Rutas por Cataluña
El Camino de Santiago catalán: cómo ir de la Costa Brava a Compostela para abrazar al Apóstol
Un recorrido por las 16 etapas del camino de Sant Jaume, que conecta con el célebre camino francés para llegar a Santiago
Podemos trazar el origen del Camino de Santiago hasta el año 823, cuando un pastor llamado Pelayo descubrió el cuerpo del apóstol. Con todo, se considera que el primer peregrino fue el rey Alfonso II el Casto, que fue de Asturias a Santiago de Compostela para comprobar si los restos del «hijo del trueno» eran reales.
En el siglo XIV decayó el peregrinaje por causas diversas, siendo la principal las diferentes guerras que se estaban produciendo en Europa. Hasta ese momento y en siglos sucesivos, se fueron abriendo rutas diversas para llegar a Santiago. Tenemos el camino francés, el inglés, el de la plata, el portugués, el del Norte… y el conocido como camino de Sant Jaume.
Este último, con inicio en Cataluña, se empezó a recuperar en la década de 1980. En 1993 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El camino está señalizado con indicadores azules y la típica concha del peregrino.
Las etapas del camino de Sant Jaume
El camino inicial se empezaba en Sant Pere de Rodes, aunque algunos lo hacen desde el Port de la Selva, para iniciar la ruta en un lugar a pie de mar. Si salimos desde el primer lugar caminaremos hasta Figueras, con una distancia de 25,3 kilómetros.
Por hacer un símil, el punto de partida desde Sant Pere de Rodes es como si se hiciera desde Roncesvalles, pues este monasterio fue uno de los más importantes de la Corona de Aragón durante la Edad Media.
La segunda etapa es de Figueras a Báscara, distantes 17,7 kilómetros. El caminante pasará por Santa Llogaia d’Alguema, Borrossà. Creixel y Pontós. A lo largo del camino hay yacimientos neolíticos, restos romanos o iglesias barrocas.
La tercera etapa va de Báscara a Gerona, distantes 34,7 kilómetros. Esta etapa, con un punto de intersección en Medinyà, puede hacerse por dos caminos. De Báscara a Orriols, Viladasens Cervià de Ter y Medinyà, o Orriols, Vilademuls, Terradelles y Medinyà. La inmortal Gerona es digna de ser visitada, disfrutada y saboreada.
La cuarta etapa de Gerona a Amer, a 26,3 kilómetros. De Gerona el caminante pondrá rumbo a su destino a través de una antigua vía de ferrocarril, declarada hoy en día como vía verde.
La quinta etapa de Amer a Sant Esteve d’en Bas, a 21,9 kilómetros. Este tramo también es una vía verde, del tren que conducía a Olot. Gran parte del camino transcurre por la Vall d’Hostoles y la Vall d’en Bas, considerándose esta última la suiza catalana.
La sexta etapa de Sant Esteve d’en Bas a Santa María de Corcó, a 20,1 kilómetros. El final del camino se conoce actualmente como L’Esquirol. Se pasa de la comarca de La Garrotxa a la de Osona.
La séptima etapa de L’Esquirol a Vic, a 19,9 kilómetros. Se pasa por San Martí Sescorts, Sant Julià de Cabrera, Cantonigrós. En Vic debemos visitar la Plaça Major, la Catedral de Sant Pere, el templo romano… y probar los embutidos que elaboran.
La octava, de Vic a L’Estany, a 20,4 kilómetros. La novena etapa va de L’Estany a Artés, a 22,1 kilómetros, y la décima, de Artés a Manresa, a 18,6 kilómetros. Estas tres etapas cruzan las comarcas de Osona y Bages. Manresa es una ciudad importante, donde el caminante puede visitar la Cueva de San Ignacio.
Otro lugar agradable para visitar es el monasterio de Sant Benet, declarado monumento nacional. En Manresa se debe caminar por las calles medievales, los palacios modernistas y las naves de la revolución industrial. Allí se firmaron las bases del nacionalismo catalán.
Últimas seis etapas
La etapa 11 va de Manresa al Monasterio de Montserrat, a 23,3 kilómetros. En medio de la ruta está la población de Castellgalí. Montserrat es el símbolo religioso de Cataluña. Allí encontraremos el monasterio de Santa María, que en el 1025 fundó el Abat Oliba. Allí está la imagen de la conocida como La Moreneta, patrona de Cataluña. En la montaña también está la ermita de Santa Cecília de Montserrat, del siglo XI.
La etapa 12, del Monasterio de Montserrat a Igualada, a 21,9 kilómetros. Pasará el caminante por Sant Pau de la Guàrdia y Castellolí. La ciudad de Igualada ha sido un importante centro industrial. Allí encontramos la basílica de Santa María del siglo XII, con elementos renacentistas y góticos, con un importante retablo barroco.
La etapa 13 conecta Igualada con Cervera, a 39,6 kilómetros. Se pasará por Sant Genís, Jorba, Santa María del Camí, Montmaneu, la Panadella, Pallerols, Sant Antolí i Vilanova, Sant Pere dels Arquells y Vergós. En Cervera se debe visitar la antigua Universidad.
La etapa 14 va de Cervera a Castellnou de Seana, a 27,3 kilómetros. Avanzaremos por Talladell y Tárrega, donde se puede visitar la iglesia de Santa María del alba. Seguiremos a Vilagrassa y Anglesola.
La etapa 15, de Castellnou de Seana a Lérida, a 32,7 kilómetros. De aquí a Palau de Anglesola y Bell·lloch de Urgel. Uno de los lugares más espectaculares de Lérida es lo que se conoce como Seu Vella, un templo gótico, que se que divisa a medida que el caminante avanza hacia la ciudad.
Por último, la etapa 16 va de Lérida a Fraga, a 33 kilómetros. En la localidad de Alcarrás finaliza el Camino de San Jaume en Cataluña. A partir de ese momento hay una serie de rutas de Fraga a Candasnos de 26 kilómetros, Candasnos a Bujaraloz a 22,4 kilómetros, y de Bujaraloz a las Fuentes del Ebro a 40,9 kilómetros. Desde allí el caminante seguirá por el Camino del Ebro de Santiago, que enlaza con Logroño, y desde ahí se toma el Camino de Santiago francés.