Barcelona aumenta en turistas a pesar de las trabas del Ayuntamiento

A pesar de las medidas restrictivas llevadas a cabo durante años por el gobierno de Ada Colau, que no deseaba que Barcelona fuera una ciudad de referencia del turismo mundial, bloqueando licencias para nuevos hoteles, reduciendo el número de cruceros o no dejando construir el museo Hermitage, actualmente la ciudad recibe, diariamente, 170.000 turistas. Así, empieza a recuperar datos anteriores a la pandemia.

El gobierno de Jaume Collboni tampoco es mucho más amable con ellos que el de Colau. Una de sus últimas iniciativas ha sido la de aumentar el precio que los autocares turísticos deben pagar por aparcar. A esto debemos sumar la campaña para eliminar todos los piso turísticos y la tasa turística de 4 euros.

Al respecto el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha declarado que «las medidas del gobierno por primera vez aglutinan la gestión turística en un único modelo de ciudad, que tiene en cuenta todos los aspectos relacionados con la economía del visitante».

55 actuaciones hasta 2027

Las medidas que el Ayuntamiento barcelonés pretende llevar a cabo, hasta 2027, se dividen en 55 actuaciones en 12 ámbitos, con un presupuesto de 254,7 millones de euros. Estas actuaciones son gestión de los espacios urbanos, fiscalidad y financiamiento, movilidad interna, alojamiento, convivencia, seguridad y prevención, sostenibilidad y resiliencia, digitalización e innovación, desarrollo económico y retorno económico, estrategia territorial y oferta turística, promoción, comunicación y acogida, conocimiento, y comunidad y gobernanza.

Respecto a lo que decíamos de la tasa bus, se pasará de los 20 a los 80 euros. En 2023 se realizaron más de 156.000 operaciones de autocares turísticos en las 222 plazas habilitadas. Esto supuso para el gobierno municipal unos ingresos de un millón de euros. Con esta iniciativa piensan ingresar cuatro millones de euros.

150.000 puestos de trabajo

Como decíamos, cada días visitan la ciudad 170.000 turistas, que no todos acaban pernoctando en los hoteles de la ciudad. Estos turistas dan trabajo a 150.000 personas. La mayoría se concentran en Ciutat Vella, en la zona de la Catedral Barrio Gótico, Santa María del Mar y sus alrededores, porque es un reclamo turístico.

El otro es visitar el Eixample, incluyendo Sagrada Familia, al estar enclavadas allí diferentes obras de Antonio Gaudí. Si especificamos el número de turistas por kilómetro cuadrado, Ciutat Vella acumula 14.200, mientras que en el Eixmple se reduce a 6.500.

Estos turistas, en su mayoría, son cruceristas de tránsito. Es decir, aunque el crucero se quede atracado en Barcelona, normalmente no se alojan en hoteles y vuelven al barco a pernoctar. Según el Ayuntamiento de Barcelona, en 2023 se registraron 3,6 millones de pasajeros cruceristas, de los cuales 1,6 millones se encontraban en tránsito. Estos cruceristas en tránsito están un promedio de unas 12 horas en la ciudad.

Según Turismo de Barcelona, que depende de la Diputación de Barcelona, el gasto de cada visitante es de 551,20 euros. Esta cifra engloba el transporte, el alojamiento y el gasto en destino. El gasto medio en destino es de 169,9 euros, siendo las actividades más comunes restaurantes, playa y compras. La estancia media de los no cruceristas es de 5 noches. Esta estancia se reparte en hoteles, en su mayoría, y casas de amigos y familiares.

Barcelona recibe dos tipos de turistas. Por una parte aquellos de los alrededores que visitan la ciudad, los que provienen de Madrid, y del resto de España. Los otros son de la Unión Europea, del resto de Europa, Centro y Sudamérica, Norteamérica, Asía y Próximo Oriente.

Visitan la ciudad por ocio un 64%, por cuestiones personales un 21,1% y por motivos profesionales un 14,95. Los turistas destacan como aspectos más valorados el carácter y la amabilidad de la gente, la seguridad personal, el alojamiento, las playas y el entorno.