Dos agentes de Mossos d'Esquadra y uno de Guardia Urbana en el Raval, durante un registro de narcopisos en 2018Europa Press

Ciudad

Las claves del plan de choque para frenar la degradación del barrio más peligroso de Barcelona

El plan, que prevé más presencia policial y cámaras de vigilancia, contará con 50 millones de euros anuales

Cada vez que aparece una lista sobre los barrios más peligrosos de Barcelona, el Raval la encabeza. Ubicado en el distrito de Ciutat Vella y conocido también como el «barrio chino», los casos de robos o los delitos relacionados con las drogas son un quebradero de cabeza tanto para los vecinos como para los visitantes.

Se trata, también, del diagnóstico que realiza el portavoz del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Juan Milián: «Los delincuentes se han hecho fuertes, las administraciones han perdido su autoridad, los comerciantes no dejan de perder dinero y los vecinos viven aterrorizados», asegura, y lamenta que «no hay día sin su mala noticia del Raval: robos, violencia, drogas, incivismo, mafias…».

Para poner remedio a esta situación, los populares registraron en la última comisión de Presidencia, Seguridad y Régimen Interior una proposición para implementar un «plan de choque» para acabar con la degradación del barrio. La propuesta fue aprobada con los votos a favor del PP, Vox y Junts, y la abstención de ERC y los Comunes. El partido del alcalde, el PSC, votó en contra.

Diez medidas y 50 millones de euros

A pesar de la oposición de los socialistas, la proposición salió adelante, lo que implica luz verde a un plan que –destacan desde el PP– estará dotado de 50 millones de euros anuales. «Si no se actúa de manera rápida y contundente, el barrio del Raval superará un punto de no retorno», insiste Milián.

El portavoz del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Juan Milián

El plan de choque propuesto incluye diez medidas, entre las que destacan reforzar la plantilla de la Guardia Urbana, destinar al Raval 25 agentes más de los Mossos d’Esquadra o instalar más cámaras de videovigilancia en las calles y plazas más conflictivas. También se plantea la necesidad de tomar medidas «urgentes» para acabar con los narcopisos y para evitar las ocupaciones ilegales, así como la sobreocupación de viviendas.

Además, se insiste en la necesidad de habilitar un fondo para rehabilitar las viviendas degradadas, de incrementar la limpieza y la iluminación de las calles, de fomentar la apertura de nuevos comercios y de potenciar la actividad cultural y económica del Raval. «Con este plan de choque –concluye Milián– esperamos que el Raval vuelva a tener la personalidad que conocíamos y deje de ser un lugar degradado y problemático».

Reacciones de los partidos

En la reunión de la comisión, el regidor de Seguridad, Albert Batlle –del PSC, el único voto en contra–, se mostró «escandalizado» por el apoyo que recibió el plan. Milián le respondió que «su voto contrario, señor Batlle, sigue demostrando que Barcelona no apuesta por este barrio».

Para el regidor de Junts Jordi Martí, el tema es «suficientemente grave» como para apartar las diferencias ideológicas que su formación tiene con el PP y «apoyar cualquier iniciativa que vaya en la dirección de salvar el barrio». En este sentido, lamentó que «el Raval continúe por una pendiente de degradación peligrosísima» pese a los avisos realizados por la oposición durante años.

También votó a favor el concejal de Vox Liberto Senderos, que consideró que su partido comparte muchas de las propuestas, como aumentar la presencia policial, pero instó a añadir aún más medidas al plan, como potenciar el evitar que se consuman drogas por la calle.

En la votación se abstuvieron la concejal de ERC Rosa Suriñach y la edil de Barcelona en Comú Carolina Recio. La primera señaló que su partido «comparte la preocupación» por la deriva del Raval, pero no el «enfoque» del plan. La segunda señaló que están de acuerdo con algunas de las medidas pero no con la «mezcla» final.