Durante la campaña, Aragonès –que había convocado las elecciones tras una negociación presupuestaria fallida– ha estado atacando con virulencia tanto al PSC como a sus ex socios de Junts. «Entre quienes dudan entre la izquierda o el país solo hay una opción con posibilidades de obtener la presidencia y que no hace escoger entre una de las dos», decía el viernes en el último acto de campaña, celebrado en Tarragona, en referencia a las dos fuerzas que, vistos los resultados provisionales, han superado ampliamente al republicano.

No obstante, la pérdida de 13 escaños –la mayor caída experimentada por un presidente de la Generalitat– llevará al partido, previsiblemente, a replantearse su liderazgo. Peligra, por tanto, Aragonès, que había expresado en campaña su voluntad de no entrar en una coalición si no era liderarla, algo que –vistos los resultados– no está sobre la mesa.

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