Ana Losada, junto al resto de ponentes y el moderador en la jornada organizada por el CEU Cardenal Herrera de ValenciaC.L.

Educación  Ana Losada:«El tren para una educación en libertad está en la última estación. O lo cogemos ya o lo perdemos»

La fundadora de la Asamblea por una Escuela Bilingüe, Juan Carlos Girauta y Vicente Morro debatieron sobre la situación de la educación en España en una jornada organizada por el CEU Cardenal Herrera

«Durante la campaña electoral no se está hablando de educación». Esta fue la primera de las reflexiones que se pronunciaron durante la tarde-noche de ayer en el marco de una jornada organizada por la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia titulada Educación: una cuestión de libertad.

Y no es para menos, ya que durante los últimos días la agenda de los medios de comunicación la copan las encuestas electorales, la polémica con el Parque Nacional de Doñana y el reciente encontronazo entre los servicios de Protocolo de la Comunidad de Madrid y del ministro Félix Bolaños.

Precisamente por esa preocupante ausencia de debate público sobre la relación entre la educación y la libertad, la fundadora de la Asamblea por una Escuela Bilingüe, Ana Losada, lanzó una advertencia final: «Ese es un tren que están en la última estación. O lo cogemos ya o lo perdemos».

Durante sus intervenciones en el acto, Losada analizó críticamente el actual sistema educativo español, haciendo hincapié en su desarrollo en Cataluña. Así, definió como «problema» que el país cuente con diecisiete de ellos, «incluyendo los de las comunidades autónomas donde no hay nacionalismo». En su opinión, este hecho todavía hoy se sigue utilizando como «mecanismo para tensar» y para ejemplarizarlo puso el caso del proceso independentista catalán.

Requisitos lingüísticos

Según explicó, la vertiente política de este no ha acabado, sino que ha derivado en un «proceso lingüístico» cuyo fin es «imponer el catalán y excluir el español de todos los ámbitos». Otro de los «problemas de base» Losada lo encuentra en los «requisitos lingüísticos», ya que «condicionan a los padres, que quieren los mejor para sus hijos, y ven cómo sin tener el nivel C1 de catalán, euskera o valenciano no podrán ascender en la Administración Pública».

Dichos requisitos además, según indicó, «generan endogamia creando muros» que, a su vez, «rompen la convivencia entre españoles y sus lazos culturales e históricos a través de la educación».

El cuarto obstáculo para conseguir una educación en libertad la fundadora de la Asamblea por una Escuela Bilingüe lo ubicó en la Alta Inspección Educativa, organismo que depende del Ministerio. No obstante, denunció que no protege «la calidad ni que la Ley se cumpla en todo el territorio».

Además, advirtió que actúa «sin rigor, sin recursos y no está profesionalizada». Este contexto de «falta de valentía» hace que se esté produciendo una «falta de control» que en Cataluña ha permitido la consolidación de un «modelo ilegal» con unos proyectos lingüísticos «propios de regímenes fascistas».

Asimismo, Losada reprochó que hasta la fecha no haya habido «un Gobierno que haya dado un puñetazo en la mesa y haya dicho basta». «Todos los logros los hemos conseguido la sociedad civil, sin subvenciones y frente a dinosaurios con millones de euros de presupuesto», subrayó.

En el evento, junto a Losada también asistió como ponente el presidente de Pie en Pared, Juan Carlos Girauta. Lo primero que hizo fue resaltar el vínculo indisoluble entre los dos términos que daban título a la jornada organizada por el CEU Cardenal Herrera: «La libertad es el gran tema del hombre y la educación el de la sociedad. Son temas inseparables», apuntó.

En este sentido, afirmó que la educación en España «padece una patología muy evidente, llamada pedagogía». Dentro de ese contexto, Girauta consideró que la «izquierda woke, la única izquierda, se ha apoderado» del sistema educativo «y ha fragmentado el mundo». En base a ello, y de nuevo con referencia a Cataluña, dijo que los nacionalistas «han querido instaurar una superioridad moral crónica» con el uso de la lengua autonómica como fundamento principal de su hoja de ruta.

Los modelos lingüísticos han desaparecido del proyecto del Gobierno vascoPaula Andrade

Como consecuencia, Girauta insistió en que el cuadro es «bastante preocupante», más aún si se tiene en cuenta la introducción en los currículos escolares de las «matemáticas afectivas», algo que «no se sabe muy bien qué es». Para él, esto es «perverso» porque obedece a la concepción de eliminar «la idea de lo correcto» y de que el «mérito y la competencia son algo malo». «Si fuese así, ¿dónde estaría el ascensor social en la educación?, se preguntó.

Igualmente, señaló que la «escuela moderna» rechaza «acumular conocimientos y cultivar la memoria». La consecuencia de todo esto la explicó gráficamente: «Están creando burbujas aisladas del mundo real que cualquier día desaparecen como pompas de jabón y el niño sale sin anticuerpos».

En cuanto a los contenidos impartidos, Girauta cree van dirigidos a aleccionar a los estudiantes «en la hispanofobia», aspecto que es «trágico» porque es «una mezcla de ira y asco hacia España».

Así, el futuro a corto plazo lo ve desde una óptica «pesimista» y lo justifica desde una doble perspectiva: «Los que se tienen que defender no se defienden y PP y PSOE no van a hacer nada».

El último de los participantes en la jornada fue el portavoz de la Mesa por la Educación en Libertad, Vicente Morro. En sus turnos, puso de relieve la «persecución» que sufre el sector en forma de «recortes y limitación de la financiación y de los derechos de las familias». Por si no fuera lo suficientemente grave, indicó que el panorama va a peor con la presidencia del Tribunal Constitucional en manos de Cándido Conde-Pumpido.

En la línea expresada por Losada y Girauta, Morro denunció que la política de la izquierda es la de «imponer el centro en el que estudiar y todo lo que se tiene que hacer». «No quieren libertad, no creen en ella. No hay libertad», incidió.

Finalmente, el valenciano destacó que aunque en España ha habido ocho leyes educativas, todas «vienen de la misma raíz y tienen los mismos criterios», en referencia a la LOGSE. Actualmente, esa metodología se basa en que el alumno «no sufra, no se traumatice y que aunque suspenda se le pase de curso y se le diga que progresa adecuadamente». «Están jugando con el futuro de nuestros hijos», concluyó.