Cataluña
La NASA catalana no despega
Ninguna empresa se ha presentado al concurso de licitación del satélite PhotSat
Parafraseando a Vargas Llosa, la NASA catalana no tiene quien le escriba. Hablamos del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y del fracaso de su intento de llevar al espacio el satélite PhotSat. El IEEC publicó un concurso para que alguna empresa concursara en este proyecto, con un presupuesto de licitación de 1.850.000 euros más IVA.
El plazo termina el 24 de julio y, de momento, nadie se ha presentado. Para facilitar la concurrencia de empresas hay una partida de prórroga de dos años en la que se asigna un total de 592.000 euros, a razón de 148.000 euros cada seis meses. Con lo cual el presupuesto asciende a 2.442.000 de euros.
El IEEC está participado por la Generalitat de Cataluña, la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Politécnica de Cataluña y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El proyecto PhotSat se centraría en realizar fotometría de las estrellas más brillantes través de dos telescopios incorporados.
La idea es que orbite a baja distancia, sin superar los 500 kilómetros de altura. Se trata de un proyecto vinculado a las políticas digitales de la Generalitat, como podemos leer en su web:
El impulsor de esta NewSpace fue el exconseller de Políticas Digitales y Administraciones Públicas Jordi Puigneró, de Junts. Impulsor de lo que se denominó «República Digital Catalana», actualmente vuelve a ser concejal en el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès.
Una constelación de nanosatélites
Su idea era poner en marcha una Agencia Espacial Catalana, y el primer paso era poner en órbita dos satélites, para ofrecer servicios de observación de la tierra y de la conectividad. El objetivo de Catalonia NewSpace era crear una constelación de nanosatélites que se irían poniendo en órbita a lo largo de los años. Puigneró declaró que «esta estrategia es fruto del objetivo del gobierno de Cataluña para convertirse en un país digital líder».
Puigneró declaró que la nueva economía espacial creará unos 1.200 lugares de trabajo y una facturación de 300 millones de euros en los próximos años. Este nuevo sector desarrollaría en Cataluña dos grandes industrias: la relacionada con los nanosatélites y los servicios digitales que se deriven.
El gobierno de la Generalidad apostaba por la observación de la tierra, la conectividad, y el 5G e Internet de las cosas. El gobierno de la Generalitat tenía previsto invertir de 2020 a 2024 18 millones de euros, de los cuales 2,5 millones para el 2020-2021. El futuro de Cataluña era posicionarse como país productor de las tecnologías digitales y convertirla en una República Digital.
El error de Puigneró
Los llamados CubeSats, los primeros nanosatélites mandados al espacio, tuvieron un coste aproximado de 500.000 euros. El error, en su momento de Puigneró, fue no calcular los costes. Vemos que el actual concurso asciende a 2,4 mil millones de euros, muy lejos de los 18 millones iniciales. Quiso compararse con Hispasat, pero es difícil ocupar su espacio.
Las cifras son muy diferentes y deben tenerse en cuenta. Hispasat tiene unos ingresos anuales de 200.300.000 millones de euros. Y Puigneró, con su constelación de nanosatélites, quería ingresar 300 millones en 4 años, con una inversión de 18 millones de euros. La realidad no le ha dado la razón.
Los primeros nanosatélites le fueron encargados a la startup española Sateliot. Estos, en noviembre de 2020 lanzaron al espacio el primer CubeStas 5G. El primero de una serie de nanosatélites que llevaría a la IEEC en un centro pionero en tecnología espacial. No es tan fácil.
La startup española Sateliot enviará al espacio, este mes de noviembre, el primer CubeSats 5G. Este es un primer paso para una constelación de nanosatélites. La siguiente inversión de la empresa ascendía a 4,6 millones para desarrollar esta constelación y 100 millones más, hasta 2022, para que todo el operativo estuviera en funcionamiento ese año.
Sateliot consideraba que daría trabajo a 100 personas y un volumen de facturación de alrededor de 350 millones de euros. Sateliot tenía acuerdos con Opne cosmos para la fabricación, gestión de la misión y el lanzamiento. Contaba con el respaldo de la Agencia Espacial Europea y socios como un laboratorio tecnológico en Asia y un operador de los EEUU.
La realidad fue un poco más cruel. El segundo nanosatélite fue enviado al espacio en enero de 2023, a bordo del cohete SpaceX de Elon Musk. Este nanosatélite llevaba el nombre de «Menut», que permitiría recabar información para hacer frente a los retos medioambientales del planeta.
El tercer nanosatélite lo lanzaron en abril de 2023, llamado «Minaró», también lanzado por la compañía de Musk, y debía mejorar la conectividad 5G. Hasta el momento presente Cataluña tiene tres nanosatélites en órbita, una licitación sin aspirantes y ha fracasado en la constelación de nanosatélites catalanes.