Vista panorámica de una playa de Barcelona

Vista panorámica de una playa de BarcelonaPexels / Lana L

Barcelona cambia su lema como parte de la ofensiva del Ayuntamiento para frenar el «turismo de masas»

Se pasa del «Visit Barcelona» al «This is Barcelona»

Turismo de Barcelona quiere priorizar la calidad turística de la ciudad por delante de la calidad y, por este motivo, apuesta por un cambio de lema: del ‘Visit Barcelona’, a partir del 22 de agosto, y coincidiendo con la Copa América de Vela, se pasará al ‘This is Barcelona’. Un cambio que no es baladí, teniendo en cuenta que el Ayuntamiento de la capital catalana quiere controlar el número de turistas que visitan la ciudad. Desde el equipo de gobierno municipal dicen que Barcelona está «al límite» de su capacidad.

Pues bien, con el cambio de lema también se quiere visualizar esta cuestión, y evitar la promoción «genérica» para que los turistas visitan la ciudad, y, en cambio, reivindicar lo que ‘es’ Barcelona, como las tradiciones, la gastronomía, el deporte, los museos o los festivales.

En palabras de Manel Hernández, director general del Consorcio de Turismo, se trata de promocionar la imagen de la Barcelona «real y concreta, no la de postal», lo que considera un «un cambio radical de cómo se promociona» la ciudad en el mundo. Según Hernández, el contexto actual es muy diferente al de hace quince años, cuando se optó por el primer eslogan. Ahora, ha apuntado, la ciudad está intentado «gobernar» y limitar el turismo con diferentes medidas y la promoción turística que hace Turismo de Barcelona «no podía quedar al margen de esta realidad», ha asegurado.

De esta forma, la idea es apostar por un turismo de «calidad» con visitantes que ocupen establecimientos hoteleros y consuman cultura, restauración o acudan a exposiciones, además de mantener la apuesta por el turismo de congresos. Hernández habla de «afirmarnos», y afirmar la «identidad y singularidad» de Barcelona.

El nuevo lema, ‘This is Barcelona’, como decíamos, se empezará a potenciar a partir del 22 agosto. Y en diferentes formatos y canales de difusión. También habrá una plataforma de «prescripción» de la experiencia Barcelona que trabajará en origen para determinar perfiles en función de los intereses de la ciudad.

En ese sentido, ya se ha adjudicado un primer concurso, de más de dos millones de euros, para disponer de esta plataforma con la que se pretende «recomendar». En definitiva, la nueva estrategia responde a cuatro pilares: promover el producto concreto y dejar de promocionar la ciudad de forma genérica; explicar al visitante qué hacer en Barcelona; generar orgullo de ciudad y competir por ferias y congresos.

Controlar el turismo

Hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha un plan de gestión del turismo, con el objetivo de «atenuar» las molestias que esta actividad provoca entre los vecinos. Y se va a actuar en 16 áreas, Espacios de Gran Afluencia (EGA), como así lo ha definido el consistorio. Para ello, va a invertir más de 44 millones de euros para impulsar 33 medidas que incluirán reforzar la vigilancia policial, la limpieza o la dinamización del comercio local, por ejemplo.

La mitad de esos espacios son turísticos. Es el caso de la zona de Paseo de Gracia – Plaza Cataluña, el Barrio Gótico, La Rambla, Sant Pere-Santa Caterina y la Barceloneta. Pero tres serán prioritarios. Estamos hablando de Sagrada Familia, Park Güell y Boqueria. En estos tres ámbitos se pretende incluso limitar el flujo de turistas para que su «experiencia no sea decepcionante», aseguran desde el consistorio.

Otra de las medidas, a medio plazo que va a impulsar el consistorio, también para hacer frente al problema de acceso a la vivienda, es no renovar las licencias de los pisos turísticos a finales de 2028, con lo que desaparecerán unos 10.000 establecimientos de este tipo en la ciudad. Y a eso hay que añadir, que un turista que visite Barcelona puede pagar en concepto de tasa turística hasta 7,5 euros por persona y noche. Ahora paga 6,25 euros. Y es que el Ayuntamiento ha elevado hasta el máximo permitido, cuatro euros, el recargo municipal. Por este concepto, de momento, se ha aprobado este mes de julio en la comisión de Economía, y el objetivo es que entre en vigor el octubre de este mismo año.

Y en medio de esta situación, el ayuntamiento tiene que lidiar con situaciones de turismofobia. Medios de comunicación de Inglaterra, de Alemania o de Estados Unidos se hicieron eco de la marcha contra el turismo impulsada por la Asamblea de Barrios por el Decrecimiento Turístico en Barcelona, y destacaron que algunos de sus participantes se encararon con los turistas, a quienes mojaron con pistolas de agua. De hecho, hay países que recomiendan a sus ciudadanos no viajar hasta la capital catalana por la turismofobia.

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