Interior del Bollocks Bar

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Gastronomía

El comunista, el vikingo o el vaquero: 13 bares únicos de Barcelona a los que ir al menos una vez

Según el Ayuntamiento, la capital catalana cuenta con más de 7.400 bares y restaurantes

Es muy difícil encontrar una calle en Barcelona en la que no haya al menos un bar. Según el Ayuntamiento, la capital catalana cuenta con más de 7.400 bares y restaurantes, la mayoría de barrio, con un encanto particular, pero que difícilmente saldrán en la prensa. Otros, sin embargo, destacan por su originalidad o incluso su frikismo: una doble categoría de la que en este artículo ofrecemos una selección.

Bar Iôsif

En la calle Margarit del Poble-sec encontramos el Bar Iôsif, que toma como referencia el nombre de pila de Stalin. En el bar suenan himnos que podemos considerar revolucionarios y en las paredes cuelgan carteles de propaganda soviética. La carta es una cartilla de racionamiento. Sitio curioso para comer exquisitas tapas, acompañadas de vino o cerveza.

Motor Oil Cocktail Bar

En la calle Ample número 46 encontramos el Motor Oil Cocktail Bar, también conocido como Bollocks Bar. Con cócteles de autor, hamburguesas, música de los 70 y 80, del más puro estilo rockero. A aquellos que les guste la música de esa época y la quieran disfrutar comiendo una hamburguesa y bebiendo una cerveza, es muy recomendable.

Bar La Cobra

El Bar La Cobra está en la calle Joaquín Costa número 47. De ambiente oscuro, tono Freak Side Show: taxidermias, mascarones de proa, cabezudos, gigantes y payasos, todo junto a una barra como un altar pagano, ventanales con Rayos X y las paredes quemadas. A pesar de todo lo dicho, ir a La Cobra es toda una experiencia.

Bar Teatro Tinta Roja

Con un estilo de los años 20, en la calle Creu dels Molers número 17 encontramos el Bar Teatro Tinta Roja. Era una antigua vaquería reconvertida, en la que uno, mientras toma algo, puede oír tangos, música latina y monólogos. Al entrar uno se transporta al Buenos Aires de Carlos Gardel. Es un lugar emblemático de Barcelona.

Interior del Bar Teatro Tinta Roja

Interior del Bar Teatro Tinta RojaDaffke Hollstein

Barkiria

Si uno desea transportarse a la Edad Media o adentrarse al mundo de los vikingos, debemos recomendarle Balkiria, en la calle de Leiva número 14. De espíritu power metal, los fans del heavy metal deben visitar el local, si es que aún no lo conocen. También los del folk-metal. Abierto desde las 8h a las 23h, se puede desayunar, comer y cenar.

El Bosc de les Fades

En Ciutat Vella existe un bar muy original aunque algunos lo pueden tildar de friki, cuya decoración simula un bosque. Se llama El Bosc de les Fades («el bosque de las hadas») y está en el Pasaje de la Banca número 7. Es el bar del Museo de Cera. Al entrar uno puede pensar que está en la Tierra Media de Tolkien. Tiene el encanto de los cuentos de hadas. Ideal para sumergirse en un mundo imaginario.

Las Cuevas de los Rajahs

En pleno Barrio Gótico, en la calle Cignás número 2, encontramos Las Cuevas de los Rajahs. Una coctelería en un entorno inspirado en Gaudí, con un íntimo bar en la parte superior y un animado espacio subterráneo para fiestas y eventos. Es una coctelería tiki. Es decir, con un matiz hawaiano. Está considerado como una de las coctelerías más originales de Barcelona.

Dos Billares Bar

En la calle d’Elisabets número 11, en el Hotel Casa Camper, encontramos Dos Billares Bar. Dos billares americanos, sillones club y un ambiente aterciopelado. La decoración retro hace de esta coctelería un auténtico oasis para la nostalgia.

Madame Jasmine

Madame Jasmine se encuentra en la Rambla del Raval número 22. Lo podemos definir como un bar canalla. La caja registradora está envuelta en una capa de lentejuelas; lámparas psicodélicas; papel pintado kitsch; paredes con tapices felinos; muñecos de plástico para que el cliente distinga los baños. Muchos de los objetos son reciclados de la basura. Un local muy original en pleno Barrio Chino, como diría Paca Madrid.

Bar Palosanto

Es un pequeño bar muy auténtico. Una carta corta, cocina casera y simple, pero con detalles que lo hacen muy original. Se llama Bar Palosanto y está en la Rambla del Raval número 22. Se puede degustar salmorejo con espárragos, huevos de codorniz con jamón, bocadillo de calamares o tortilla de patatas.

Bodega Marín

En el barrio de Gracia, en la calle Milà i Fontanals número 72, encontramos la Bodega Marín. El tapeo clásico lo puedes encontrar allí. Destaca por sus navajas, ostras, pulpo, chipirones, rabo de toro o estofado de jabalí, además de los quesos y embutidos. Tiene servicio de take-away tanto de comida como de bebida. Un lugar clásico con un toque de modernidad.

Café del Centre

Un referente gastronómico, con más de 150 años de antigüedad, es el Café del Centre, en la calle Girona número 69. Nació como Casino de la mano de la familia Bel en 1873. En la década de los 60 se convirtió en un local de referencia para la intelectualidad barcelonesa. Mesas de mármol, guirnaldas modernistas, baldosas blancas y negras, un piano de pared… Actualmente es propiedad del Grupo Confitería fundado por Enric Rebordosa y Manuel Baldovinos. El local recibió el Premio Nacional de Establecimientos Comerciales Centenarios de la Generalidad de Cataluña.

Bernat Pescaire

Y finalizamos con una curiosidad escondida. En el claustro de la Universidad de Barcelona encontramos una caseta de madera, pequeña, diseñada por Álex Orlich. Lleva por nombre Bernat Pescaire (Garza Real), porque en el recinto se encuentran algunas de estas aves. La gestión la lleva a cabo la empresa Degusto Arte. Sirven refrescos, cafés, pasteles y bocadillos.

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