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Sociedad

«Los paliativos bien estructurados evitarían la mayoría de eutanasias» según Metges Cristians

La entidad celebra la noticia de que el tratamiento del Hospital del Mar haya logrado que tres pacientes de Barcelona renuncien a la eutanasia

Este martes se conocía la noticia que tres personas, dos mujeres y un hombre entre los 50 y 60 años, han renunciado seguir adelante con la eutanasia gracias a someterse a una cirugía experimental en el Hospital del Mar, la cual ha aliviado el dolor intenso que sufrían.

Según ha publicado La Vanguardia, los tres pacientes padecían dolor neuropático, un tipo de dolor causado por el propio sistema nervioso en ausencia de estímulos externos dolorosos. Hasta la fecha, ninguno de los tratamientos que habían recibido les había aliviado.

Por ello, explica el centro hospitalario, los enfermos aceptaron una neurocirugía con estimulación cerebral profunda en el cíngulo –una estructura del cerebro situada por debajo del córtex y que está relacionada con el componente afectivo del dolor–, una técnica que estimula la zona donde se percibe la parte afectada del dolor.

Según publica la revista médica Neuromodulation, basándose en los resultados del estudio, esta técnica experimental funciona mediante la implantación de unos electrodos en el cíngulo anterior, uno en cada hemisferio del cerebro.

Técnicas que deberían ser universales

Desde la asociación Metges Cristians celebran la noticia. José María Guardiola, presidente de la Asociación Catalana de Estudios Bioéticos, manifiesta su alegría por «la gran noticia, que tiene un enfoque claramente positivo y motivador».

«Es una muestra más que la función de la medicina es paliar y no matar», añade. Comenta, por eso, al igual que demuestra el artículo de la revista Neuromodulation, que lo importante es que estas técnicas, y otras lleguen a todos.

«Es muy duro vivir sin esperanza y con sufrimiento, por eso hay que apoyar a los pacientes que piden la eutanasia: viven una gran vulnerabilidad y son reos de una mala planificación sanitaria en muchos casos», explica Guardiola. Según él, el acompañamiento que brindan los cuidados paliativos bien estructurados evitaría la mayor parte de las eutanasias.

José María Guardiola añade también que «es muy doloroso ofrecer la muerte como única alternativa, inyectar una dosis letal, como si fuera un veneno». Algo que cataloga como «tremendamente inhumano».

Sobre la eutanasia en Cataluña

Según datos de la Generalitat hasta 2023, las solicitudes para la eutanasia fueron 137/180/219 en los años 21, 22 y 23. En el año 23 se practicaron 94 eutanasias, es decir: más de la mitad fueron denegadas.

Según explica Guardiola, la mayoría son pacientes con una enfermedad oncológica o neurológica avanzada. «En su proceso llega un momento de cierta desesperación; piensan que son un estorbo, el dolor está mal controlado, y suele asociarse un cuadro depresivo/ansioso que lo complica todo», añade Guardiola.

En ocasiones la falta de alternativas, como son los cuidados paliativos, explica, «lo complica todo un poco más». Según el experto, en algunos casos la motivación principal radica en «un deseo completo de autonomía». Aunque, Guardiola enfatiza en que en muchos casos «la decisión no es del todo libre: el paciente no tiene capacidad autónoma de decisión ni de de elección».

La eutanasia en España

El 25 de junio, la controvertida ley de la eutanasia creada por el Ministerio de Sanidad cumplió tres años. Hasta la fecha, muchas personas han decidido quitarse la vida mediante este método.

Según los últimos datos, el número de solicitudes de eutanasia fue de 576, lo que significa que sumadas a las 173 solicitudes que ya hubo en 2021, un total de 749 personas han solicitado en España esta prestación. Sin embargo, en España no hay una ley de cuidados paliativos.

La eutanasia se dispara. Cada año aumenta el número de estas polémicas decisiones notificadas en los países donde está legalizada.

En concreto, según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, de las 295 eutanasias ejecutadas en en nuestro país en 2022, 13 se produjeron en Navarra (0,206 % de los fallecimientos); 91 en Cataluña (0,128 %); cuatro en La Rioja (0,115 %); 24 en País Vasco (0,101 %); seis en Cantabria (0,085 %); 38 en Madrid (0,076 %); nueve en Asturias (0,064 %); seis en Baleares (0,063); diez en Canarias (0,053 %); ocho en Aragón (0,052 %); 26 en Comunidad Valenciana (0,051 %); ocho en Castilla-La Mancha (0,038 %); 29 en Andalucía (0,036 %); diez en Castilla y León (0,031 %); tres en Extremadura (0,024 %); ocho en Galicia (0,022 %); y dos en Murcia (0,015 %).

Aún no han salido los datos correspondientes a 2023, pero se prevé que los número sean más altos.