Cataluña
Mariachis, billetes y el muñeco de Junqueras: así actuaba el comando de guerrilla que amenaza con hundir a ERC
Crisis y divisiones internas, porque aunque ahora parezca que ha quedado en un segundo plano, el partido está dividido entre los junqueristas y los roviristas
ERC está a punto de llegar a un acuerdo con el PSC que permitirá al socialista Salvador Illa ser el futuro presidente de la Generalitat. Y es que la situación de los republicanos no está para una repetición electoral. Primero, porque en caso de que se tuvieran que convocar nuevamente elecciones, la posibilidad de ir en una lista conjunta con Junts no es del agrado de ERC, que quedaría diluida frente a Carles Puigdemont; pero si lo hacen por separado, los resultados son inciertos, incluso pueden ir a peor, porque les puede pasar factura la gestión de los últimos años y también la crisis interna.
Crisis y divisiones internas, porque aunque ahora parezca que ha quedado en un segundo plano, el partido está dividido entre los junqueristas y los roviristas. Y a eso hay que añadir el escándalo por la estructura paralela en el seno de la formación, que se dedicaba a hacer contracampañas, más próximas al activismo, como una forma de guerra sucia contra los rivales políticos.
Esta polémica salió a la luz a raíz de una investigación del diario Ara, que destapó que unos carteles vejatorios contra los hermanos Maragall, porque se hacía referencia al Alzheimer que sufre el expresidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, habían salido de la propia ERC. Aparecieron en Barcelona durante la precampaña de las elecciones municipales de 2023. «Fora l’Alzheimer de Barcelona» (Fuera el Alzheimer de Barcelona), decían.
¿Cómo ha acabado toda esta historia? En realidad no se ha acabado. ERC ha decidido presentar una demanda contra el exdirector de comunicación del partido, Tolo Moya, por la filtración de los audios de una reunión de la cúpula de comunicación sobre los carteles de Maragall. Unos audios que confirmarían que ya conocían, desde febrero de este año, que los autores de esta iniciativa eran militantes de la formación.
Pero Moya dice que no se va a quedar con los brazos cruzados y tiene intención de emprender acciones judiciales contra Esquerra, porque considera que es un cabeza de turco. Y por el camino, recordemos, Ernest Maragall se ha dado de baja del partido, y Sergi Sabrià dimitió como viceconsejero de comunicación.
Pero estos carteles no han sido las únicas acciones de esta estructura. También de ahí salió el envío de tres mariachis a la sede de Junts per Catalunya en septiembre de 2022, cuando la ejecutiva del partido se reunía para estudiar la salida del Govern. Los responsables de comunicación de la formación de Carles Puigdemont los interceptaron y les pidieron que se marcharan. Los cantantes no supieron decir quién les había enviado ahí.
Pero el que fuera uno de los responsables de comunicación, de ERC, Sergi Sabrià reconoció que había sido salido de la formación, puesto que, al enumerar una serie de hechos, habló de «unos mariachis, más o menos desafortunados, en un mal día de tu rival». No supo o no quiso decir si la idea había sido suya, pero sí aseguró que «sabía que pasaría».
Además, desde esta estructura salió el famoso muñeco que simulaba ser Oriol Junqueras, que apareció colgado de un puente en Sant Vicenç dels Horts. El muñeco tenía las siglas de ERC pintadas en la barriga y estaba acompañado de un mensaje en la pared en el que se podía leer, en español, «Junqueras púdrete en la cárcel». Apareció colgado en el puente del municipio natal del exdirigente republicano el 24 de mayo de 2019, dos días antes de las elecciones europeas, en las que se enfrentaba a Carles Puigdemont por primera vez.
Conocida también es la campaña «Free Junqueras», con la que se inundó Cataluña de carteles con este lema, y también de ERC nació la performance por la que varias personas, disfrazadas de sardinas, se subieron a un tren de Rodalies para denunciar «la situación de mala gestión que sufre el servicio operado por Renfe y gestionado por el gobierno del PSOE».
Precisamente el debate sobre el servicio ferroviario en Cataluña y su gestión, estaba siendo uno de los focos de la campaña de las elecciones municipales, y ERC quiso arrimar el ascua a su sardina, aunque no se ha sabido, también ahora, que había partido de la formación republicana esta idea. De hecho, Rodalies siempre ha estado en el punto de mira de Esquerra, hasta el punto de que la cesión integral ha sido uno de sus caballos de batalla. Y ha arrancado el compromiso del PSOE para que sea así.
Y Laura Borràs también fue protagonista de una de estas acciones de la estructura paralela de ERC. Hubo un hecho que llamó la atención el día que empezaba el juicio contra la líder de Junts, en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, acusada de prevaricación y falsedad documental por adjudicar contratos a dedo a un amigo, cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas.
Ese día se convocó una concentración en la que se lanzó billetes falsos de 200 euros con el mensaje «Laura Borràs corrupta». Ni la CUP, ni ERC, acompañaron a la líder de Junts. Ahora sabemos que los republicanos sí estuvieron presentes, aunque de forma indirecta.