Rutas por Cataluña
La ruta del Cister en Cataluña: un viaje en el tiempo entre monasterios medievales y paisajes de ensueño
Poblet, Vallbona de les Monges y Santes Creus forman una ruta espiritual y natural irrepetible
La Santa Orden del Cister fue una escisión de la orden benedictina de Cluny llevada a cabo por el abad Roberto de Molesmes en 1908, con la intención de regresar a la pureza de san Benito. Se llama así porque se fundó en la población de Císter, en la Borgoña francesa, próxima a Dijon.
Molesmes llamó a aquella abadía Novum Monasterium, y en su origen la construcción consistía en unas simples chozas hechas con ramas, que rodeaban una capilla dedicada a la Santísima Trinidad. La orden llegó a ser famosa a partir del siglo XII gracias al abad y doctor de la iglesia san Bernardo de Claraval. Los cistercienses promueven el ascetismo y el rigor litúrgico, y visten con túnica blanca y escapulario negro.
En Cataluña, los monjes cistercienses están bajo la obediencia de la Congregación de Aragón. Tienen tres grandes monasterios en esta tierra, entre las provincias de Lérida y Tarragona: Santa María de Vallbona, Santa María de Poblet y Santes Creus. El primero es femenino y los otros dos, masculinos.
Estos tres monasterios se usaron, en el momento de su fundación, para proteger la frontera media durante la retirada de los sarracenos. El camino que los conecta se conoce con el nombre de «ruta del Cister», y transcurre a lo largo del GR 175, durnante 103,5 kilómetros. Como todas, puede hacerse a pie, en BTT o en coche, descubriendo los lugares singulares que forman parte del Cister catalán.
Poblet
La ruta la iniciamos en el Monasterio de Santa María de Poblet, ubicado en el término municipal de Vimbodí y Poblet (Tarragona). Situado a los pies de las montañas de Prades, fue fundado en 1150 por el conde de Barcelona y príncipe de Aragón Ramón Berenguer IV. Lo podemos comparar con El Escorial, pues en él están los restos mortales de gran parte de los reyes de la Corona de Aragón entre los siglos XIV y XV.
En el Panteón Real están Alfonso II el Casto, Juan I el Cazador, Juan II sin fe, Jaime I el Conquistador, Pedro IV el Ceremonioso, Fernando I de Antequera, Alfonso V el Magnánimo y Martín I el Humano. Además, varias de sus mujeres e hijos. En la capilla de las reliquias encontramos a los miembros del linaje Aragón-Cardona, que fueron Condestables de Aragón y duques de Cardona. El último entierro real fue el de Carlos de Habsburgo-Lorena y de Borbón, en 1953, pretendiente carlista al trono de España, conocido como Carlos VIII.
La guerra de Sucesión, el Trienio Liberal, la I Guerra Carlista y la Desamortización de Mendizábal de 1835 dejaron en estado ruinoso el monasterio, y los monjes que ahí vivían lo abandonaron. Alfonso XIII lo visitó en 1921 y decidió declararlo monumento nacional. Gracias al diplomático, arqueólogo y egiptólogo Eduardo Toda Güell, junto con Antonio Gaudí y José Ribera Sans, se fundó el Patronato de Poblet y, en marzo de 1930 se inició la restauración. Los primeros monjes regresaron en 1940.
Vallbona de les Monges
La ruta sigue hasta el Monasterio de Vallbona de les Monges, ubicado en la comarca del Urgell (Lérida). Antes de llegar allí podemos parar en el santuario de Tallat, en l’Espluga de Francolí, y en la iglesia cisterciense de San Andrés y San Roque del siglo XIII, en Montblanquet.
Santa María de Vallbona de les Monges fue fundado en el 1153 por Ramón de Vallbona, y en su origen era mixto. A su muerte, fue nombrada abadesa Oria Ramírez. Allí fueron muchas damas de la nobleza catalana. Gracias a las donaciones y a los favores reales adquirió esplendor e importancia.
En el siglo XIV vivían allí 150 monjas, muchas de ellas con ilustres apellidos nobles. Como el Concilio de Trento (1545-1563) prohibió que hubieran comunidades femeninas en lugares despoblados, las monjas cedieron tierras y se construyó un núcleo de población: el actual pueblo de Vallbona de les Monges.
A partir de ese momento el monasterio entró en decadencia, como consecuencia de las diferentes guerras que se vivieron y –de nuevo– la Desamortización de Mendizábal. Aun así, se mantuvo una comunidad femenina hasta hoy en día.
Santes Creus
De Vallbona de les Monges nos dirigiremos a Rocallaura, donde está una casa de colonias y antiguamente balneario. Seguimos a Belltall; Forés; Rocafort de Queralt; Montbrió de la Marca, con su castillo templario; el Coll de Maldà; Roca de Cogulló de Comaverd y el Pont d’Armentera.
El Monasterio de Santes Creus, a 69 kilómetros de Poblet, está ubicado en el término municipal de Aiguamurcia (Tarragona). El monasterio fue fundado en el 1150 por la familia Moncada, uno de los apellidos más importantes de la Cataluña medieval. Benedicto XIII, el Papa Luna, lo visitó en 1410, y allí reposan los restos mortales de Jaime II, su esposa Blanca de Nápoles, Pedro III y Margarita de Prades, segunda esposa de Martín I el Humano.
El monasterio se fue ampliando hasta el siglo XVIII. Los monjes lo abandonaron en el 1835 con la Desamortización de Mendizábal. En 1921 Alfonso XIII lo declaró monumento nacional. A partir de ese momento, como Poblet, vino la restauración.
Finalizamos nuestra ruta llegando a El Pla de Santa María, con una iglesia románica dedicada a San Ramón de Peñafort, con un rosetón como el de Santes Creus. Seguiremos a Figuerola; Prenafeta, en la Sierra de Miramar; Montblanc, cuyo casco antiguo está declarado conjunto histórico-artístico y donde la tradición catalana sitúa la leyenda de Sant Jordi. También podemos ver la Ermita de San Juan de la Montaña del siglo XV y completar el círculo regresando al Monasterio de Poblet.