El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Complejo de la Moncloa
Política
El rechazo a amnistiar la malversación trunca los planes de Sánchez y acerca Cataluña a nuevas elecciones
La decisión del juez Llarena supone un mazazo tanto para ERC como para los de Puigdemont
La decisión del Tribunal Supremo de no aplicar la amnistía al delito de malversación, tal como establece la propia ley, ha tenido como consecuencia un terremoto político en Barcelona que puede dar al traste con la intención de Pedro Sánchez de llegar a un acuerdo con ERC para la investidura de Salvador Illa a lo largo del presente mes de julio.
Tras el anuncio este lunes del Supremo del mantenimiento de la inhabilitación hasta 2031 para Jordi Turull, Raúl Romeva, Dolors Bassa y Oriol Junqueras, el Juez Llarena ha mantenido la orden de detención a Carles Puigdemont, Toni Comín y Lluís Puig, todos ellos fugados para huir de la acción de la justicia.
La decisión del Supremo es un jarro de agua fría para Junqueras que, retirado Pere Aragonés, deseaba ser candidato a la presidencia de la Generalitat en caso de repetición electoral el próximo 13 de octubre.
Solo Marta Rovira se ha visto beneficiada por el pronunciamiento del Supremo, dado que la secretaria general de ERC y actual negociadora en jefe del pacto de gobierno con el PSOE está imputada «sólo» por desobediencia, debido a que en el momento del golpe de octubre de 2017 no ocupaba ningún cargo en el gobierno catalán.
Negociaciones
La resolución del tribunal supremo afecta a las negociaciones entre socialistas y republicanos tanto desde un punto de vista político como desde una perspectiva procedimental. Políticamente hablando, aleja a los independentistas de su socio y valedor, el PSOE. El pacto firmado entre ambos obligaba a los separatistas a investir a Sánchez y este a cambio les liberaba de toda carga penal.
Con la decisión del Supremo, los independentistas se sienten traicionados por Sánchez y humillados frente a sus votantes, porque una vez más el presidente del Gobierno obtuvo lo que quería, la presidencia, mientras los independentistas fugados siguen en un limbo sin saber en qué condiciones ni cuando podrán volver a España. Los condenados posteriormente indultados no pueden gozar de la amnistía que se les prometió.
Los independentistas se sienten engañados por Sánchez y ahora ERC se verá obligada a endurecer las negociaciones en marcha, además de que deberá de emplearse mucho más a fondo si quiere convencer a los casi 9.000 afiliados de ERC de avalar un posible acuerdo con el PSOE.
Junqueras y Puigdemont, en 2021
En estos momentos parece una quimera que los cuadros y militantes republicanos apoyen un acuerdo de investidura de alguien como Salvador Illa, a quien consideran responsable de que Junqueras o Bassa sigan inhabilitados.
Este ambiente será aprovechado por Junts para atraer a ERC hacia sus posiciones. El líder de Junts y expresidente de la Generalitat, al conocer la noticia, calificó a los jueces de mafiosos, llamándolos «la toga nostra».
Para Puigdemont, la decisión del Juez Llarena de mantener la orden de arresto es un mazazo, dado que aleja la posibilidad de que cumpla su palabra de presentarse en Barcelona en caso de que sea llamado a un pleno de investidura.
Los planes de Puigdemont preveían solicitar someterse a la confianza de la cámara catalana antes de que terminará el plazo de autodisolución del parlamento fijado para el próximo 26 de agosto.
Tropiezo para Junts
Asimismo, la decisión de Llarena es un tropiezo importante para Junts, dado que el único eurodiputado electo de Junts, Toni Comín, según la norma de la junta electoral debe personarse en el Congreso de los Diputados, en Madrid, para acatar la Constitución y recoger su acta. En caso contrario, podría no ser acreditado por el parlamento europeo.
Este tema es polémico porque el abogado general de la UE dictaminó que este trámite no era obligatorio para que un euro diputado pueda ocupar su escaño. La posición del letrado general de la UE no es vinculante y está pendiente de una decisión definitiva del Tribunal de Justicia de la Unión europea.
Cabe señalar también que en las últimas horas ha trascendido que Puigdemont y Junqueras han mantenido una reunión secreta para intentar limar sus irreconciliables diferencias, pero en el momento de celebrar dicho encuentro no eran conocedores de la decisión del Supremo.
