Eduardo Zaplana, en un instante de su entrevista televisivaLa Sexta

Comunidad Valenciana  Zaplana se escuda en la 'pena de telediario': «Cuando me detuvieron ya estaba sentenciado»

El exministro de Trabajo insiste en que está «convencido» de su inocencia y acusa a la Fiscalía de haber construido «un relato»

El exministro de Trabajo y expresidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, ha roto su silencio pocas semanas después de que la juez le haya procesado y haya solicitado 19 años de cárcel.

Lo ha hecho, al igual que la investigada Mónica Oltra, en el programa Salvados de La Sexta. En él, el otrora portavoz del Gobierno con José María Aznar ha reiterado su inocencia respecto a la pieza sobre el caso Erial que le sentará en el banquillo por, presuntamente, haber adjudicado contratos de forma ilícita y previo cobro de comisiones ilegales en su etapa como presidente de la Generalitat Valenciana (1995-2002).

Así, Zaplana ha hecho hincapié en que no tiene «ningún dinero fuera» ni ha cometido «ningún cohecho», por lo que se ha mostrado «convencido» de su inocencia: «Si no, estaría escondido y no daría la cara», le ha espetado el expolítico al entrevistador.

A lo largo del programa, Zaplana se ha presentado como una víctima del sistema y de la famosa 'pena de telediario', es decir, una condena de la opinión pública antes de que lo haga la propia Justicia.

En base a ello, el exministro ha puesto varios ejemplos, entre ellos los de Rita Barberá, Francisco Camps o el expresidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell.

6,4 millones de euros

Según Zaplana, su caso no se basa en hechos probados porque «evidentemente no» ha cobrado los 6,4 millones de euros en comisiones de los que se le acusa.

Por contra, en su opinión, todo se fundamenta en el «relato construido por la Fiscalía». «El día que me detuvieron ya estaba sentenciado», ha llegado a decir.

En este sentido, el expopular –fue expulsado de la formación tras su detención en 2018– cuestiona la versión del Ministerio Público y se pregunta de modo irónico cómo pudiera haber cometido él «solo un cohecho» cuando decidían «otros», en relación a las «mesas de contratación».

Cabe recordar que Eduardo Zaplana entró en prisión preventiva padeciendo una leucemia que, a pesar del trasplante de médula que se le hizo, todavía hoy sigue sufriendo.

Por ello mismo, a colación de la situación del expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán, se ha mostrado «agradecido» a todos los que le han brindado su apoyo en tal «situación límite».

Incluso ha puesto en valor las palabras del líder proetarra Arnaldo Otegi, que pidió su salida de la cárcel por motivos de salud a pesar de que entre ambos existe una «distancia sideral en el plano humano y político».

Volviendo al contexto político, Zaplana ha rechazado contundentemente frases que se le atribuyen. Una de ellas es la de «estoy en política para forrarme».

Referente a ello, el expresidente valenciano ha asegurado que tanto el entrevistador como «la inmensa mayoría de la gente» saben que esa sentencia es falsa.

«¿Cómo se puede concebir que la gente se meta en política para ganar dinero? Es un servicio público», ha esgrimido.

Anticorrupción pide 19 años de cárcel para Eduardo Zaplana

Durante los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, Zaplana además de ministro de Trabajo era el portavoz del Gobierno y le tocó, junto al responsable de Interior, Ángel Acebes, dar cuenta de los avances en la investigación sobre la matanza.

En esta línea, Zaplana ha indicado que el PSOE tomó dichos atentados como hecho clave «para romper con el PP». Para sostener su postura, el exministro ha señalado que a raíz de esas fechas se producen acontecimientos como el Pacto del Tinell, la ruptura del Pacto Antiterrorista o las alianzas con Esquerra Republicana de Cataluña.

«Comienza una relación fluida con los aliados de ETA. Está todo relacionado y ligado. A partir de ahí se empieza a hablar de Otegi como un hombre de paz», ha recordado Zaplana.

Ya en un ámbito autonómico, el expresidente valenciano espera que en la región se le recuerde con una imagen positiva fruto de la «transformación brutal» que, a su juicio, llevó a cabo.

Por último, en el plano personal Zaplana incide en que no está «en el mejor momento» porque «los ánimos se resienten». Aún así, espera tener las condiciones mínimas para «vivir bien» y reconoce que la leucemia aún le sigue produciendo «infecciones».