Una ruta por la Barcelona nazi: ¿dónde se reunían los espías de Hitler?

La presencia de agentes nazis en Barcelona no fue un acto solitario, ni poco común. En la ciudad se estableció una red de miembros de la inteligencia militar alemana, la Abwerh. Documentos desclasificados de los Archivos Nacionales de los Estados Unidos afirman que, de 1939 a 1945 hubo en Cataluña unos 500 espías y colaboradores nazis.

Para disimular su verdadera profesión, los nazis establecidos en la Ciudad Condal trabajaban como agentes comerciales, ingenieros, médicos, militares en la reserva, periodistas, analistas, artistas o historiadores. Entre los colaboradores que tuvieron en Cataluña estaba el médico de ERC Josep Antoni Trabal, así como el policía de la Generalitat Benet Comas. Se integraron dentro de la sociedad y organizaban encuentros culturales, editaron revistas y frecuentaban el Liceo.

El punto de encuentro habitual de los espías nazis en Barcelona era el restaurante Otto Lutz, situado en la calle Mallorca número 196. Era propiedad de Hermann Otto Lutz, que llegó a Barcelona a finales de 1939. También frecuentaron el Hotel Ritz.

Uno de los clientes habituales fue Hermann Karl Andrés Mosser, miembro del Partido Nazi y jefe de Productos Químicos-Farmacéuticos SA. En esos laboratorios se reclutaba a gente para la Abwerh.

El jefe de la Gestapo en Barcelona era Ernst Hammer. Los documentos de Washington demuestran que centenares de catalanes colaboraron con el III Reich. El dinero nazi se guardaba en el Banco de Alemania, en la Plaza Cataluña, que regularmente llevaba a cabo transferencias a Suiza o a Sudamérica.

Persecución a los nazis

El cambio de política de Franco hacia finales de la II Guerra Mundial, poniéndose al lado del bando que con toda probabilidad ganaría la guerra, hizo que endureciera, por así decirlo, la persecución a los miembros de la Abwehr.

A finales de 1944 unos 50 miembros de esta organización fueron confinados en un balneario de Caldes de Malavella. Ahí tenían una cierta semilibertad. Muchos de ellos, en 1945, teniendo en cuenta cómo evolucionaba la guerra, decidieron marcharse a Sudamérica. Otros fueron repatriados en el barco Highland Monarch.

El Otto Lutz o el bar La Jungla no fueron los únicos centros donde se reunían los miembros de la Abwerh en Barcelona. En el Centro de Archivos Históricos, ubicado en el Château de Vincennes (Francia), se conserva la relación de los lugares que en Barcelona sirvieron no solo como locales de reunión, sino para alojar a los recién llegados. A continuación, publicamos la lista.