Política
Junts trata de torpedear el preacuerdo y niega que este conceda la «soberanía fiscal» a Cataluña
Critican que el documento omita el concierto económico y acusan a Illa de apoyar «la represión»
Junts se mantiene fiel a su línea de intentar torpedear la entente entre socialistas y republicanos. Mientras la cúpula de ERC trata de vender su acuerdo como una gran noticia y un paso decidido hacia la independencia, el partido de Carles Puigdemont niega la mayor: en un comunicado emitido este martes, rechazan que el preacuerdo entre ERC y el PSC para investir a Salvador Illa otorgue la soberanía fiscal a Cataluña.
«Que la Agencia Tributaria pueda recaudar y liquidar todos los impuestos, pero el Govern de Cataluña no tenga el poder sobre el dinero recaudado no es soberanía y no evita los incumplimientos del Estado en materia de inversiones y, si fuera el caso, en materia de ordinalidad», afirman desde Junts sobre el preacuerdo, que incluye salir del régimen común y gestionar el 100% de los impuestos que se recaudan en la comunidad.
«El principio de ordinalidad debería venir garantizado por el control del dinero que debería tener la Generalitat, y no como resultado del reparto que hace el Estado”, añaden. En el texto, emitido tras la reunión de la ejecutiva del partido, insisten en que “mientras el reparto dependa del Estado a través del concepto de 'solidaridad territorial' en que la cuota de la supuesta solidaridad no sea fijada por Cataluña, no tendrá nunca la garantía de cumplimiento de las inversiones y de un justo trato».
Así, los neoconvergentes auguran «futuras reformas legislativas inciertas, sin consenso y sin asegurar el objetivo fundamental, sin el que no se puede hablar de soberanía financiera», y afean que el concepto de «concierto económico» no aparezca en las 25 páginas del documento, aunque ERC lo utilizara en la presentación pública del preacuerdo.
Illa, «el más favorable a la represión»
Respecto a la investidura de Illa, asegura que «ha sido siempre el más favorable a la represión en el independentismo, el menos comprometido con la lengua catalana y nunca ha expresado ningún interés ni voluntad de influir dentro de su partido para acabar con lo insostenible maltrato económico y nacional por parte del Estado».
Advierte de que la decisión de hacer presidente de la Generalitat a Salvador Illa «no podrá revertirse dada la aritmética parlamentaria. Sin la capacidad de moción de censura, todo queda fiado a la voluntariedad de cumplimiento del PSC, que dispondrá de cuatro años para aplicar su agenda de 'pasar página' y de desnacionalización de Cataluña».
Por ello, Junts reitera su propuesta a ERC «para hablar de todo, mirando al futuro y rehaciendo confianzas para poder defender mucho mejor los intereses de los catalanes de lo que puede asegurar un gobierno socialista en Barcelona, en Catalunya y en Madrid».