Uno de los platos del restaurante Disfrutar, en BarcelonaGuía Michelin

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De las estrellas Michelín a la cocina de toda la vida: los 25 mejores restaurantes de Barcelona

Gastronomía de altos vuelos para todos los gustos, porque en Barcelona se come como en ningún sitio

Hace ya años que Barcelona capitaliza parte de la gastronomía a nivel autonómico y también, por qué no decirlo, a nivel nacional. Podríamos hablar de muchas personas que han hecho grande la cocina barcelonesa, pero solo recordar a históricos como Miguel Regás, la familia Bofarull o Ramón Cabau.

Pero, ¿y actualmente? Barcelona tiene hoy muchas propuestas en lo más alto de la gastronomía, para todos los gustos. Por eso, a continuación va una lista personal de 25 recomendaciones para la próxima vez que alguien se pregunte: ¿dónde comer bien en Barcelona?

Cinc Sentits

Cambió de ubicación, de Aribau al número 60 de la calle Entença, para crecer y para poder adaptarse mejor al ritmo de degustación del cliente sin disgusto. Es un dos estrellas Michelín.

Disfrutar

Cerrado ElBulli, sus antiguos jefes de cocina Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas ofrecen en Disfrutar una cocina de matriz bulliniana, tecnoemocional pura. Disfrutar es el heredero directo del espíritu del mítico restaurante, tanto en cuanto a la imaginación y excelencia como por el juguetón sentido del humor que destilan sus creaciones.

Enigma

Enigma ha pasado de lo que llamaba fun dining, maridaje de platillos creativos y coctelería con tardeo y baile, a la fórmula tradicional de lo que uno espera de un factótum de ElBulli. Es decir, un menú degustación de 25 pasos por algo más de 200 euros, que irá cambiando a medida que lo hagan las estaciones.

Casa Güell

Situada en el corazón del Poblenou antiguo y obrero, se trata de un restaurante de cocina catalana situado en los bajos del histórico edificio Gurugú. Su especialidad son los platos de cuchara y mojar pan, como un capipota principesco con piñones o unos garbanzos con pavía de bacalao (rebozado) en los que cantan los ángeles, con los garbanzos al dente.

Lasarte

La embajada de Martín Berasategui en el hotel Monument de Barcelona se ha convertido en uno de los restaurantes imprescindibles de Barcelona, Cataluña y España, donde el chef ofrece lo mejorcito de su creatividad.

Mae

Un restaurante de altos vuelos dirigido por el chef catalán Germán Espinosa (ex Fonda España), el chef colombiano Diego Mondragón (ex Bodega de Can Roca, Àbac y Fonda Espanya) y la restauradora costarriqueña Mariella Rodríguez. Practica el 'glocalismo' gastronómico, esa sinergia entre el globalismo y el localismo con la que se puede crear un plato nuevo. Es una cocina virtuosa y llena de técnica.

Els Tres Porquets

Una gastrotaberna de Poblenou que apuesta por el buen producto y lo transforma en tapas sencillas, pero bien resueltas, ya es todo un clásico. Maestros de la fritura, el guiso y de la alegría porcina.

Gat Blau Restaurant

En 2011 el restaurante de Jo Mestres y Pere Carrió se adscribió a la filosofía slow food, y después de años ofreciendo un menú de mediodía excelente, ahora solo funcionan con carta por la noche, y con un menú de mediodía gastronómico. Y han profundizado en una sostenibilidad real, que pasa por trabajar con ganaderos que siguen prácticas ejemplares para la conservación del medio rural y con campesinos ecológicos locales.

Rías/Kru

Tras la pandemia, el Rías de Galicia reabrió como Rías/Kru. Antes subías las escaleras del Rías de Galicia –un restaurante abierto en 1986, marisquería familiar de referencia de Barcelona– y te encontrabas otro restaurante, el Espai Kru, donde el que dominaba en un 80% de la carta porciones excelsas de producto marino crudo y marinado con elaboraciones de alta cocina moderna. Los hermanos Iglesias han optado por unificar la carta en ambos espacios.

Xerta

El restaurante Xerta, en el hotel Ohla, abandera la entrada en la alta cocina barcelonesa del gran desconocido de la gastronomía catalana: el producto del delta del Ebro. El chef Fran López, que a los 25 años consiguió la Michelin en Villa Retiro (Xerta), ofrece platos en los que combina el poder crudo del mar con la creación gastronómica.

Una de las elaboraciones del restaurante Xerta, en BarcelonaAlejandro Moneo / Xerta

Hisop

El chef Oriol Ivern presenta en Hisop una cocina que os será familiar en cuanto a la raíz, pero muy creativa por la puesta en escena y la combinación de sabores. En definitiva, natural como lo es el chef y su equipo, sin querer decir más que lo que te encontrarás en el plato.

Y la verdad es que lo hacen de maravilla tanto en la sala como en los fogones. Tienen una estrella Michelin, quizás la más discreta de la ciudad y dicen que la más económica (el menú degustación vale 85€, 110€ con maridaje). Pero no menos merecida que el resto: todo lo contrario.

Darvaza

Este restaurante especializado en brasas es toda una experiencia sensorial y gastronómica. Dan prioridad al producto de alta calidad, pero siempre con la brasa como común denominador: ahumados, soasados, braseados, flameados... Aquí encontrarás gastronomías de muchos rincones del mundo, todas besadas y enriquecidas por el fuego y el humo. Darvaza es un volcán del Turkmenistán.

Arume

Más que cocina gallega contemporánea, Arume es un restaurante de gallegos que han viajado por todo el mapamundi. Lo que hacen –coger productos de la cocina gallega y el Atlántico y modernizarlos– es fácil de decir. Pero lo difícil es rehacer platos que de tan locales son universales, como por ejemplo un cebiche de corvina salvaje con leche de tigre, granada y emulsión de aguacate, y las vieiras con crema de maíz.

Dos platillos

Dos platillos es una perfecta fusión entre bar Manolo y barra asiática de alta cocina, un lugar que no tiene mesas y donde, si no tienen tiempo, no te van sirviendo el vino. Reflexión: parte de la estrella Michelin siempre premia el servicio, y que ellos la tengan todavía pone en más valor sus fenomenales tapas asiáticas.

Son platos que se han convertido en una plaza para comer icónica, como las cocochas al pil-pil japonés, la costilla de cerdo de cal Rovira al estilo cantonés. Y no olvidéis que aquí dentro está el mejor bar de sake de España.

Mont Bar

Mont Bar es un bar esquinero, en el Eixample Izquierdo. Formalmente, en Barcelona no se puede ser más bar que esto. Su propietario, Iván Castro, con un background familiar de hostelería en el Valle de Arán, consiguió que fuera una de las barras más codiciadas por los codos de buena comer de la ciudad.

La Fonda de Pirenaicas

Tras el éxito sideral del reboot de Mantequerías Pirenaicas como taberna gastronómica del upper, y convertida en punto de peregrinación mundial gracias a sus tortillas, Miguel Puchol ha abierto la Fonda de Pirenaicas. Un restaurante de cocina catalana popular con aires de restaurante de carne a la brasa, es donde estuvo la Llesca de Gracia. Se come platillo catalán hecho con mucha solvencia y toque gourmet.

Rasoterra

Rasoterra es más que un restaurante vegetariano: es uno de los lugares más emblemáticos en la revolución verde en las mesas de Barcelona, desde que abrieron en 2013. Si tenemos en cuenta que uno de los socios del restaurante, Daniele Rossi, también es presidente de la Asociación Slow Food de Barcelona y que tienen un huerto propio, entenderemos la magnitud y el rigor del Rasoterra en materia de cocina km 0.