Vista de la casa Solá-Morales, en OlotC. Alcalà

Historias de Cataluña

La saga carlista de Olot que vivió en primera persona los hechos históricos clave de los últimos dos siglos

La tradición familiar de los Solá-Morales se remonta al siglo XVIII, y varios de sus integrantes han sido destacados miembros de la sociedad

La ciudad de Olot (Gerona) ha dado importantes figuras del carlismo catalán. Baste solo recordar a los hermanos Joaquín y Mariano Vayreda o a los hermanos Luis y Joaquín de Bolós y Sarriera. Sin embargo, hoy nos centraremos en los Solá-Morales, cuyo origen familiar lo encontramos en el Mas El Solá de Batet de la Serra, una entidad de población perteneciente al municipio de Olot.

El origen familiar se remonta a Francisco de Solá, casado con Ignacia Juliá. Una hija mayor de la casa, Juliana de Solá Mandes, se casó con el sevillano Jacinto de Morales. Desde ese momento pasaron a llamarse de Solá-Morales. Francisco de Solá mandó construir la casa señorial del Passeig d’en Blai de Olot en el 1781, ampliándose en el siglo XX por el arquitecto Domènech i Muntaner, con esgrafiados de Francesc Brilli Bernascons y estatuas de Eusebi Arnau.

El primer miembro destacado de la saga olotina Solá-Morales fue Ignacio de Solá-Morales y Julián, segundo comandante del Batallón de Voluntarios Realistas de Olot durante la Tercera Guerra Carlista. Su hijo, José de Solá-Morales, casado con Carmen Mir, fue ayudante del infante Alfonso Carlos de Borbón. En aquella, 1872-1876, es nombrado alcalde de Olot en sustitución del republicano Joan Déu i Ros.

Un hogar de solera

La casa Solá-Morales fue un hogar de solera para la legitimidad carlista. Prueba de ello es la trayectoria del más destacado miembro de esta familia: Joaquín de Solá-Morales y Mir. Nacido en Olot, el 15 de marzo de 1865, a los diez años, junto con su primo Ramón Mir de Ventós, se presentó al jefe de los requetés que estaba alojado en Can Closells, en Batet de la Serra. Ambos solicitaron su admisión en la unidad, cosa que no fue aceptada a causa de la edad.

En la casa de los Solá-Morales de Olot se alojó el general Francisco Savalls, y Alfonso Carlos de Borbón juró los fueros de Cataluña en nombre de Carlos VII. El acto lo llevó a cabo el general Rafael Tristany, comandante general del ejército carlista en Cataluña, el cual los leyó en voz alta. Para la ocasión se decoró la fachada de la casa con dos retratos de Carlos VII y su esposa Margarita de Borbón-Parma, pintados por el artista olotino Josep Berga i Boix, conocido como «Avi Berga», que con Joaquín Vayreda fundaron la Escuela de Olot de Pintura.

Retrato de Alfonso Carlos de Borbón, en 1930Wikimedia

Después de la Tercera Guerra Carlista la casa solariega de Solá-Morales continuó prestando valiosos servicios al carlismo, manteniendo correspondencia constante con los reyes en el destierro, prestando siempre culto a la legitimidad de origen y de ejercicio.

Joaquín de Solá-Morales se casó con Rosario de Roselló y Donato. Tuvieron seis hijos, llamados José María, Francisco Javier, Faustina, Manuel, Carmen y Mercedes. De su descendencia debemos destacar al historiador Josep María de Solá-Morales y de Rosselló, el diplomático Francisco Javier de Solá-Morales y de Rosselló y los arquitectos Manuel de Solá-Morales y de Rosselló y sus nieto Manuel e Ignasi de Solá-Morales i Rubió.

Diputado tradicionalista

Joaquín de Solá-Morales ocupó el escaño de la Diputación Provincial de Gerona en 1907. Representó al Tradicionalismo, por la circunscripción de Olot-Puigcerdá, durante las legislaturas de 1907-1910, 1915-1918 y 1919-1922. En la legislatura 1911-1914 cedió su puesto a Luis de Bolós y Sarriera. Durante estos años fue Jefe Provincial del Tradicionalismo en Gerona.

En 1910 formó parte de la comisión organizadora del Mitin Católico del distrito de Olot. En esta comisión también estaban su primo, Ignacio de Ventós y Mir; Eduardo de Balle y de Rubinat, marqués de Vallgornera; el escritor Josep María de Garganta, y el pintor Joaquim Vayreda. Aquel acto fue una respuesta a los hechos ocurridos durante la Semana Trágica de 1909 para protestar contra el gobierno. El mitin tuvo lugar el 21 de julio de 1910 en la plaza de toros, que se llenó hasta la bandera. Entre los oradores, cabe destacar todos los diputados a Cortes y senadores que las fuerzas carlistas tenían en aquella época.

Entre otros cargos fue elegido, en 1911, vocal de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros y presidente del Sindicato Agrícola por la demarcación de Olot. En 1919 alcanzó la presidencia del Orfeó Popular Olotí. También se interesó por las artes y practicó la pintura al óleo y la música clásica. Joaquín de Solá-Morales era un gran propietario rural, con fincas en Olot, Batet de la Serra y Santa Pau.

De Olot se trasladó a Barcelona, residiendo en la Avenida de la República Argentina. En Barcelona asistió a todos los actos que organizaba la Comunión Tradicionalista y concurrió a las funciones benéficas de los Viernes Blancos que se organizaban para atender a las necesidades de los carlistas pobres. Fue miembro de la Junta Regional Carlista de Cataluña.

Tuvo amistad con los pretendientes carlistas Jaime y Alfonso Carlos. Mantuvo estrecha relación con las figuras emblemáticas del Carlismo como el marqués de Cerralbo, el conde de Doña Marina, el duque de Solferino, Juan Vázquez de Mella, Manuel de Bofarull Romañá, Miquel Junyent, el marqués de Villores, Bartolomé Trías, entre otros. Pertenecía al Cuerpo de la Nobleza de Cataluña y, desde 1952, era Caballero del Real Estamento Militar de Gerona. Durante la guerra civil vivió en Batet de la Serra. Sus casas de Olot y Barcelona fueron saqueadas. Joaquín de Solá-Morales falleció en Barcelona el 12 de marzo de 1961.

José María de Solá-Morales y de Roselló (Olot, 1905-1996), era abogado e historiador. Especialista en iconografía, genealogía y heráldica, fue membre de numerosas entidades culturales de Catalunya, Europa y América.

Manuel de Solá-Morales y de Roselló (Olot,1910 - Barcelona, 2003), arquitecto. Fue secretario y decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña y Baleares, desde donde impulsó la modernización de la arquitectura catalana promoviendo conferencias con invitados como Alvar Aalto o Bruno Zevi, y convocando en 1958 el concurso para la nueva sede del colegio en la plaza de la Catedral. Es padre de los arquitectos Manuel e Ignasi de Solá-Morales i Rubió.