Un agente de la Guardia Civil durante una patrulla marítima en el Puerto de Barcelona, a 4 de julio de 2023, en Barcelona, Catalunya (España). La Guardia Civil ha instado al sentido común a bañistas y tripulantes de embarcaciones de recreo para evitar "muchos de los problemas que suceden" en el mar. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Barcelona tiene cuatro embarcaciones operativas, algunas de 11 metros de eslora y otras de 21, y realizan funciones de carácter administrativo: verifican la documentación de las embarcaciones y las conductas incívicas de bañistas y tripulantes en el mar. Los agentes, además, revisan y hacen vigilancias de las que definen como infraestructuras críticas para tratar de detectar cualquier actividad irregular, ya que, a raíz de la guerra de Ucrania, "al principio hubo mucho temor a sabotajes de los gasoductos y cortes de gas".
05 JULIO 2023
Lorena Sopêna / Europa Press
(Foto de ARCHIVO)
04/7/2023

Un agente de la Guardia Civil durante una patrulla marítima en el Puerto de Barcelona, a 4 de julio de 2023, en Barcelona, Catalunya (España). La Guardia Civil ha instado al sentido común a bañistas y tripulantes de embarcaciones de recreo para evitar «muchos de los problemas que suceden» en el mar. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Barcelona tiene cuatro embarcaciones operativas, algunas de 11 metros de eslora y otras de 21, y realizan funciones de carácter administrativo: verifican la documentación de las embarcaciones y las conductas incívicas de bañistas y tripulantes en el mar. Los agentes, además, revisan y hacen vigilancias de las que definen como infraestructuras críticas para tratar de detectar cualquier actividad irregular, ya que, a raíz de la guerra de Ucrania, «al principio hubo mucho temor a sabotajes de los gasoductos y cortes de gas». 05 JULIO 2023 Lorena Sopêna / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 04/7/2023Europa Press

Intervenidos 211 kilos de cocaína oculta en fruta introducidos en Portugal y trasladados a Barcelona

Agentes de la Policía Nacional han intervenido 211 kilos de cocaína ocultos en contenedores de fruta al desarticular una organización criminal que introducía esta sustancia estupefaciente por mar en Portugal y luego era distribuida por carretera en España, entre otros puntos hasta la Zona Franca de Barcelona.

En una operación conjunta con la Policía Judiciaria de Portugal, se ha detenido a tres personas por su relación con este entramado para introducir la droga en contenedores comerciales procedentes de Sudamérica a través de puertos portugueses y, posteriormente, por carretera hasta distintos puntos de la geografía española.

La investigación comenzó en el mes de mayo cuando los investigadores detectaron la llegada al Puerto de Setúbal (Portugal) de un contenedor que, procedente de Costa Rica, podría contener fruta importada por una empresa con sede en Barcelona.

Tras varias gestiones, los agentes constataron que el contenedor podría ocultar un cargamento de cocaína oculto entre la mercancía legal, según ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa.

De esta forma, se puso en marcha un dispositivo conjunto entre las autoridades portuguesas y españolas para controlar la llegada del contenedor así como su traslado por carretera hasta un punto de la Zona Franca de Barcelona.

Una vez allí, los agentes detectaron a dos personas que, además de realizar labores de contra vigilancia, se aproximaron hasta el muelle de carga cuando comenzó la descarga de la mercancía legal.

Los investigadores localizaron en el interior del contenedor 589 paquetes rectangulares de cocaína con 211 kilos en total que viajaban ocultos en un falso suelo de las cajas ubicadas en varios de los palés que contenían piñas. En ese momento eran detenidas las dos personas implicadas.

Posteriormente, los agentes identificaron y arrestaron a un nuevo miembro de la organización que, presuntamente, era el destinatario final de la mercancía.

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