Illa se hace perdonar la visita al Rey homenajeando en la víspera a Jordi Pujol

El protocolo no es jamás casual, ni inocente. Salvador Illa ha emprendido una ronda de encuentros con todos los presidentes de la Generalitat que le han precedido en el cargo, excepto Pasqual Maragall, por motivos de salud. Sobre si habrá encuentro con Carles Puigdemont o no, la portavoz del gobierno catalán, Sílvia Paneque, ha dejado claro que la intención de Illa es verse con todos, incluido Puigdemont, pero no ha aclarado si habrá encuentro en Waterloo.

Esta semana la agenda del presidente de la Generalitat era especialmente intensa e incluía un encuentro con Jordi Pujol el martes y otro con Su Majestad el Rey menos de veinticuatro horas más tarde. La visita de Pujol al palacio de Generalitat forma parte de un proceso de rehabilitación del expresidente, que sigue inmerso en un proceso judicial acusado de cohecho, tráfico de influencias, delito fiscal, blanqueo de capitales, prevaricación, malversación y falsedad.

Cuando se conoció el caso Pujol, la Generalitat procedió a retirar los privilegios de expresidente de los que gozaba. El entonces presidente de la Generalitat y delfín de Pujol, Artur Mas, permitió que el exlíder de CiU presentará su pérdida de prebendas como una decisión propia de Pujol para hacer menos humillante el trance por el cual el líder nacionalista perdía una paga vitalicia de 82.000 euros anuales, un despacho en el Paseo de Gracia, coche, secretaría y director de oficina.

El escandalo de haber organizado una fuga de capitales constante durante 34 años a Andorra, país con una fiscalidad mucho más atractiva que la de España, terminó con Pujol refugiado en la portería, debajo de la escalera, de su residencia particular, a la que convirtió en algo parecido a un despacho. Cuando se descubrió la evasión de capitales durante más de tres décadas, Pujol alegó que el dinero formaba parte de una herencia de su padre, pero incluso la familia de su hermana, fallecida esta misma semana, negó ser conocedora de que su padre les hubiera legado nada.

Los escándalos de la familia Pujol van más allá del patriarca: su primogénito también ha tenido problemas con la justicia y ha sufrido, entre otras cosas, la subasta de una colección de coches de lujo, incluido un Lamborghini Miura valorado en casi un millón de euros. Otro de sus hijos, Oriol, fue condenado a dos años y medio de cárcel por el caso de las ITV, paso poco más de dos meses en prisión.

Proceso de blanqueamiento

Con el paso del tiempo, desde el entorno de Pujol se ha puesto en marcha un proceso de blanqueamiento consistente en ir apareciendo, poco a poco, en diversos actos con excusas de todo tipo como la reedición de su libro escrito durante el paso de Pujol por prisión entre 1961 y 1962.

A estos actos han acudido tanto personalidades del independentismo post CiU como el actual presidente del parlamento catalán, Josep Rull, así como otros dirigentes ahora vinculados a ERC, como el exconseller Carles Campuzano, o el exlíder del PSC ahora en las filas de ERC, Quim Nadal.

El momento clave del retorno de Pujol a la vida pública fue en verano de 2023, cuando los expresidentes de la Generalitat se reunieron en el sur de Francia con motivo del 50º aniversario de la muerte del violonchelista Pau Casals. Entonces el expresidente socialista José Montilla compartió foto con Pujol y Puigdemont. Illa sigue sus pasos.

El martes, Salvador Illa culminó este proceso de rehabilitación social publicando un post en la red social X en el que junto a diversas fotos suyas con Pujol escribió: «El expresidente Jordi Pujol es una de las figuras más relevantes de la historia política de Cataluña. Ha sido un placer recibirle hoy en el Palau de la Generalitat».

El mensaje de Illa en la misma red social de su encuentro con el Rey venía acompañado, igualmente, de fotografías, pero era más frío: «Hoy me he reunido con S.M. el rey Felipe VI en el marco de la normalidad institucional. El respeto entre instituciones será uno de los principios fundamentales de la acción política de este gobierno».

En un programa con Jordi Evole, antes de que se conociera la corrupción que había acompañado su trayectoria política, Pujol dijo que le atormentaba pensar «cómo sería recordado por las generaciones futuras». En Cataluña parece haber un pacto entre muchos para reescribir la historia de Pujol obviando sus partes más oscuras.

No es la primera vez que sucede esto en la comunidad catalana: las biografías de los expresidentes Maciá y Companys también fueron adulteradas para convertirlos en héroes cuando en realidad son responsables de desmanes y desgracias de toda índole.