Política
Sánchez se autoinvita a un piso de alquiler asequible en Barcelona subvencionado por el Gobierno
El presidente del Gobierno escenifica en un vídeo junto a «Ángel y Karen» su promesa de impulsar viviendas asequible esta legislatura
«Esta tarde Ángel y Karen me han abierto las puertas de su casa». Así presentaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su visita semi-sorpresa –no se añadió a la agenda oficial hasta poco antes– a un piso de una nueva promoción de 72 viviendas en el barrio de La Marina del Prat Vermell de Barcelona, que se destinarán a alquiler sostenible.
En el vídeo, Sánchez trata de actuar con normalidad frente a sus dos anfitriones, a pesar de estar rodeado por un pelotón de autoridades: «Esto en verano tiene que ser…», comenta con Karen en el vídeo publicado en su cuenta de X, mientras en la puerta se agolpan el alcalde, Jaume Collboni, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.
Según detalla el Gobierno en un comunicado, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ha subvencionado esta promoción en Barcelona con 1,7 millones de euros. Destacan que el edificio tiene un consumo energético mínimo, así como ventilación, aclimatación inteligente y un 30% del techo cubierto con vegetación.
Las viviendas visitadas se han financiado a través de una subvención de 20 millones de euros que el Gobierno ha otorgado al Ayuntamiento de Barcelona para destinarlos a un total de 18 promociones en la capital catalana, la mayoría para alquiler asequible y gestionadas por el Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona, o IMHAB, en sus siglas en catalán.
«Esta legislatura queremos impulsar 184.000 viviendas destinadas a alquiler asequible. Ya hay más de 81.000 en desarrollo», ha recordado el presidente del Gobierno en su mensaje en X. Pese a todo, cabe recordar que los avances concretos en este plan, auténtico órdago del líder socialista en materia de vivienda, no se han sucedido con tanta rapidez como los anuncios.
En el vídeo hecho público, Sánchez trata de mostrar su cara más cercana hacia los vecinos, a pesar de que sus acompañantes –que también incluían a la primera teniente de alcalde de Barcelona, Laia Bonet, o al delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto– abarrotaban el limitado espacio disponible.