El primer secretario del PSC, Salvador Illa, en L'Hospitalet

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, en L'HospitaletEuropa Press

Política

La reunión entre ERC y PSC para investir a Illa acaba sin acuerdo, pero se emplazan a «seguir trabajando»

Los equipos negociadores seguirán activos mientras Rull abre una ronda de consultas de la que no saldrá ningún candidato

Como se había anunciado, los equipos negociadores de ERC y PSC se han reunido este martes para abordar la investidura de Salvador Illa. El encuentro –en el que han participado seis socialistas y seis republicanos, con Marta Rovira conectada desde Suiza– ha acabado sin acuerdo, y ambas formaciones han emitido un comunicado gemelo en el que se emplazan a «seguir trabajando».

La reunión se ha celebrado justo antes de que el nuevo presidente del Parlament, Josep Rull, comience la ronda de consultas a los partidos para sondear qué apoyos reúne cada candidato a la presidencia de la Generalitat. La falta de acuerdo entre ERC y PSC confirma las previsiones, y hace patente que mañana Rull no elegirá a ningún candidato a la presidencia, ni a Illa ni a Carles Puigdemont.

La decisión se conocerá este miércoles por la tarde, entre las 16 y las 17 horas, pero la aritmética parlamentaria deja patente que –salvo giro de guion de última hora– la ronda de consultas no dará ningún fruto. A día de hoy, ninguno de los dos principales candidatos cuenta con los votos necesarios, lo que llevará a Rull a poner en marcha la cuenta atrás de dos meses para conseguir una investidura.

En caso de que esta no se lograse articular antes del 25 de agosto, Cataluña se verá abocada a una repetición electoral, en octubre.

Illa necesita «tiempo»

Por su parte, el líder del PSC y candidato a la Generalitat ya adelantó este lunes que pedirá a Rull «más tiempo para armar la única manera que pueda hacer viable esta legislatura». Es decir, un pacto entre PSC, ERC y los Comunes. «Mi compromiso es de hacer todo lo posible para evitar que haya una repetición electoral», insistía Illa en una entrevista en la Cadena Ser.

En la práctica, esto significa que los socialistas tienen dos meses para seducir a ERC, algo que esperan hacer atendiendo a su exigencia de una financiación singular para Cataluña. No obstante, aunque ambos partidos parecen alineados en el titular –el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se abría el domingo a permitir esta opción a cambio de la Generalitat–, en los detalles surgen los roces.

Desde ERC reclaman que Cataluña se salga del régimen común y obtenga un concierto económico similar al vasco, mientras que desde el PSC abogan por una cesión de competencias en el marco del Estatuto de Autonomía. Para los republicanos, Cataluña debe tener la «llave de la caja», en palabras de la portavoz de ERC, Raquel Sans.

La financiación es el «mínimo» exigible para apoyar una posible investidura de Illa, aunque hay otras cuestiones en las que ERC quiere avances, como el referéndum, el catalán y el estado del bienestar. Con todo, desde la formación republicana –que internamente atraviesa una fuerte crisis de liderazgo– señalan que la última palabra sobre este pacto la tendrá «la militancia».

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