Elecciones 28-M  PP y Vox alcanzan un principio de acuerdo en la Comunidad Valenciana apartando a Carlos Flores en el Ejecutivo

El Partido Popular y Vox han alcanzado un principio de acuerdo de cara a investir a Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana una vez las Cortes autonómicas se constituyan el 26 de junio y el presidente le encomiende la tarea de formar Gobierno, aunque en él no estará Carlos Flores Juberías por la condena por violencia doméstica que pesa sobre él.

El pacto al que han llegado implica que el PP volverá a estar al frente del Ejecutivo de la Comunidad Valenciana después de ocho años, aunque lo hará en coalición, ya que Vox asumirá varias carteras, aún por concretar en próximas fechas, aunque será en base «proporcional» a los trece escaños que obtuvo. Como se ha mencionado, entre los que asuman nuevas responsabilidades en el Gabinete de Mazón no estará quien fuera el candidato de Vox el pasado 28-M, Carlos Flores Juberías.

Su nombre ha copado en las últimas horas los titulares porque fue Génova quien calificó como «línea roja» su presencia en en el Gobierno por haber sido condenado por violencia doméstica hace veintiún años. Con ese contexto, y tal de favorecer el acuerdo para desalojar al tripartito, Vox ha decidido que Flores sea el cabeza de lista de la formación al Congreso por la circunscripción de Valencia, dando así la polémica por zanjada.

«Sacar a la izquierda»

Según ha declarado Flores al término de la reunión con el PP, su candidatura a la Cámara Baja «no es un paso al lado», sino «adelante» para lograr el cambio que se buscaba en las elecciones autonómicas y pasar página de la alianza de PSPVP-PSOE, Compromís y Unidas Podemos. «Sacar a la izquierda del Gobierno de la Nación», se ha marcado como meta para el 23 de julio en los comicios generales.

En opinión del candidato, lo «importante» no es que él integre el equipo de Mazón, sino que este sea «estable» y responda a las «inquietudes» de una sociedad valenciana que hace menos de un mes expresó en las urnas una «opinión mayoritaria» de cambio.

En cuanto a los plazos a partir de este momento, Flores ha señalado que se está «concretando» qué áreas de gestión corresponderá a c as a partido. Por ello, la intención es que «a finales de semana» se podrá dar a conocer el documento final con las Consejerías.

El acuerdo que convertirá a Mazón en presidente también recoge que los de Abascal presidirán las Cortes Valencianas -al igual que ya hacen en Castilla y León-, mientras que el PP ostentará los cargos de vicepresidencia y secretaría primeras.

Por su parte, el secretario de Organización del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Juan Francisco Pérez Llorca, ha destacado que el entendimiento ha sido posible gracias a la «cordialidad» y al «diálogo» entre las dos formaciones, por lo que se muestran «satisfechos, contentos e ilusionados» por poder ponerse «a trabajar» en favor de la sociedad valenciana.

Aunque esta misma tarde será Mazón quien explique más extensamente las claves del acuerdo, son cinco las más importantes. El primero es la «libertad» para que se pueda «elegir». Este aspecto afectaría tanto a la Educación como a la Sanidad, entre otros.

Asimismo, la futura Generalitat gobernada por PP y Vox se compromete a impulsar el «desarrollo económico» de la región. Para conseguirlo, implementarán políticas orientadas a «reducir el gasto innecesario» y que impulsen la economía.

El tercer vector se centra en la Sanidad y los servicios sociales. Frente a un sistema colapsado que lega el tripartito, Mazón aprobará las medidas oportunas con tal de reforzar ambos ámbito. Asimismo, un rasgo característico de la ejecutoria de Puig ha sido su inclinación hacia el independentismo catalán, dándole millones de euros y favoreciendo un fuerte adoctrinamiento e imposición lingüística.

Frente a ello, el Gobierno de Mazón defenderá las «señas de identidad» valencianas . De hecho, una de sus promesas electorales fue impulsar una Ley de Señas de Identidad a modo de dique de contención del ideario secesionista en la Comunidad y la protección de las «tradiciones, cultura, historia y símbolos» autonómicos.

Apoyo a las familias

Finalmente, el quinto pilar de este pacto es un convencido «apoyo a las familias» con la «promoción de estas» y con iniciativas cuyo fin sea «fomentar la natalidad y la seguridad».

Por parte del PSOE, la primera reacción ha sido la de la ministra de Educación y portavoz de la Ejecutiva Federal, Pilar Alegría. Como era previsible, ha cargado duramente contra la coalición que gobernará la Generalitat Valenciana los próximos cuatro años.

De este modo, ha acusado al PP de practicar un «cinismo bochornoso» por haber concretado un acuerdo «vergonzante». El ataque lo ha pronunciado Alegría a pesar de que Flores finalmente no tendrá ninguna responsabilidad de Gobierno con Mazón. Aún así, ha insistido en su idea porque, a su juicio, Vox es un partido que «dice que la violencia machista no existe», por lo que ha descargado toda la responsabilidad sobre el PP: «Su coherencia es inexistente».

En el ámbito regional, los socialistas han definido la noticia como «la peor para los valencianos y las valencianas». Así se ha expresado el dirigente Miguel Soler, para quien Mazón configurará «un Gobierno de retroceso que huele a naftalina». En este sentido, ha lamentado que los populares vayan a «rendir pleitesía a la extrema derecha» abriéndole «las instituciones»: «Supondrá una vuelta al peor pasado y a la peor forma de hacer política», ha augurado Soler.

El pacto se ha alcanzado a lo largo de la reunión que ambas formaciones han mantenido en la mañana de hoy, con una duración prevista de una hora pero que finalmente se ha alargado durante dos horas y media. Esta cita era la última que mantenía Mazón con los líderes de los partidos que el 28 de mayo obtuvieron representación parlamentaria, ya que antes las celebró con el PSPV-PSOE y Compromís.