Imagen de la carta que Ximo Puig ha dejado a Carlos Mazón.XIMO PUIG/TW

Comunidad Valenciana  ¿Qué significa el mapa que Ximo Puig ha dejado en la mesa del nuevo presidente de la Generalitat Valenciana?

El socialista reivindica la Comunidad Valenciana cuando ha dado trece millones de euros públicos a los independentistas catalanes durante
​sus ochos de Gobierno

El traspaso de poderes en la Comunidad Valenciana ya es un hecho y el popular Carlos Mazón es el nuevo presidente de la Generalitat. Se sabía desde el mismo 28 de mayo, pero se ha tenido que esperar hasta este lunes. Fue investido el pasado jueves y ayer juró el cargo.

En su nuevo despacho, como es costumbre, se encontró una carta redactada por su antecesor. En ella, escrita íntegramente en valenciano, el socialista le felicitaba por su nombramiento y le deseaba lo mejor de cara a los próximos cuatro años que le esperan al frente del Ejecutivo regional.

Junto al manuscrito, Puig ha dejado un libro del historiador Tony Judt acompañado de un mapa de la Comunidad. No deja de ser curioso que sea precisamente el barón socialista el que reivindique la autonomía valenciana. Lo hace, de su puño y letra, tras dar también con su puño y letra, hasta trece millones de euros al independentismo catalán. Todo ese dinero lo ha repartido entre asociaciones rupturistas.

Lo sabía Puig y lo sabían sus socios de Compromís y Unidas Podemos. Todos ellos han ido tejiendo un relato en el que los mitológicos 'Países Catalanes' pudieran ser una realidad. Tal como viene informando El Debate, lejos de ser un descuido, lo de Puig con el secesionismo deja de ser un descuido, algo espontáneo, y se ha convertido en algo crónico.

Es por eso que extraña que el ya expresidente de la Comunidad Valenciana le deje a su sucesor en una mesa oficial un mapa de la región de la que él ha apostatado. No lo ha hecho de boquilla, ya que en todo momento ha presumido de «valencianía», pero sí lo ha hecho con sus actos. Dato mata relato, se suele decir. Además de tantos y tantos millones de euros de erario público destinados al independentismo, Puig ha sido un presidente servil a la causa de Oriol Junqueras.

Puig presume de «valencianía»

Lo ha sido cuando ha repartido millones y millones pese a las propuestas y a los reproches de los grupos de la oposición y lo ha seguido siendo en una total, permanente y casi inquebrantable alianza con Compromís y Unidas Podemos. Nacionalistas y comunistas han sido indispensables para que Puig sacara adelante sus iniciativas, pero el barón regional ha sido quien las ha impulsado.

Puig le ha dejado un mapa de la Comunidad Valenciana a Mazón, la misma región que ha subvencionado con fondos públicos para quede de ser una sucursal de la Generalitat de Cataluña. Se suele decir que para muestra vale un botón, pero Puig tiene una infinidad de ellos en su camisa, en su hoja de servicios.

Los aplecs no se conocen en Valencia, Castellón ni Alicante. Si se pregunta a los propios, poca gente sabrá de qué va eso. Quienes sí lo conocen son los independentistas catalanes. Todos ellos son plenos conocedores de qué es clase de eventos tienen un objetivo. Este es, nada más y nada menos, que ir contra el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana y de la Constitución española, así como de lo que de ambos textos se defiende.

En uno y en otro se aboga y se explicita la unidad territorial. Eso excluye los 'Países Catalanes', aunque eso nunca ha sido impedimento para Puig. El socialista suele llenarse la boca apelando a una «valencianía» de la que su propia gestión carece. El mapa que le ha dejado a Mazón para que defienda entre poco y nada se parece al modelo del socialista.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, con el expresidente Ximo Puig

Mientras, el popular ha vuelto a reafirmar su compromiso para aprobar una vez haya nombrado a su Gobierno de sacar adelante una ley de Señas de Identidad. Si desde hace meses Mazón subrayó que a los valencianos «nadie» les tiene que decir qué son o qué tienen que ser, en su discurso de ayer lunes una vez jurado el cargo, recalcó que la «historia propia» de la Comunidad Valenciana no hay nadie que la pueda «reescribir de parte».

Por último, llama la atención que Puig se configure como el defensor de la Comunidad Valenciana cuando ni ellos mismos son capaces de poner esa mención a sus siglas. Esa es cómo se estipula en el Estatuto regional. Aún así, los socialistas insisten en llamarse «del País Valenciano». Ese territorio no existe al igual que los 'Países Catalanes' no dejan de ser una quimera.