Toni Comín y Carles Puigdemont

Toni Comín y Carles Puigdemont, en una imagen de archivoEFE

Política

Crisis en el «gobierno paralelo" de Puigdemont por acusaciones sobre la gestión económica de Toni Comín

La cúpula del Consejo de la República convoca una reunión para atajar las filtraciones de críticas a las irregularidades

Fundado en 2018, el Consejo de la República nació como un intento de Carles Puigdemont de armar desde Bélgica un «gobierno paralelo» republicano e independiente de España. Esta semana, no obstante, se ha visto sacudida por fuertes tensiones internas, después de que una entidad vinculada elevase quejas ante su órgano de gobierno por supuestas irregularidades en la gestión económica.

Las anomalías contables denunciadas por escrito por los responsables de CatGlobal, la asociación que da cobertura legal en Bélgica a la plataforma encargada de internacionalizar la causa catalana, han destapado la caja de los truenos. Sobre todo, en cuanto a la gestión de Toni Comín, en el día a día de la entidad: él es la cara visible de la institución ante las diferentes entidades que sostienen la red del exilio.

La crisis interna se hizo pública a partir de una información publicada por el diario El Món, que provocó que este martes se convocara una reunión este martes entre las esferas más elevadas del Consejo para analizar la documentación aportada por los denunciantes.

Una documentación fiscal y contable que ha hecho emerger antiguos documentos sobre el polémico papel de Toni Comín, como en el episodio de la dimisión de la Sindicatura Electoral del Consejo o en la dimisión de Sergi Miquel como gerente de la Casa de la República.

A todo esto, hay que añadir el mail que Aurora Madaula, miembro del gobierno del Consejo, envió a los denunciantes en que mostraba su «alarma, consternación e indignación» por los hechos comunicados. El gobierno del Consejo mantiene oficialmente un silencio sepulcral, para hacer control de daños y evaluar posibles contramedidas.

Movimientos internos

En este contexto –después de que Toni Comín haya sido escogido como el único eurodiputado de Junts por Cataluña en las elecciones del 9-J y en plenas negociaciones para la investidura de un presidente de la Generalitat, a la cual su líder, Carles Puigdemont, aspira–, se han empezado a producir movimientos.

De nuevo según El Món, fuentes del Consejo que insisten a mantenerse en el anonimato aseguran que empezarán a tomar decisiones una vez se celebre la «importante reunión» de este martes.

Las mismas fuentes aseguran que la información documental aportada «da grima» y que muestra la «carencia de transparencia» en los números de la institución. También se han recibido informaciones de «pagos de posibles gastos personales por parte de Toni Comín con fondos gestionados por el Consejo de la República». De hecho, algunos de los miembros del Consejo consideran «preocupantes» las explicaciones [internas] que hasta ahora ha dado Comín” en respuesta a sus requerimientos.

La tensión entre CatGlobal con su interlocutor en el Consejo de la República, Toni Comín, ha crecido en los últimos días hasta el punto que se ha nombrado un delegado «especial» para aclarar la situación. Un mediador que intente rebajar el malestar y porque se puedan aclarar los hechos, que algunos atribuyen a «malentendidos contables» o «diferencias de criterio entre las normas de la fiscalidad belga y la que es de aplicación en Cataluña».

La crisis de CatGlobal ha hecho despertar polémicas que permanecían ocultas esperando a mejores momentos para ser aireadas, después del largo ciclo electoral que ha vivido Cataluña y después de la crisis interna que vivió el mismo Consejo por cambiar su manera de funcionar y de escoger sus representantes. Una de las más sonoras fue la propuesta de dimisión de los miembros de la Sindicatura Electoral el 17 de septiembre de 2023.

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