Entrevista al candidato de Vox a la Generalitat Valenciana  Carlos Flores: «El tripartito valenciano es uno de los gobiernos más liberticidas de España»

A pocas horas del cierre de la campaña electoral del 28 de mayo, el candidato de Vox a la presidencia de la Generalitat, Carlos Flores, atiende a este periódico. Lo hace de buena mañana en la sede de la formación después de un debate entre los seis aspirantes al liderar el Ejecutivo autonómico que terminó pasadas las doce de la noche.

En la entrevista, Flores reconoce que la actividad de los últimos catorce días está siendo «muy intensa» porque tanto él como su equipo se están recorriendo la Comunidad Valenciana «de norte a sur y de este a oeste». Sin embargo, lejos de ser una queja, el candidato lo toma como «una oportunidad impagable» porque les está permitiendo hacer llegar su mensaje «sin filtros ni intermediaciones» a «sectores sociales de todo tipo: desde trabajadores manuales a grandes empresarios y desde agricultores de base a exportadores de cítricos».

Este hecho el aspirante a la presidencia regional lo pone en valor porque, según indica, «Vox ha estado silenciado en los medios de comunicación los últimos cuatro años salvo muy contadas y muy honrosas excepciones». Así, una vez fuera de ese contexto, Flores ha podido «palpar el descontento e incluso la ira» en buena parte de la ciudadanía valenciana en relación a varios aspectos. Uno ellos es la pérdida de libertad que la región lleva padeciendo desde hace años.

Al respecto, Flores no titubea al calificar al tripartito de izquierdas formado por PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos como «uno de los gobiernos más liberticidas de España» y lo justifica en base a que una de sus señas de identidad es que «ha recortado nuestras libertades». Aunque «todavía» no se están poniendo «mordazas por la calle a nadie», el candidato sí advierte una «pequeña pero constante erosión» de la libertad individual: «Nos dicen qué podemos comer y qué no; por dónde circular y por dónde no; qué vehículos podemos conducir y cuáles no; en qué idioma nuestros hijos tienen que recibir la docencia… Y tantas y tantas cosas», lamenta.

Sentencia sobre el aborto

En cuanto a derechos y libertades, Flores, que es Catedrático de Derecho Constitucional, también se refiere a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el aborto, apuntando que tras esta «uno ya no sabe qué pensar» sobre el órgano presidido por Cándido Conde-Pumpido. En este sentido, se muestra tajante al asegurar que ni la Ley ni el propio TC «crean derechos constitucionales»: «La misión de la Ley es materializar los derechos que la Constitución Española ha creado y la del Tribunal es garantizarlos».

Así, define la decisión del TC como algo «insostenible e injustificable» y critica que el «triple salto mortal» que ha hecho sobre el aborto es «la demostración más palmaria» de que el Constitucional se ha convertido «en un órgano de defensa del Gobierno»: «Es una enorme tragedia», apostilla, porque el aborto «no es un derecho».

Con vistas al 28-M, Flores pide la confianza de los valencianos para acabar con un tripartito de izquierdas cuyos integrantes a pesar de «gobernar juntos ocho años», han dedicado la campaña electoral a «marcar sus diferencias». Esta «paradoja» le lleva a pensar que ni socialistas, nacionalistas ni comunistas «deben de estar muy satisfechos de esa coalición cuando no hacen más que señalarse unos a otros por sus incumplimientos y cada uno se pone su propia medalla».

Asimismo, Flores no se pone ningún techo con vistas a los comicios del domingo, insiste en que hay «99 escaños en juego» y que su formación «no va a renunciar a ninguno de ellos». Por tanto, y si el bloque de centro-derecha sumara cuando las urnas cierren -la mayoría absoluta está marcada en cincuenta diputados-, afirma que va a «esperar a que el Partido Popular se decida».

Lo remarca porque, a su juicio, «si hay diecisiete comunidades autónomas, hay diecisiete posiciones del PP al respecto», criticando que los de Feijóo no digan claramente qué forma de gobierno prefieren a partir del domingo. Eso sí, espera que la de Carlos Mazón sea «la más realista y la más sensata».

De ser así, Flores apostaría por un Ejecutivo regional integrado por PP y Vox y en el que ambas organizaciones «tengan voz, capacidad de decisión y la posibilidad de determinar el programa político que se va a implementar». Con ello, el objetivo es que la Comunidad Valenciana tenga «un Gobierno con mayoría y estable».

Si las «buenas vibraciones» y el «entusiasmo» que Flores percibe tienen su traslación en los votos, uno de los asuntos que primeramente se pondría a trabajar para solucionar sería la situación del campo, que es «particularmente dramática» y que afecta a muchos sectores como el de los «agricultores, exportadores, cazadores, pescadores o ganaderos».

No obstante, eso no quita a que vaya a «descuidar ningún otro ámbito», tales como la Administración, la sanidad, la Justicia, Servicios Sociales, así como el «déficit público gigantesco», por lo que avisa de que habrá que tomar «medidas drásticas en Hacienda».

Las elecciones en la Comunidad se están tomando como una suerte de termómetro de lo que pueda suceder a nivel nacional en los comicios generales del mes de diciembre. Esta visión es compartida por Flores, que cree que es algo «indudable». Así, cree «perfectamente posible» un «vuelco» no solo en Valencia, sino también en otros territorios gobernados por la izquierda como Aragón, Extremadura o Castilla-La Mancha. Por tanto, cree que el 28-M en la región puede suponer «un punto de partida en España a partir de diciembre».

Finalmente, el candidato subraya que el apoyo de la Dirección Nacional de Vox durante estos días de campaña y los meses previos ha sido «muy positivo»: «Compartir tribuna con Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros, Jorge Buxadé o Ignacio Garriga es siempre un placer», concluye Flores.