Política
Junts abre su congreso blindando la cúpula con los afines a Puigdemont y buscando el cara a cara con Sánchez
Puigdemont no ha tenido contemplaciones con aquellos que no son de su máxima confianza
Junts per Catalunya daba este viernes a última hora el pistoletazo de salida a su congreso en Calella con pocas incógnitas y con el único objetivo de encumbrar a Carles Puigdemont a la presidencia del partido. El relevo de Laura Borrás por Puigdemont no se limita al cambio en la presidencia: el expresidente ha modificado los estatutos con el fin de que los militantes validen el domingo una lista cerrada y bloqueada, formada solo por afines y en la que no se cuele ningún dirigente que no sea de su gusto.
Puigdemont no ha tenido contemplaciones con las diversas facciones que forman Junts. Muchos de los próximos a Borrás, como Aurora Madaula, ya han abandonado el partido y los que permanecen en él —como el exvicepresidente Francesc de Dalmases— salen de la ejecutiva.
También ha caído en el ostracismo el hasta hace no mucho miembro del equipo jurídico de Junts y exdiputado, Jaime Alonso Cuevillas. Los que nos comparten al 100% las posiciones maximalistas y de confrontación total con lo que Junts llama «el Estado» también han caído en desgracia al pasar a ocupar una posición irrelevante en la ejecutiva, como le sucede al exconseller de economía y ex directivo de CaixaBank, Jaume Giro.
Los pretorianos
El núcleo duro se compone, así, de cuatro vicepresidentes de fidelidad y afinidad ideológica a prueba de bomba: la portavoz en el Congreso de los Diputados, Miriam Nogueras; el diputado procedente de las filas de Unió Democràtica, Antoni Castellà; el portavoz del partido, Josep Rius, y la portavoz en el parlament, Mònica Sales. El grupo se cierra con Jordi Turull, que sigue en la secretaria general.
Otra de las novedades en la dirección es el nombramiento de una nueva secretaria de organización, de confianza de Turull: se trata de la diputada procedente de las juventudes del partido, Judith Toronjo, que substituye al borrasista David Torrents.
La diputada en el Congreso Pilar Calvo ocupará el puesto de Josep Rull como presidente del llamado Consell Nacional, el máximo órgano entre congresos. Este cambio no es un relevo de Rull, de confianza directa de Puigdemont, sino una forma de preservar el papel institucional de Rull como presidente del parlamento catalán.
Cuerpo a cuerpo con Sánchez
El objetivo de colocar a Puigdemont en la más alta instancia del partido no es otro que forzar una relación de tú a tú con Pedro Sánchez. Puigdemont ha declarado en algunos círculos que cree que Santos Cerdán está amortizado como negociador, y las reuniones entre José Luis Rodríguez Zapatero y Puigdemont en Ginebra (Suiza), que reveló ABC, no han sido confirmadas por ninguna de las dos partes.
Lo cierto es que Zapatero y Puigdemont tienen una buena relación, y lo que está confirmado es que han mantenido alguna conversación telefónica, en la que la posibilidad de que Puigdemont y Sánchez mantengan un encuentro se habría abordado.
La posibilidad de un encuentro entre el expresidente de la Generalitat y el presidente del Gobierno ha sido desmentida siempre por el entorno de Salvador Illa, que ve con malos ojos esta posibilidad, dado que situaría al presidente autonómico catalán en una posición secundaria. Esa es precisamente la motivación de Puigdemont para forzar este encuentro.
La presidencia de Puigdemont en Junts normalizaría un posible encuentro entre ambos socios. Sánchez, necesitado del voto de Junts para sacar adelante los presupuestos, no está en condiciones de negarle nada a Puigdemont, y la multitud de asesores monclovitas pasarán el fin de semana con sus ojos en Calella auscultando si Puigdemont hace alguna señal encriptada o explícita sobre sus exigencias para facilitar la continuidad de la legislatura. Así, un gesto personal con Puigdemont podría ser una de ellas.