Junts, molesto con el PSOE por filtrar la nueva reunión de urgencia con Puigdemont

Santos Cerdán se desplazó ayer a Ginebra para mantener una reunión con Carles Puigdemont y su equipo en Waterloo formado por Gonzalo Boye, el exsenador Jami Matamala y Josep Lluís Alay. La reunión es la primera tras la fugaz entrada y salida de España de Puigdemont y el objetivo del secretario de organización socialista era atraer a Junts, de nuevo, al redil de la compleja mayoría presidencial tras sus deserciones en las últimas votaciones en las Cortes Generales.

Si bien Jordi Turull, secretario general de Junts, había anunciado hace unos días que pronto se celebraría una nueva reunión en el marco de los encuentros periódicos que mantienen ambas formaciones en la ciudad suiza, ningún alto cargo de Junts acudió a la reunión y tampoco está claro que la dirección de Junts tuviera mucha información sobre los detalles del encuentro. Es más, en Junts sorprendió, y sentó muy mal, que la noticia fuera filtrada desde Ferraz dado que hasta ahora las reuniones no se habían desvelado hasta la conclusión de las mismas. El congreso de Junts, previsto para el 25 de octubre, tiene que resolver, entre otras cosas, la desconexión entre Waterloo y la dirección del partido. El círculo cerrado con el que Puigdemont dirige el partido, a distancia y desde el extranjero, genera tensión en la dirección del partido posconvergente dado que están pendientes, en todo momento, de un cambio de criterio de última hora, tal como sucedió con la votación sobre la regulación del alquiler temporal esta semana.

Además, cuando Puigdemont y su entorno toman decisiones que no son ni consultadas, ni informadas a gran parte de la dirección, los portavoces del partido en muchas ocasiones no saben cómo reaccionar ante los medios.

Apariencia de estabilidad

En Junts creen que la filtración del encuentro forma parte de la estrategia socialista para presionarles e intentar salvar los presupuestos generales del estado tras el anuncio de Puigdemont de volver a tumbar el techo de gasto. Las redes de Junts permanecían hoy en silencio, Turull con el objetivo de demostrar que no ha asistido al encuentro en la ciudad helvética, ha colgada una foto suya paseando por la Vall del Tenes (Barcelona) y la aún presidenta del partido, Laura Borrás, ha hecho lo mismo acudiendo a un acto con motivo del Día Internacional del Alzheimer.

Desde el PSOE, se filtró que el encuentro tendría dos sesiones, una el viernes y otra el sábado, pero desde Junts se descartó tal posibilidad acotando el encuentro al viernes por la tarde. El primer objetivo de Cerdán es convencer a Puigdemont para negociar durante dos días con el fin de tener más tiempo para tentarle con nuevas concesiones que lleven a Junts a votar el techo de gasto. La filtración tenía por segundo objetivo aparentar una relación con Junts más fluida de lo que realmente está actualmente y transmitir sensación de estabilidad.

En las horas previas a la reunión el prófugo líder independentista respondió en X a unas declaraciones de la vicepresidenta y ministra de hacienda, María Jesús Montero, en las que afirmaba confiar en que Junts cambiaría de criterio y acabaría apoyando las cuentas públicas para 2025. Puigdemont en su tweet escribió que la presión no hará mella en él y que solo si el PSOE cambia de política y cumple los acuerdos a los que ha llegado con ellos en el pasado volverá a la senda de la negociación. El tweet de Puigdemont viene acompañado de un gráfico que muestra el grado de ejecución de las inversiones dependientes del estado en Cataluña y la Comunidad de Madrid.

En la reunión de ayer viernes la posición de Junts no se movió ni un ápice: hasta que no se materialicen los acuerdos a los que habían llegado anteriormente no están dispuestos a dar apoyo al gobierno en el Congreso.

Les urge la amnistía

Para Junts la transferencia integral a Cataluña de las competencias en materia de inmigración es clave. Puigdemont y su entorno se sienten engañados dado que el PSOE firmó el traspaso integral de dichas competencias, pero a posteriori el ministro del interior, Grande-Marlaska, se ha negado alegando la inconstitucionalidad de la transferencia. Puigdemont no quiere caer en la misma madeja en la que se ha visto atrapada ERC, consistente en que los socialistas firman sobre el papel grandes concesiones que luego o no se materializan, o la hacen parcialmente o se dilatan en el tiempo.

Santos Cerdán está dispuesto a nuevas concesiones, pero en Junts han aprendido la lección y recelan de los cantos de sirena socialistas. Son conscientes de que la estrategia de Sánchez es ganar tiempo a cualquier precio y, aunque creen que la legislatura no tiene recorrido, dejan un resquicio abierto a la negociación porque su único objetivo es la aplicación integral de la ley de amnistía que permita el regreso de Puigdemont a Gerona... y creen que eso es más factible con Sánchez en la Moncloa, por muy debilitado que esté.