Agentes de policía delante de una concentración de entidades y organizaciones sociales ante la Fira de Barcelona Gran Vía, a 25 de septiembre de 2024, en L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, Catalunya (España). Unas 100 personas se han manifestado en la plaza Europa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) contra la celebración del congreso inmobiliario The District, que se organiza en el recinto de Fira de Barcelona Gran Via hasta el viernes. La concentración ha sido convocada por distintos sindicatos de vivienda, plataformas ecologistas, asociaciones de vecinos, entidades feministas y antirracistas y formaciones políticas.

Lorena Sopêna / Europa Press
25 SEPTIEMBRE 2024;INMOBILIARIO;CONGRESO;L HOSPITALET DE LLOBREGAT
25/9/2024

Agentes de policía frente a unos manifestantes contra el salón The District, el miércolesEuropa Press

Vivienda

The District, la feria de la discordia, hace patente que Cataluña tiene un déficit de 175.000 viviendas

La feria inmobiliaria más importante de Europa se clausura tras dejar un impacto económico de 27 millones en Barcelona

The District, la feria inmobiliaria más importante de Europa, se clausura hoy en Barcelona tras dejar un impacto económico en la ciudad de 27 millones de euros aportados por 12.000 visitantes. Pese a ello, como en ediciones anteriores, los asistentes al evento no se han librado de escraches, acosos en la puerta de la feria, lanzamiento de globos con pintura, etc.

La mezcla de turismo —aunque sea de negocios— y mundo inmobiliario es un cóctel de muy mal llevar por parte del Sindicat de Llogateres («sindicato de arrendatarias»), los Comunes y otras organizaciones que llevan años monopolizando la reivindicación callejera en Barcelona como si no llevaran décadas en el poder y la masificación turística o el inasequible precio de la vivienda no fuera, en gran medida, su responsabilidad.

Los asistentes a la feria apuntan a la necesidad de construir hasta 2030 más de 700.000 viviendas en España. Según el Banco de España, más de 140.000 deberían construirse en Cataluña, pero la lentitud de la administración en la concesión de licencias, entre otros motivos, hace inviable alcanzar esta cifra.

El Colegio de Arquitectos de Cataluña constata que municipios con alta demanda de vivienda, como Sant Cugat del Vallès, tardan cerca de 20 meses en tramitar una licencia, cuando en 2019 el plazo era inferior a ocho meses. En Barcelona, los plazos entre 2018 y hoy se han doblado pasado de cinco a diez meses.

En marzo del año 2023 el parlamento catalán modificó la Ley de Urbanismo para agilizar las tramitaciones, pero los resultados se hacen esperar o se consiguen muy con cuentagotas.

Un déficit de 175.000 viviendas

Un estudio de la UAB revela que en los últimos seis años se han construido en Cataluña solo 50.000 viviendas, mientras se han creado 222.000 unidades familiares, lo que lleva a un déficit de 175.000 viviendas. Desde 2008, Cataluña no llega a las 20.000 viviendas construidas anualmente, frente a las más de 120.000 que se construyeron en 2006. La cifra es manifiestamente insuficiente para atender el crecimiento y, también, el envejecimiento de la población.

Expertos asistentes a The Distrcit destacan que la rebaja de tipos de interés puede facilitar el acceso a la vivienda a jóvenes y familias con menos recursos, pero la realidad es que el plan que anunció el presidente del Gobierno para sacar al mercado 184.000 viviendas procedentes de promociones en manos de la Sareb hasta ahora ha tenido un magro resultado, con solo 350 entregas, un 0,2% del total prometido.

La regulación del alquiler que entró en vigor en Cataluña en marzo de este año no ha servido para controlar los precios en las llamadas zonas tensionadas, sino que el coste del alquiler siga subiendo, pasando de un precio medio de 1.361 euros a 1.402.

A los problemas de precio derivado de la falta de oferta y la regulación excesiva se suma el problema de la inseguridad y la okupación. Datos de los Mossos d’Esquadra indican que en Cataluña desde 2010 a 2024 se ha pasado de tener 300.000 a 800.000 alarmas conectadas con la policía. El hecho de que Cataluña sume más okupaciones que Andalucía y las comunidades de Valencia y Madrid juntas es un elemento más de preocupación para el mercado inmobiliario.

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