El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, en julioEuropa Press

Política

Puigdemont ha dado orden de no hacer leña del árbol caído con la crisis de ERC

El nuevo vicepresidente de Junts asegura que el líder del partido ha marcado la directriz de «no hurgar» en el convulso estado de los republicanos

Entronizado Carles Puigdemont como presidente de Junts, la incógnita política que queda por resolver en el panorama político catalán es qué pasará con ERC, que celebrarán su congreso de aquí a un mes, el 30 de noviembre, y afrontan la cita divididos en cuatro candidaturas y con constantes ataques entre ellas, con la crisis de los carteles y la estructura B del partido como telón de fondo.

No obstante, el principal rival de ERC en la arena independentista, Junts, tiene la directriz de no hacer leña del árbol caído e ignorar la crisis interna de los republicanos, a la espera de que sean estos quienes alcancen una solución. Así lo ha confirmado uno de los nuevos vicepresidentes del partido, Antoni Castellà, en una entrevista para Nació en la que ha señalado que la orden de «no hurgar en absoluto en la situación crítica que tiene ERC viene en primera instancia» del propio Puigdemont.

«La voluntad y el esfuerzo han sido siempre recuperar la unidad. Podían haber motivos personales para no hacerlo. Pero siempre ha habido ese comportamiento», ha explicado Castellà, que insiste en que Puigdemont «siempre ha tenido la voluntad de recuperar la unidad con Junqueras».

La estrategia de Junts

Las declaraciones de Castellà van en línea con la estrategia que ha ido mostrando Puigdemont en las últimas horas: situar a Junts como un partido de discurso claramente independentista pero a la vez recuperar el aura convergente para evitar que los guiños catalanistas del PSC de Salvador Illa seduzcan al electorado que votó tradicionalmente a CiU.

Así se entienden las menciones tanto de Puigdemont como de Turull a Junts pel Sí, la coalición entre el PDeCat y ERC que llevó la voz cantante durante el procés y cuya idea los juntaires quieren resucitar: un proyecto de «unidad independentista», sí, pero liderado por los neoconvergentes.

En este sentido, Junts quiere mostrarse como el partido hegemónico del nacionalismo, para atraer a los votantes desencantados con una ERC que ha pactado con el que consideran «el Govern más españolista que ha tenido nunca la Generalitat», como repitió este lunes la portavoz juntaire en el Parlament, Mònica Sales, tras su reunión con Illa.

«El partido debe dar cabida cada día a más gente. No nos podemos conformar con lo que tenemos ni con lo que somos, de manera que tenemos que buscar la manera de sumar a más gente y más ideas», recalcaban Puigdemont y el secretario general de Junts, Jordi Turull, en una carta enviada a los militantes tras el congreso.